«Estoy, por lo demás, muy lejos de creer que debemos seguir el ejemplo que la democracia norteamericana ha dado, e imitar los medios de que se ha servido para alcanzar ese fin con sus esfuerzos; pues no ignoro cuál es la influencia ejercida por la naturaleza del país y los hechos anteriores sobre las constituciones políticas, y yo vería como una gran desgracia para el género humano que la libertad debiese manifestarse en todos los lugares con las mismas características».
Alexis de Tocqueville (1805-1859),
jurista francés
En España como en Europa se pretende importar un tipo de régimen que se da en Norteamérica, pero nuestras circunstancias no son las mismas. Los inmigrantes americanos lo hacían a un Nuevo Mundo, unos por su voluntad y otros obligados. Los esclavos contribuyeron durante cuatrocientos años al engrandecimiento y transformación del continente. Desde la Declaración de Independencia y posterior Constitución de los EE. UU. tuvieron que pasar casi cien años hasta la abolición de la esclavitud y no fue por medios pacíficos o democráticos sino mediante una guerra civil de cuatro años.
Las circunstancias en Europa nada tienen que ver con todo eso, y en particular tampoco las de España, aquí no ha arribado ningún Mayflower, y los inmigrantes que acuden no lo hacen en condiciones de esclavitud sino que muy al contrario se les otorgan privilegios que están muy por encima de los que reciben los españoles. Por si eso fuese poco, las medidas adoptadas por los diferentes gobiernos desde la Transición Española han generado desde hace cuatro décadas una tendencia a la no reproducción con cifras verdaderamente alarmantes que superan al exterminio nazi, lo cual, atendiendo debidamente al artículo 607 del Código Penal Español supone un delito de genocidio penado con entre ocho y quince años de cárcel.
«Una sociedad, que rechaza definitivamente y en conformidad con su instinto la guerra y la conquista, está en declive: está madura para la democracia y el gobierno de los mercaderes…».
Friedrich Nietzsche (1844-1900),
filósofo alemán.
«Estamos en medio de lo que pretende ser una reordenación minuciosa del mundo por parte de los Estados más poderosos. Las guerras de Irak y Afganistán no son más que una parte de un esfuerzo supuestamente universal para crear un orden mundial mediante la difusión de la democracia».
Eric J. Hobsbawm (1917-2012),
historiador británico.
«Si la guerra de Irak hubiera dependido del consentimiento, libremente expresado, de la comunidad mundial, no se habría producido».
Eric J. Hobsbawm (1917-2012),
historiador británico.
«El estado de la democracia en Estados Unidos, en pocas palabras, no es muy bueno. La lista de problemas de la democracia estadounidense es larga: las encuestas públicas de opinión muestran que los ciudadanos desconfían más de su gobierno en la actualidad que en cualquier momento desde la guerra de Vietnam y el Watergate».
Steve Jarding (1959),
consultor estadounidense.
«[…] Y en efecto, la democracia ateniense del siglo V a. C., entendida hoy día como modelo de democracia por historiadores y politólogos, mantuvo su esplendor a base de la guerra y la política imperialista sobre las demás ciudades de la Liga de Delos, hasta que Esparta (no menos democrática que Atenas, a juicio de Platón y Aristóteles), viendo que el dominio ateniense del Istmo de Corinto ahogaba las relaciones comerciales del resto, se levantó al frente de la Liga del Peloponeso y derrotó el poderío ateniense».
José Manuel Rodríguez Pardo (2018),
profesor español.
«Tras la independencia y formación de los Estados Unidos, se forma un estado federal con un partido único, el Partido Demócrata-Republicano —democracia como gobierno popular, república como gobierno nacional, aristocrático, en el sentido señalado por Aristóteles y Montesquieu—, cuya homogeneidad permitió la marcha hacia el Oeste según se establecía en el Destino Manifiesto, donde la guerra de todo tipo —ya fuera contra tribus o contra terceros países, como España o Méjico—, se convirtió en una necesidad para fortalecer la democracia estadounidense, aumentando así el territorio, la capa basal».
José Manuel Rodríguez Pardo (2018),
profesor español.
«[…] Sin embargo, la Guerra de Secesión subsiguiente, provocada por el casus belli del ataque al Fuerte Sumter no fue tal, pues la Unión se mantuvo firme, y aquellos Estados Unidos iniciados con la independencia de las Trece Colonias menos de un siglo atrás, se convertirían en un Imperio Universal, demostrando que las relaciones entre Guerra y Democracia son tan intensas como las que puede haber entre cualquier forma de gobierno y el conflicto bélico».
José Manuel Rodríguez Pardo (2018),
profesor español.
J. M. Mora
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