martes, 1 de junio de 2010

Propuesta moral

Cádiz 1 de Junio de 2010

Aunque la Propuesta de recuperación económica, la hiciese el Sr. José Luis adornada con todo el gasto posible, no estimularía a invertir, ni a trabajar a nadie en su sano juicio. Es una característica innata del dirigente, como él mismo reconoce, la desintegración de todo aquello que toca y eso es un don que se tiene o no se tiene. Simplemente, hay personas que todo lo que tocan lo convierten en oro y otras que todo lo destruyen, por tanto la mejor propuesta es que se vaya con toda su tropa.

En cuanto a la capacidad de poda del rojo, fruto de su arraigado carácter obrero y criminal, resulta burdo pensar que esa metáfora pueda ser aplicada al trabajo de los hombres libres y por tanto considérese atentado contra su vida que, en tosca teoría, pretende un crecimiento económico el cual en la realidad se manifiesta privado, puntual y conspicuo. Falso, burdo, criminal, capitalista, fascista, dictador, opresor, cabezudo, despreciable, hediondo y asesino, así es el rojo.

El comunista de toda la vida, el rojo, hoy asentado en las más altas instituciones de nuestra Nación, ejerce con toda impunidad su labor erosiva y de exterminio premeditado. Mientras tanto, se enriquece y pensando en las generaciones futuras, de forma sesgada, según sus ideales; como buen dictador, diseña un futuro con todo bien atado. La permanencia de este tipo de sujetos y sujetas en el Gobierno de La Nación, de La Patria Española dará paso a los nobles llamados a reconducir el País.

La miserable ponzoña ética donde se solaza el rojo ha conducido a nuestra patria por un camino atravesado, vacío, violento, oscuro y sanguinario. ¿Que cual es la propuesta?, ¿Qué propuesta pide usted que se le haga?, no es necesaria ninguna propuesta, la propuesta es la libertad, la propuesta es la ética, la integridad, la austeridad, el trabajo, el esfuerzo personal, la puesta en valor de los hombres con deseo de superación y de aportación constructiva, el respeto, la unión, la solidaridad…

Un saludo, J.M. Mora

No hay comentarios:

Publicar un comentario