sábado, 4 de diciembre de 2010

La sublimación del parásito deriva en soberbia

Cádiz a 4 de diciembre de 2010

El Gobierno ha perdido totalmente las riendas del carro que utiliza para el abastecimiento propio. Tiene tan pocas ganas de trabajar como de costumbre y siempre fiel a su papel de derivado marxista acomete en una llamada de atención inútil para el conjunto, que no para sus intereses, con cualquier excusa donde se justifique la bravata armada. Su patético intento de aferrarse al poder alcanza tonos ridículos y deviene en más pobreza y peor imagen del país y del gobierno en beneficio de otros.

La ridícula desvergüenza de nuestro patético y lamentable Gobierno no tiene parangón en la historia. Se trata de un plantel aderezado con la burlona presencia de un memo rojo que desea instaurar una situación de preguerra civil en España, sin más. Es posible que durante el desarrollo embrionario haya habido filtraciones de cerumen hacia la cavidad subaracnoidea  con posterior infección en LCR, inflamación e hidrocefalia. Debe valorarse la implantación de una válvula de derivación de LCR.  

La sublimación del parásito deriva en soberbia cuando es descubierto. La condición de este tipo de personalidades suele ser hereditaria; de padres o abuelos sablistas o chupones, hijos de igual índole. Se llega al extremo paradójico de que el aprovechado no tiene conciencia de su condición de forma tal que cuando se le recrimina su actitud se siente atacado pues en su opinión se está atentando injustamente contra su estado de bienestar. Efectivamente, el comensal suele recurrir a la violencia.

Que un gobierno no encuentre más alternativa que recurrir a maniobras militares contra un sector de la población civil para imponer sus directrices supone la más evidente manifestación de su incapacidad de liderazgo dentro de un sistema democrático avanzado. Se trata de una situación verdaderamente lamentable en el marco de un Estado de Derecho y contribuye a restar las libertades del conjunto de los ciudadanos aunque no pertenezcan al gremio afectado por las maniobras del ejecutivo.

Un saludo, J. M. Mora

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