martes, 9 de noviembre de 2010

Mara

Cádiz a 9 de noviembre de 2010

Siempre he visto una profunda relación entre el terrorismo, en cualquiera de sus versiones incluida la pestilente y hortera versión etarra, y la homosexualidad, con todo el respeto por este colectivo. Quiero decir, que percibo que  existe entre los ciudadanos que practican el terrorismo como forma de supervivencia una cierta relación con la condición de homosexual y no lo contrario.  En mi opinión el terrorismo es el producto de la carencia creativa y de la vagancia de la vagoneta.

Me gustaría que no se interpretase mi planteamiento sobre la relación terrorismo-homosexualidad como una bravata; sinceramente, la realidad es que ésta es mi opinión y forma parte de mis convicciones más profundas y lejanas en el tiempo. Lo digo sin acritud, mirado el problema desde un punto de vista básicamente psicopatológico de etiología sexual, y no dudo de que en un futuro se puedan evitar este tipo de contratiempos que hacen la vida tan desagradable apenas con un tratamiento genito-farmacológico en comprimidos.

En cuanto a las diferentes interpretaciones que se pueden encontrar en los medios de comunicación acerca de las declaraciones del Sr. González, quiero expresar que no estoy de acuerdo con ninguna de las que he podido leer u oír, como tampoco estoy de acuerdo en que el supuesto, para mí gusto falso talante de ZP, le hubiese impedido en similares circunstancias actuar del mismo modo.

Precisamente se destaca este último dirigente político por cierta predisposición a confrontar a la población cuando no existen debates sociales que lo propicien. Se ve que ha descubierto, influido por algún máster en Walt Disney que esto resulta beneficioso para su bolsillo y como no tiene moral inteligible que se conozca, y en su ser existe una ausencia total de ética, hace uso de ello sin límites, soslayando los perjuicios para el conjunto de la población a la que no conoce dada la debacle de su trayectoria vital entre mármoles verdes y vagancia.

No; creo que las declaraciones de González están relacionadas con el aburrimiento, con el deseo de espectáculo, con cierta vocación de divo que no critico, con el disparate de cierto refinamiento dentro de la grosería que representa la ambigüedad ante el drama del terror, con una defensa del viejo cazador de sus perros agonizantes, también con la falacia algo más sutil que la desplegada por Mr. Turbina, con el pleistoceno y por consiguiente con la glaciación de Wisconsin, consecuentemente con Kim Il-Sung y básicamente con el dinero, es decir con la pasta que dice que no tiene, para comprarse una casa.

Le recomiendo México donde los terrenos están muy baratos; allí se encontrará como en familia, y desde un punto de vista comercial o emprendedor, el comercio internacional de esperma de caballo. Si en algún momento se vuelve a encontrar atorado póngase en contacto con algún ayuntamiento donde le podrán dispensar algún CD de creación de empresas o bien puede consultar a Cháves, Sinde, ZP, Ignasi,… sobre el tema de las subvenciones en el que están muy puestos. También podría solicitar al Caudillo Almodóvar algún Cameo. En fin, que hay muchas opciones antes que pegar tiros pero si no se puede resistir pues métase en “La Mara”.

Un saludo, J. M. Mora

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