Cádiz a 15 de Junio de 2010
Este tipo de gente, no tiene ninguna ideología, lo más parecido que conozco en la historia de la humanidad es el carácter de Los Hunos. Se hacen conocer como rojos, progresistas, antifranquistas o republicanos. El caso, es dárselas de víctimas de algo que supuestamente les oprime. Una vez adquirida su imagen victimista, todo su comportamiento esta ideológicamente justificado. El terreno está abonado, para el crimen, el terrorismo, el asesinato y la represión.
Cuando analizo al Sr. Presidente dentro de su función como dirigente político, cuando pienso que lleva sentado en el hemiciclo 22 años y que no ha cogido una herramienta ni un día de su vida, considero que es muy fácil para el perverso hacer germinar la semilla del victimismo. Que es muy fácil, para este tipo de retorcidos personajes, pervertir el alma de aquellos que parecen preferir ganarse la vida a costa de la violación de los derechos de los demás que con el sudor de su frente.
Creo que su verdadera ideología, la que mantienen como una constante para el desarrollo de su existencia, que no coexistencia, es pura y llanamente ésa: el victimismo. Todo está justificado a partir de ese principio. Da igual que Franco no hubiese existido, hubiesen sido víctimas de alguna otra cosa. Es para ellos un mecanismo de acción y premisa, sin la cual, su forma de actuar no podría tener otra consideración que la de gente incívica, violenta y criminal.
Todo esto, es ampliamente conocido y ha sido profundamente estudiado, no estoy descubriendo nada nuevo. En realidad no se trata más que de unas características antropológicas. El problema actual, en España es cuando estas características, enmascaradas de falsas ideologías y de engaños van alcanzando puestos en un Estado de Derecho al que al mismo tiempo se dedican a dinamitar desde dentro, es decir, que tiene un destino puramente anárquico y desintegrador del Estado.
Según D. González al Sr. Zapatero le ha golpeado la realidad. Si se imagina la realidad como un ente con capacidad para conformar un puño cerrado, resultaría que este puño ha impactado con notable contundencia sobre el rostro del Sr. Presidente; por lo tanto, la realidad es franquista, es más: la realidad es Franco. De hecho, esta mañana mientras acudía caminando al trabajo lo he podido ver sentado en un parque, ahí estaba con unas gafas negras, intentando estrangular a un rojo con las manos.
Un saludo, J.M. Mora
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