miércoles, 24 de noviembre de 2010

La canción del legionario I, II, III

Cádiz a 25 de noviembre de 2010

I

Quiénes son esos bravos soldados
con bustos de bronce, curtidos de sol?
Legionarios del Tercio Extranjero
que llevan la savia del suelo español.
Un laurel brota siempre en las huellas
que los legionarios dejan al pasar
y germina regado con sangre
formando una hermosa corona triunfal.
No vacilan jamás ante el fuego,
porque se enardecen con ímpetu tal,
que arrollándolo todo, su empuje
es un torbellino como un huracán.
Y olvidando los hondos misterios
que todos encierran en su corazón,
dan al viento las notas vibrantes
de esta alentadora y alegre canción.

Acogido a la Bandera
que tremola mi Legión,
se ha dormido la quimera
que guardé en mi corazón.
Soy legionario de España,
que una hazaña sin rival
dará al libro de su Historia
para ofrendarle la gloria
de otra página inmortal.

II

Cuando avanzan sedientos de lucha
para detenerlos no hay fuerza capaz,
pues asolan, incendian y matan
como poseídos de furia infernal.
Segadores de vidas les dicen;
cada legionario semeja un Titán,
y gozosos, usan el machete
como un acerado y agudo puñal.
Pendencieros y audaces y rudos,
son tercos y bravos en guerra y en paz
como aquellos valientes Cadetes
que a Carbone tenían por su Capitán.
Y al volver de la ruda jornada
rendidos los cuerpos, mas no el corazón,
aún renacen los viejos ensueños
y, para acallarlos, brota su canción:

Acogido a la bandera
que tremola mi Legión,
se ha dormido la quimera
que guardé en mi corazón.
Soy legionario de España,
que una hazaña sin rival
dará al libro de su Historia,
para ofrendarle la gloria
de otra página inmortal.

III

Legionario que siembras la muerte
y audaz la persigues con ansia febril;
a tu empuje ni aun ella resiste;
la Muerte va huyendo delante de ti.
Será en vano que la desafíes
cuando en el combate te ciegue el furor…
Tu destino es soñar la quimera
que hoy hecha girones va en tu corazón!
Y harás yermo el terreno que pises,
campo de exterminio y desolación
y aún habrá una sonrisa en tu boca:
tu amarga sonrisa de desilusión.
Y es que dentro, muy dentro del alma,
fundido en tu sangre con llanto y con hiel,
aún revive contra tu deseo
un inolvidable nombre de mujer.

Legionario, Legionario,
canta alegre tu canción,
que el cantar es legendario
en nuestra heroica Legión.
Soy legionario de España,
que una hazaña sin rival
daré al libro de su Historia,
para ofrendarle la gloria
de otra página inmortal.

Un saludo, J. M. Mora

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