miércoles, 1 de septiembre de 2010

La pestilencia roja

“La peste negra o bubónica fue una devastadora pandemia que asoló Europa en el siglo XIV y que causó la muerte de un 30 a un 60% de la población del continente europeo, reduciendo la población mundial estimada desde 450 millones hasta 350 ó 375 millones en el año 1400. La peste es causada por la bacteria Yersinia pestis que se contagia por las pulgas con la ayuda de la rata negra (Rattus rattus), que hoy conocemos como rata de campo.”

“Corrientes herederas del marxismo y estudiosos como Guy Bois atribuyen a esta epidemia el papel de demostración de la crisis del sistema feudal.”

“Así, el gran crecimiento demográfico que el mundo feudal había vivido durante la Plena Edad Media había puesto en cultivo tierras cada vez de menor calidad lo que provocó una creciente malnutrición. En este contexto llegó un bacilo que en otra situación habría sido recibido con fuertes defensas fisiológicas y no habría provocado gran mortandad, pero que esta vez encontró un sistema inmunitario debilitado. No andaba errado quien hizo cabalgar a Peste junto a Hambre.”

Paralelamente a la epidemia de peste negra, consecuencia del desarrollo demográfico propiciado por el mundo feudal; hoy podemos hablar de una auténtica epidemia de peste a la que considero adecuado denominar “Peste Roja”, dado que el fenómeno parece favorecer a los adeptos de este tipo de ponzoña intelectual, es decir: el rojo de toda la vida, la demoníaca horterada marxista, el leninismo, el estalinismo, el Kim Jong-ilinismo o el maoismo.

El escupitajo, gargajo, salivazo, “lapo”, flema, esputo endorectal o intraanal, convive en nuestros días, alegremente en el magma de la WWW conjuntamente con una amplia gama de aberraciones para los sentidos, de toda índole. Al tiempo, per se, la red se conforma en la historia como alumbradora de una revolución de la comunicación. No es de extrañar que en este caldo de cultivo, como si de una auténtica epidemia de peste se tratara, el marxismo leninismo se desarrolle sin limitaciones.

Un saludo, J. M. Mora

1 comentario:

  1. "Nacido en la pradera, no había nadie en mi casa así que fui a ver a una vecina y me dijo que era la última vez que nacía solo".

    A ver si no plagiamos al gran Gila.

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