Rima Fakih

Cádiz a 18 de Mayo de 2010

Mientras el Sr. Baltasar Garzón tras una dilatada carrera como Juez y efectivamente Parte, balbucea sus últimas blasfemias sexys, Rima Fakih se alza con el título de Miss EEUU 2010, quizá pueda ser cierto que la belleza salvará al mundo. Francamente, hubiese preferido amanecer hoy con una foto de Rima en la portada del Mundo que con la foto de Garzón removiendo cadáveres, pero bueno: el libros de los gustos…

La verdad es que Garzón tiene un culito de panadero realmente exquisito, muy, muy sexy. Puedo imaginármelo en bikini con su banda de Mister y su corona, su mano apoyada en la cadera ladeada: El azote de los dictadores, el último hombre honrado, la justicia hecha carne sobre la tierra. Perdón, es que la envidia que le tengo a este señor no me deja vivir, espero que no se lo tome a mal y siga removiendo los cadáveres que le interese.

Sé de unos hermanos argelinos, uno de ellos afincado en Cádiz a los que el Sr. Baltasar Garzón encarceló durante más de dos años acusándolos de pertenecer a una célula de Al Qaeda, ni más ni menos. Gente pobre y honrada, uno de ellos padre de nueve hijos dedicado a pastorear cabras. Después de que le rompieran todos los dientes en la cárcel, tuvo que excarcelar a los dos por ser inocentes. De la excarcelación hace ya como tres años, aún no han cobrado ningún tipo de indemnización.

No sé si estos hechos contribuyen a fomentar una Alianza de Civilizaciones o es que los extraterrestres ya han venido a la tierra, o es que ya estaban aquí y trabajaban en la Junta de Andalucía, no lo sé, yo no sé nada pero a mí esto hace ya mucho tiempo que me huele a exterminio silencioso. Dice por ahí uno en una canción que el problema es que él quiere ser bueno pero que los demás tienen miedo, sí, es verdad, al final la verdad ha visto la luz afortunadamente para todos.

Infinitamente más violenta, más cruel he injusta es la Dictadura silenciosa del perverso, la que actúa no en contra de la Ley sino al margen de ella, porque es una Dictadura que no da la cara, contra la que no caben derechos humanos que reclamar, porque son crímenes sin huella pero asesinatos a fin de cuentas, exterminio encubierto abonado por el odio y la incontenible envidia del animal crudo.

Un saludo, J.M. Mora