Cádiz a 18 de Junio de 2010
Efectivamente, lo que crea empleo es la economía, el consumo y la demanda. Para que una persona tenga ganas de consumir hay que animarle el espíritu, el ama, las ganas de vivir. La imagen pública de nuestro Presidente, es inevitablemente una imagen gótica, esto es un hecho inamovible. Nuestro presidente ha dibujado un escenario internacional en el que no se tienen ganas de vivir. No sé porqué ha hecho esto. Seguramente existe algún paralelismo entre un director de orquesta y un presidente…
Al fin y al cabo, el director de orquesta solo impulsa la batuta, pero ¿puede una batuta destruir un palacio? Resultaría extraordinariamente complicado determinar que inflexión concreta fue la que destruyó la interpretación de la obra musical, habría que especificar detalles extraordinariamente sutiles y esto es prácticamente inviable. Sin embargo, no hay duda de que un director puede ser deplorable o excelente y en resumen no hay más que ver el resultado de su dirección para adjetivarlo.
Por esto, no es nada personal, ni necesita mayor argumentación que la de la propia realidad primaria, no la paralela y abstracta. Esta realidad es la de un auténtico desastre económico y social. En una metáfora comparativa con el director de orquesta, habría que decir que esto suena muy mal y no hay nada más que argumentar, suena muy mal y basta, éste es el hecho. El director de orquesta es muy malo y no tiene arreglo, dedíquese a otra cosa y deje la orquesta en paz.
De que Obama está deprimido, no tengo dudas, puede incluso que esté asustado, puede que sea una reacción tardía. Un hombre con responsabilidades sólidas suele tener en ánimo blindado, y es el tiempo el que hace que la etiología depresiva se filtre por alguna fisura. Es un hecho, que la visita gótica debió, como a cualquier hombre, zaherir la integridad del blindaje de Obama: El tiempo ha hecho el resto. Sin duda, la mancha negra sobre el golfo de México no es un accidente.
Un supermercado no es una nación, pero ambos entes tienen una base económica. Por tanto, la economía es muy importante, como bien saben Pajín, ZP’s primo o Bono. Sin embargo, nos venden una política de ideologías a las cuales traicionan devastadas por la realidad económica. Qué le puede importar a un señor que no sabe lo que cuesta un café; nada. El hecho es que les importa bien poco, mientras sus caballos estén bien alimentados y porcelanosa pague religiosamente, ésa es su religión, el dinero.
Cara a la sociedad, que es en definitiva la causa política, se puede comprender fácilmente que en la calle, el ciudadano de a pie, la mayoría: no habla de tal “decreto ley, barra punto 7”. Las personas normales, hablan de la política que les llega que son el paro, las facturas que crecen y crecen y el precio de las cosas, por no hablar de la calidad de los productos que eso es harina de otro costal en el mismo granero. Resulta chistoso que diría un Lula’a en zapoteco lo de las criaturas.
Un saludo, J.M. Mora
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