lunes, 13 de diciembre de 2010

Además de parasitar y de no trabajar obligan a trabajar por la fuerza

Cádiz a 14 de diciembre de 2010

Efectivamente, ahora el Gobierno se siente más tranquilo, más libre, libre de las críticas y libre para actuar impunemente. Ese aumento de libertad merced a una aplicación ilegal de la Ley supone que la libertad de otros ciudadanos ha sido mermada por este gobierno. Ese hurto es más grabe que el puramente material que en todo caso hubo un momento en el que pudo ser subsanable; no, se trata en este caso de un hurto contra la propia condición de hombres libres, este es el hecho que afecta a todos.

“…asegurar el restablecimiento de la normalidad…” que es lo que dice la Ley Orgánica 4/1981, de 1 de Junio, de los estados de Alarma, Excepción y Sitio, no significa lo mismo que “…asegurar la normalidad una vez restablecida…”. Esta diferencia es fundamental y ha sido prevista por el legislador, en su momento, siendo lo primero lo que quiso decir y no lo segundo. Independientemente de que este Estado de Alarma ha sido utilizado ilegalmente se pretende incurrir en una segunda ilegalidad.

Esto es básico en la estratagema del psicópata que es lo mismo que decir marxista o mamarracho, viene a ser la misma cosa. El psicópata siempre vive al límite de la Ley y utiliza sus resquicios para su vulneración flagrante en este caso. Luego una vez vulnerada la Ley y admitido el hecho por todos, entonces continúa con su proceso de vulneración y esto es consustancial a la propia idiosincrasia del elemento marxista que es el que está hoy en el Gobierno, como lo es también en el psicópata y en el acosador.

Es curioso que parece existir una máxima fundamental en la actuación del psicópata y ésta es el hecho de que parece sentir predilección por los viernes para ejecutar sus perversas maniobras destinadas a perturbar la psique de los que considera sus enemigos. Siente predilección por los días inmediatamente anteriores a los puentes, a las vacaciones, o a los fines de semana. Comprender este concepto es básico para realizar el acercamiento a la identificación de la mentalidad del perverso.

Parece ser que lo que pretende es impedir el descanso normal de sus adversarios y al mismo tiempo contribuir a su infelicidad precisamente en las épocas vacacionales.

El perverso es básicamente un ser infeliz y disfruta con la infelicidad de los demás luchando denodadamente por contribuir a ella. Su incapacidad de encontrar la felicidad por sí mismo a través del esfuerzo personal le conduce a la alternativa de pensar: “Bueno, yo no puedo ser feliz pero tú tampoco lo vas a ser”. Al mismo tiempo, entiende el concepto de liderazgo, en el que se debe prescindir de las circunstancias adversas y caminar hacia delante, como una justificación para el hurto. Es decir, en estas situaciones “lidera”, sí, pero el engrosamiento de su cartera.

Un saludo, J. M. Mora

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