viernes, 23 de febrero de 2018

DISCURSO ANTIDEMOCRÁTICO

DISCURSO ANTIDEMOCRÁTICO 

Muchos se preguntarán, cómo es posible que en pleno siglo XXI alguien se atreva a cuestionar la Democracia, dado que el consenso mayoritario en Occidente la encumbra como la mejor, o en todo caso, la menos mala de las formas posibles de gobierno.

La respuesta es bien sencilla: el marco de la doctrina democrática se sustenta sobre el hediondo mar de la mentira, pero dos son sus objetivos connaturales; el sometimiento a la esclavitud y la perpetuación de unos genes sobre otros, todo ello sobre la base de una autorización legal emanada de un sistema preestablecido a conveniencia en lugar, tiempo, modo y forma.

Veamos:

Muchas veces se pone como ejemplo la democracia estadounidense como la más perfecta de las conocidas, sin embargo, si atendemos a ciertas fechas y datos históricos encontramos que: tras la Independencia de los EE.UU. en 1776 (hace 240 años) y la elaboración de su Constitución en 1787 (hace 229 años), es necesario esperar 78 años, dieciséis Presidentes –hasta Abraham Lincoln—y una guerra civil de cuatro años de por medio (1861-1865) para alcanzar la abolición de la esclavitud y el comienzo de las leyes segregacionistas (hace 151 años). Cien años más tarde en 1965 se aprueba la Ley de derecho de voto con lo que se da fin a las leyes de segregación (hace 51 años). A este hecho le sigue el asesinato del líder antisegregacionista Martin Luther King (hace 47 años). Para terminar señalando que entre 1909 y 1979, 60.000 personas fueron esterilizadas forzosamente en los EE.UU., 20.000 de ellas en California, donde existió la Ley de Eugenesia hasta 1979 (hace 37 años).

Así, podemos encontrar que cuando se sostiene el argumento de que la democracia surge con ese nombre hace 2.500 años en la Grecia Clásica –en casi todas las ciudades griegas había generalmente dos partidos en pugna—, y se expone que se daba en sociedades esclavistas –apenas el 10% de la población tenía derecho de voto—, se nos rebate que no se pueden comparar la democracia de Pericles y las democracias actuales. Pues bien, como hemos visto, no es necesario ir tan atrás para cerciorarse de que efectivamente lo que está en el origen permanece, de una o de otra forma, más o menos oculto, disfrazado; como en una burbuja…

Ante estos hechos, podemos avanzar que la Democracia conculca el Derecho de Ser del Hombre por el derecho de una mayoría democrática a elegir quién puede ser o no ser.

Pero continuemos,

Asimismo, cuando hablamos de que queda conculcado el Derecho de Ser del Hombre nos referimos por supuesto también al derecho del elector; es por esto, que quiero recordar la fábula de la tortuga y el escorpión de Esopo: …la tortuga lleva al escorpión sobre su caparazón para atravesar el río. En mitad del camino el escorpión pica a la tortuga, exclamando ella –por qué lo has hecho, ahora moriremos los dos—, a lo que el insecto responde –está en mi naturaleza—. Dando el sentido a la moraleja de esta fábula de que en ocasiones se está dispuesto a perjudicar a otros aún cuando nuestro propio sustento se pierda en la acción. Y por eso citar también en este mismo hilo al autor de Leviatán cuando dice: El motivo por el cual los hombres deciden limitar su propia naturaleza humana y someter restricciones sobre sí mismos, se debe a que tienen como objetivo abandonar ese sentimiento de miedo. En el sentido de estar dispuesto a perjudicarse uno mismo, limitando nuestra propia libertad, con tal de que otros mejor capacitados no puedan ejercer la suya –es decir, miedo a que otros puedan ejercer su libertad—. Y complementariamente a esta cita de Thomas Hobbes, al propio Benjamín Franklin cuando dice: Quienes renunciarían a una libertad esencial para obtener un poco de seguridad momentánea no merecen ni libertad ni seguridad y perderán ambas. En el sentido de estar dispuesto a renunciar a la libertad esencial de Ser, a favor de la libertad de elegir quién puede ser o no ser.

Incardinado en este asunto, también Thomas Hobbes, define su concepto de libertad; y dice: Libertad significa, propiamente, ausencia de oposición: por oposición quiero decir impedimentos externos del movimiento… Un hombre libre es aquel que, en aquellas cosas que puede hacer en virtud de su propia fuerza e ingenio, no se ve impedido en la realización de lo que tiene voluntad de llevar a cabo. Y qué mayor impedimento contra la libertad de Ser del hombre que el sometimiento a la voluntad de una mayoría aritmética en un régimen democrático. Como señala Benjamín Franklin: La democracia son dos lobos y un cordero votando para decidir qué se va a comer. La libertad es la oveja, armada, impugnando la votación.

Por esto, podemos afirmar que: Dado que mediante la democracia se establece que quien desee –por ejemplo—ser Presidente del Gobierno, lo será: si los demás quieren, quedando nuestro libre albedrío al albur de decisiones ajenas; pretender relacionar el concepto de democracia con el de libertad es en realidad de verdad y en esencia íntima y profunda e indisociable de su naturaleza congénita intrínsecamente incoherente.

Ya, en un análisis somero, es posible visualizar que el núcleo central de la idea de democracia es el derecho de voto. Este supuesto derecho se nos presenta como una libertad, porque da derecho a elegir, pero lo que no se dice es que lleva implícito el derecho a excluir. Esto lo vemos con claridad en la actualidad de nuestra situación política en la que, no desde pocos medios ni en pocas ocasiones, se nos dice –voten ustedes el mal menor—, es decir, hagan ustedes uso de su derecho de voto, no para elegir, sino para excluir a aquellos que consideren peores dado que todas las opciones son francamente mejorables.

Adicionalmente, el derecho de voto es inservible fuera de un sistema preestablecido, es decir, si omitimos toda la técnica de la democracia (urnas, papeletas, colegios electorales, parlamento…) nada podemos hacer con nuestro derecho de voto, con lo que queda bastante claro que no se trata de un derecho natural; por eso y porque implica la exclusión autorizada, no tiene nada que ver con la libertad. Afirmo que lo más alejado de la idea de Libertad es la democracia, en la que unos se creen con derecho a excluir de la sociedad a otros con total impunidad sobre una base aritmética.
Por su parte, la Izquierda siempre ha defendido la teoría de que el marxismo ha producido genocidios y miseria allí donde se ha practicado porque no se ha aplicado bien. Hace lo mismo con la democracia –el problema es que no se ha aplicado bien, democracia real ya, piden—. La realidad es que marxismo y democracia pretenden un igualitarismo material y un igualitarismo metafísico del poder respectivamente –división metafísica del poder en papeletas electorales, un hombre un voto—, por lo que podemos afirmar que se trata de ideologías de izquierda. Ambas siempre han generado miseria, esclavitud y genocidio –véase el asombroso caso de la disminución de la natalidad en España durante estos últimos cuarenta y un años, en los que se han introducido siete millones de inmigrantes para tapar este agujero poblacional— allí donde se han aplicado y cuanto más ideal se presenten en sus formas; más miseria, esclavitud y genocidio generarán. Porque son ideologías de carácter desviado que sólo pretenden la consecución del poder en beneficio del gobernante.

Sobre el concepto de Democracia Real defendido recientemente, clarificar que se trata de la idea marxista de democracia en la que sus principales ideólogos defienden que la democracia sólo es posible en una sociedad sin diferencia de clases, es decir, en una sociedad comunista. Socialismo y democracia, es por tanto una unidad en el pensamiento marxista. Friedrich Engels.

Por otro lado, Gustavo Bueno afirma: El presunto igualitarismo y universalidad que toda cultura normativa cree poseer, puede conllevar a que bajo su nombre se justifiquen acciones políticas que bajo otro contexto no lo estarían.

También, el destacado postestructuralista, Jean-Francois Lyotard, en el contexto de la postmodernidad señala acerca de los metarrelatos que todo intento de realizar políticamente un sistema ideológico lleva en su interior el germen del totalitarismo, es decir, que la determinación de la pluralidad a partir de un solo punto de vista que se impone por todos los medios posibles encierra un carácter totalitario.
O,…la democracia es una farsa de la que se ha servido la masonería, para hacer creer a una mayoría confundida y desorientada que se está haciendo su voluntad y que ésta es forzosamente buena. Lo real es que los principios de la democracia liberal son falsos e inaplicables en sí mismos. Carlos Abascal.

Y,…la democracia es el camino que han escogido las fuerzas internacionales de la subversión para alcanzar el poder omnímodo con la instauración del comunismo, que es precisamente la contra-iglesia. Carlos Abascal.

En conclusión, la Democracia es un instrumento de coacción que enfrenta la Libertad de Ser del Hombre con el derecho de voto, es decir, con el derecho de exclusión; es un medio utilizado por el poder hegemónico mediante el que se pretende laminar cualquier intento de liberación encabezado por un líder, so pretexto de que esa libertad individual se contrapone a una supuesta libertad colectiva de una mayoría democrática a elegir quién es líder o no; quién puede ser o no ser.


J. M. Mora