martes, 16 de noviembre de 2010

El Aaiún

Cádiz a 17 de noviembre de 2010

ANTECEDENTES DE GESTIÓN MARROQUÍ EN TERRITORIO PROPIO

Prácticas habituales durante los “años de plomo”:

1. Desaparición de personas. Los desaparecidos eran en realidad encerrados en centros de detención clandestinos, habitualmente durante años y con frecuencia hasta su muerte.

2. Eliminación física de disidentes y enemigos del régimen. Caso del presidente de la Tricontinental Medí Ben Barka (impulsor de los movimientos revolucionarios del tercer mundo), secuestrado y asesinado en París en 1965. Caso de Mohammed Lahrizi, político socialista secuestrado y asesinado junto a su esposa suiza, Erika , y la hija de ambos de tres años de edad, en 1963.

3. Ejecuciones extrajudiciales. Caso de los dirigentes de golpe de Estado de Sjirat (1972).

4. Persecución de delitos de opinión. Caso de Abraham Serfaty, el segundo más antiguo de África después de Nelson Mandela.

5. Tortura. Centros secretos de detención y tortura. Algunos de los más célebres eran Dar al-Muqri en Rabat y Darb Mulay Sharif en Casablanca.

6. Represión extremadamente violenta de manifestaciones y otras formas de protesta ciudadana. Caso de la revuelta del 23 de marzo de 1965, los disturbios de Casablanca de junio de 1981, los disturbios de Marrakech de 1984 y los disturbios de Tetuán de 1984.

7. Episodio inicial de los años de plomo: la represión de la revuelta del Rif (1958-1959). El levantamiento fue sofocado con el bombardeo aéreo de la región, llevado a cabo por un embrionario ejército marroquí, dirigido por oficiales franceses. La represión dejó un saldo de varios miles de rifeños muertos.

Con el ascenso al trono de Mohammed VI se inaugura Instancia Equidad y Reconciliación (IER). Por otro lado, la Asociación Marroquí de Derechos Humanos (AMDH) publicó en 2001 una lista de 44 nombres, entre los que se encontraban algunos altos cargos de las fuerzas armadas aún en activo.

KOFI ANNAN, SOBRE EL SAHARA OCCIDENTAL

El presidente de la ONU, Kofi Annan, llegó a decir a finales de su mandato que el conflicto del Sahara tenía una muy difícil solución. Los estados miembros de la ONU no han sido capaces hasta el momento de hacer cumplir las resoluciones de la ONU. El referéndum parece atrasarse sine die.

TERRITORIO NO AUTÓNOMO

Territorio no autónomo: Se denomina territorio no autónomo al territorio dependiente que, por mandato de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), debe ser objeto de un proceso de descolonialización. En 2010 aún hay 16 territorios en la lista de territorios no autónomos a ser descolonializados: Anguila, Bermudas, Gibraltar, Guam, Islas Caimán, Islas Malvinas, Islas Turcas y Caicos, Islas Vírgenes Británicas, Islas Vírgenes de los Estados Unidos, Montserrat, Nueva Caledonia, Pitcairn, Sahara Occidental, Samoa Americana, Santa Helena y Tokelau.

POTENCIAS QUE AÚN CONTROLAN TERRITORIOS NO AUTÓNOMOS

1. Gran Bretaña (10): Anguila, Bermudas, Gibraltar, Islas Caimán, Islas Malvinas, Islas Turcas y Caicos, Islas Vírgenes Británicas, Montserrat, Pitcairn, Santa Helena.

2. Estados Unidos (3): Guam, Islas Vírgenes de los Estados Unidos, Samoa Americana.

3. Francia (1): Nueva Caledonia.

4. Territorios Transferidos: España a Marruecos y Mauritania: en 1976 España transfirió la ex colonia de Sahara Occidental a Marruecos y Mauritania, pero las Naciones Unidas no han reconocido ese acto. Y Gran Bretaña a Nueva Zelanda: En 1984 Gran Bretaña transfirió la soberanía de Tokelau a Nueva Zelanda, acto no reconocido por las Naciones Unidas.

EL SAHARA OCCIDENTAL

El Sahara Occidental es uno de los dieciséis territorios no autónomos bajo supervisión del Comité de Descolonialización de las Naciones Unidas, con el fin de eliminar el colonialismo. Su proceso de descolonialización fue interrumpido en 1976, cuando su antigua potencia colonial, España, abandonó el Sahara Occidental en manos de Marruecos y Mauritania (conforme a lo dispuesto en los Acuerdos de Madrid, ilegales según el derecho internacional). El territorio está ocupado actualmente casi en su totalidad por Marruecos, aunque la soberanía marroquí no es reconocida ni por las Naciones Unidas ni por ningún país del mundo, y es rechazada por el grupo independentista Frente Polisario (apoyado por Argelia), que proclamó su independencia en 1976 creando el estado de la República Árabe Saharaui Democrática (RASD), reconocido hasta el momento por 81 países. La RASD administra la región no controlada por Marruecos, el cual denomina oficialmente al territorio como sus Provincias Meridionales. Por otro lado, Mauritania ocupa la ciudad sureña de La Agüera.

ACUERDO DE MADRID

Según un informe solicitado por el Consejo de Seguridad al asesor jurídico de las Naciones Unidas, los Acuerdos de Madrid no hicieron a Marruecos ni a Mauritania potencias administradoras del territorio, por lo que este sigue siendo, a efectos jurídicos, un territorio no autónomo. Este informe (doumento S/2002/161) dirigido al presidente del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, y fechado el 29 de enero de 2002, indica en su párrafo sexto:

“El 14 de noviembre de 1975 España, Marruecos y Mauritania emitieron en Madrid una declaración de principios sobre el Sahara Occidental (el “Acuerdo de Madrid”), con arreglo al cual las facultades y responsabilidades de España, como Potencia administradora del Territorio, se transfirieron a una administración temporal tripartita. El Acuerdo de Madrid no transfirió la soberanía sobre el Territorio ni confirió a ninguno de los signatarios la condición de Potencia administradora, condición que España, por sí sola, no podía haber transferido unilateralmente. La transferencia de la autoridad administrativa sobre el Territorio a Marruecos y Mauritania en 1975 no afectó la condición internacional del Sahara Occidental como Territorio no autónomo.

POSICIÓN ESPAÑOLA

Dada la cualidad desde el punto de vista de la legalidad internacional del Acuerdo de Madrid, el papel de España sobre el oscuro e inextricable conflicto en el Sahara Occidental debe ser el de protección inmediata de los habitantes del territorio ante la posición de Marruecos. No existen dudas acerca de que España debe hacer uso de todas las vías diplomáticas posibles, simultaneando eventualmente la presencia de las FCSE, así como la de las fuerzas armadas si fuese necesario. Siendo la prioridad en todo caso garantizar la integridad de las personas afectadas en el conflicto y solicitando la supervisión, control y apoyo por parte de las Naciones Unidas de los medios que deban ser utilizados para restablecer el orden en el territorio que reclama su derecho de autodeterminación.

Un saludo, J. M. Mora

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