"Se puede engañar a todos poco tiempo, se puede engañar a algunos todo el tiempo, pero no se puede engañar a todos todo el tiempo". Abraham Lincoln.
Resulta extraordinariamente triste tener que asistir a la tomadura de pelo de un miserable traidor, sufragada con el erario público, como presagio riguroso de lo que supondrá su nefasta presencia en el escenario político español, muy lejos de la austeridad, —eso ya comenzará cuando se estime oportuno, al fin y al cabo el centro es la ausencia de principios—.
Recordemos los apoyos puntuales, diseñados por esta rata hacia la nefasta política del maleante ZP. Acordémonos de las soflamas autoritarias de D. Pepito, su encarnación en "golpista" tras el ilegal decreto de Estado de Alarma y la llamada de atención del Sr. Llamazares durante sus declaraciones justificando la medida infame: "haber si no se va a poder ahora aquí hablar", —exclamó durante su intervención—. Todo fue apoyado por este miserable político.
Verdaderamente lamentable presenciar las monstruosas deformaciones de su rostro en un casi imposible intento de desfigurar lo que de otro modo sería pura carcajada facial, risa a costa de los españoles del Sr. que no lee más que el marca; rebuscando entre los papeles que le han preparado en el propio partido y sobre los que no ha memorizado ni un sólo dato. Del Sr. a quien el desfile nacional le supone un verdadero"coñazo", y no es de extrañar en el nieto de aquel que fue vetado durante la dictadura franquista de la docencia universitaria, quizá pretende vengarse también, así lo parece.
La expresión de burla cuando el adversario político recaba información de entre los datos amasados en un infame programa electoral confeccionado desde las oficinas del partido, y sobre el que no tiene la menor idea. Es la burla hacia un pueblo despreciado por aquel que es colaborador necesario de la actual miseria que se vive, más en lo social que en lo económico.
Un verdadero parásito que no ha hecho nada para merecer la candidatura, más que apoyar una serie de medidas infames que conduzcan a la patria a una situación desesperada donde les sea obligado votar a quien las encuestas demuestran no querer ver ni en pintura.
Lamentable tener que cambiar la política de un "facies pétrea" con halo de criminal por la de un miserable que le apoya en todo momento pisoteando al pueblo para hurtarle su poder y su libertad. Grave error el de aquel invasor que pretende construir un Estado sobre la base de la privación de libertad de un pueblo.
Un saludo, J. M. Mora
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