Cádiz a 19 de Junio de 2010
El Sr. Zapatero no tiene capacidad ahora ni la tendrá nunca de hacer recuperar la confianza de los mercados. Es persé un generador de desconfianza. Este hecho se fundamente en que el presidente ha demostrado sobradamente que su conciencia se encuentra en un estado permanente de irrealidad. Ha demostrado que no toma las decisiones que necesita y debe tomar un Gobierno de no ser por imposición de gobiernos ajenos, que temen justificadamente al dirigente.
“Vos sois el camino seguro que conduce a la posesión de la vida eterna: luz inextinguible que alumbra los entendimientos para que conozcan la verdad y principio propulsor de toda vida y de todo legítimo progreso social, afianzándose en Vos y en el poderío y suavidad de vuestra gracia, todas las virtudes y heroísmos que elevan y hermosean el alma.” Fragmento de la Consagración de España al Sagrado Corazón de Jesús, dedicado con todo el afecto a D. José Luis Rodríguez Zapatero.
Cuando un líder político se encuentra fuera de la realidad, la consecuencia no puede ser otra que un pueblo fuera de la realidad, un estado fuera de la realidad, una nación fuera de la realidad. La realidad inmediata, la que interesa al resto de países que no se encuentra bajo la influencia gubernativa del dirigente, no es otra que la realidad de los mercados. Obama, por su parte, ha decidido observar detenidamente nuestra economía, pero eso no soluciona nada. ¿Estamos ante un auténtico profeta?
Es posible que nos encontremos ante un auténtico profeta, un iluminado. RAE, online: Iluminado: Alumbrado: 1. Se dice de los adeptos a doctrinas según las cuales se llegaba mediante la oración a estado tan perfecto, que, entregados a Dios, no necesitaban practicar los sacramentos ni las buenas obras, y se sentían libres de pecado cualesquiera que fueran sus actos. Esta doctrina surgió en España en el siglo XVI.
Durante su etapa en la oposición ZP afirmó: “con un gobierno socialista, no habrá superávit mientras tengamos déficit social”. Quiere esto decir, en buena lógica, que mientras hubiese dinero en caja, éste se destinaría a mejorar las condiciones sociales de la población. La realidad es que la deuda es impresionante y por lo tanto son recortadas las condiciones sociales. En realidad, el hombre no ha mentido, los culpables somos nosotros que no tenemos fe, y cuando no se tiene fe…
Su convicción acerca de la Unidad de España quedó manifiesta durante la oposición cuando afirmó: “Apoyaré la reforma del estatuto de Cataluña que apruebe el Parlamento de Cataluña.” El problema está en la interpretación de sus palabras, por que el hombre no dijo nada malo, lo que ocurre es que su confianza en el amor de Cataluña por España es inquebrantable como demuestra la historia, y por lo tanto se mostró dispuesto a firmar lo que sea con los ojos vendados si fuese necesario.
En su etapa de Gobierno: “El Estado de Derecho se defiende con el Estado de Derecho”. Qué significa que la señora Bibiana pretenda poner una policía encargada de proteger los derechos de la mujer en el trabajo. Esto no encaja dentro del estado de derecho, porque todos los ciudadanos somos iguales ante la ley independientemente de su sexo. Por lo tanto, no estoy en contra de que se establezca este tipo de policía, pero si se hace también debe establecer una policía laboral que defienda al hombre.
Estupenda respuesta de Rajoy: “Deje de buscar en el pasado españoles buenos y malos porque en realidad lo único que encontrará son españoles desdichados por igual.”
Yo, no necesito remontarme a la Guerra Civil, ni a la Dictadura para hablarle de muertos, de asesinados por gente indecente que bajo el escudo de la igualdad y del victimismo asesinan a diario impunemente. No necesito remontarme muy lejos en el tiempo ni en la distancia, son muertos frescos, algunos sujetos aún con un pié en la tierra.
Sr. Chávez, le diré cual es mi alternativa para la reforma laboral, la alternativa es que se vaya usted definitivamente de la vida política y que monte un chiringuito en una playa y que le de trabajo al menos a dos o tres.
Sr. Zapatero, no se vaya usted a pasar.
Un saludo, J.M. Mora
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