domingo, 27 de noviembre de 2011

El crustáceo o decadópodo camina de perfil

Cádiz a 28 de noviembre de 2011

Majestad:

El hombre que pone a prueba tu Fe y busca su quebranto, sólo pretende justificar la ausencia de la suya.

¿Es justo, y debemos admitir en términos democráticos? —Cuando Señorías aquejados de un total inmovilismo durante largos años en altos cargos políticos, y previa creación de un clima de crispación, y finalmente de agotamiento y devastación basado en la remoción de antiguas heridas; sumado a la perversión y corrupción de las Instituciones que dan forma al Estado, habiendo creado un clima propicio para generar la rendición de un pueblo mancillado por una interminable lista de burlas inmerecidas e injustificadas—: ¿Es justo, digo, que utilicen los resortes institucionales para perpetuarse en el poder indefinidamente? 

Sin ser vano y sin interés alguno en dar cuenta o probar una gran erudición por parte del infrascrito, permítaseme, con el debido respeto; que ya, Marco Tulio Cicerón, en su conocida "Primera Catilinaria", hace referencia y mención expresa en el sentido de querer dar cuenta de lo que debe ser la pulcritud en la defensa constitucional y por ende nacional, por parte de los poderes destinados a su aplicación, moderación y construcción; a que: "Publio Cornelio Escipión Nasica Serapión, pontífice máximo, sin ser magistrado hizo matar a Tiberio Sempronio Graco por intentar novedades que alteraban, aunque no gravemente, la constitución de la república. De hecho, su muerte se produjo a golpes el día que se presentaba a un nuevo mandato, cuando un grupo de exaltados senadores y hombres armados, encabezados por Escipión Nasica, masacró entre 200 y 300 seguidores de los Graco con mazas y estacas, en el espacio abierto del templo capitolino, muriendo en la acción Tiberio, de un mazazo en la nuca y siendo su cuerpo arrojado al Tíber; —y a Catilina, que se apresta a devastar con la muerte y el incendio el mundo entero, nosotros, los cónsules, ¿no le castigaremos?" Y se sigue que: "Hubo, sí, hubo en otros tiempos en esta república la norma de que los varones esforzados impusieran mayor castigo a los ciudadanos perniciosos que a los más acerbos enemigos". Y más adelante: "Hay acampado en Italia, en los desfiladeros de Etruria, un ejército dispuesto contra la república, crece día por día el número de los enemigos: el general de ese ejército, el jefe de esos enemigos está dentro de la ciudad y hasta lo vemos dentro del Senado maquinando sin cesar algún daño interno a la república". Y más aún: "Morirás, Catilina, cuando no se pueda encontrar ninguno tan malo, tan perverso, tan semejante a ti, que no confiese la justicia de tu castigo".

Quiero continuar mi exposición señalando que desde muchos sectores de lo que conocemos como "cuarto poder", y a pesar de la clara inclinación partidaria que presentan en nuestros días fruto de la vorágine informativa y de la inmediatez de su difusión y posibilidad de acceso ciudadano;  fue criticada la pasada reforma constitucional, pongo por caso, dado que durante su proceso se omitió la consulta popular; y por más que esta fuese aparentemente poco substancial como reforma, se vulneró un derecho prioritario o primario con cuya acción se perdió el sentido propio del hecho constituyente. Y por tanto, poco objeto puede tener que se reforme algo que ha perdido su propio origen existencial en el instante en que se prescinde de la opinión de aquella voz que da sentido a la propia norma inicial.

En mi opinión, cuando durante el desarrollo propio de los avatares de la política se toman decisiones y se aplican sin guardar las formas, esta característica se manifiesta como un indicador de que se ocultan las verdaderas intenciones tras lo que aparentemente, sólo traerá bondades para el conjunto. —¿Acaso están acreditados, aquellos que han participado en la consumación del vilipendio constitucional como grandes gestores?, ¡grandes gestores!, —quizá de su patrimonio personal—, pero, ¿de la nación?, ¿por qué, en ese caso, habría que presuponer que su postura en cambio sí traerá beneficios, cuando su acreditación es la de los más pésimos gestores que se pueden recordar en la Historia Contemporánea?

En mi concepto, esas intenciones  ocultas se circunscriben a la distracción de la atención del conjunto al objeto de lo que podemos considerar "hurtar" su poder al mismo. Ese poder que la Constitución Española, nuestra Constitución, determina que nace, que emana, de la propia sociedad. La evidencia de lo ocurrido es aplastante, quizá mayor aún que la propia maledicencia de los autores implicados en el acto de omisión de la voluntad de todos; pueblo, que confuso y sin posibilidades de respuesta, es condenado por tan indigno acto a la sumisión y al quebrantamiento de su alma, de sus ideas, de su libertad y de todas aquellas cualidades que hacen al hombre digno de ser respetado. 

Los poderes del Estado, como todos conocemos, en buena lógica, deben nacer; emanar de la propia base que da sentido al Estado según se expresa en nuestra Ley Primera. Si SS.SS, aquellos que encabezan hoy las listas de los partido políticos que cuentan con mayor aprobación popular, consideran que es de temer y que es perjudicial para la nación que surja una voz entre los hombres, que expresando sus opiniones e ideas políticas pueda acceder a tan dignos cargos; y ese temor, es el que les ha llevado a adoptar esas medidas, entonces, SS.SS además de haber demostrado y avalado con realidades su pésima gestión, demuestran a través de la adopción de sus posturas que están lejos de encontrarse cualificados para el desempeño de las funciones que son connaturales al desarrollo de las responsabilidades propias de sus destinos. 

Efectivamente, pudo existir una carta enviada por el Sr. Trichet, según parece. Y es que el poder del hombre, del hombre llano cuya voz se alza desesperadamente desde la sede del pueblo, puede llegar a asustar por cuanto se puedan ver amenazadas sus posiciones de privilegio, a aquellos que utilizan la plataforma de los partidos como insoslayable muro que les proporcione el mantenimiento de un poder que sólo interesa a sus ocupantes. Pero es, que la fuerza de la verdad de este hombre llano, puede asustar incluso más allá de las fronteras de su propia nación y alcanzar sectores en toda Europa, de ahí, se puede comprender incluso el motivo de la carta del Sr. Trichet. 

En definitiva, y para circunscribirnos a hechos concretos más extensos en el tiempo, de lo que hablo es de que tratamos sobre tres Golpes de Estado de Palacio o Constitucionales ejecutados desde el propio Gobierno, con el apoyo del partido en la oposición; estos han sido: 1. Declaración en extrañas circunstancias y de dudosa legalidad de un Estado de Alarma. 2. Adelanto Electoral. 3. Reforma constitucional exprés con mandato exterior.

Constituyen éstos, verdaderos Golpes de Estado de Palacio necesarios para la consecución del objetivo que es el mantenimiento del poder político propiciados por el propio Gobierno y apoyados por la oposición, y, aquellos que en su concepto puedan poseer unas condiciones mínimas de criterio político, es decir, cualquier ser humano que aliente, sabe que lo que lo que se está expresando a través de estas líneas es completamente cierto.

Bien es verdad, que aún en estos términos, el hombre llano ha tenido la oportunidad de sobreponerse a toda esta situación tan desagradable para la convivencia social en armonía, para la democracia y para la libertad. Sin embargo, también es verdad que el clima creado socialmente se encuentra totalmente corrupto y en estas circunstancias debe considerarse que resulta extremadamente complejo poder nadar sobre las procelosas aguas democráticas. 

Considero que aquellos que están en los puestos de poder, en los puestos desde los que se tiene la posibilidad de influir sobre muchas personas; deben prescindir de considerar que una persona puede ser tratada de modo diferente según sus orígenes, y que según éstos, está obligada a demostrar cualidades que ni siquiera a ellos mismos les han sido exigidas. En mi opinión, las reglas del juego deben seguir siendo las mismas, y omitir entrar en corrupciones de los conceptos democráticos, tal y como se habían ido sobrellevando hasta el momento; fueren estos mejores o peores, pero al fin se trataba de la norma y por tanto sabe uno a qué atenerse cualquiera que sea su origen.

Pero si durante el proceso de "emanación popular", resultan tergiversados continuamente todos los conceptos, en base a que se debe exigir más y más a una persona porque debe demostrar más que otros que están en altos cargos, sinceramente me parece una burla y una estafa indigna de personalidades destacadas; y propia en mejor caso de personajes públicos que es algo distinto, diferente, e impropio de los poderes del Estado. 
En este sentido, me reitero en mi afirmación del día anterior respecto de que la verdad es la vida, y de que las mentiras o las medias verdades sólo son una mera cuestión de supervivencia que favorece en exclusiva a los manipuladores de la realidad. Lo cuestionable es: ¿Pueden y deben los que mancillan la verdad salirse con la suya? ¿Es inevitable? —¿Cuales han sido los hechos? Quizá haya algo de cierto en la afirmación de que la vida sólo merece ser vivida por los valiente, pero, —¿es un estafador un valiente, o un miserable?

Por incluir una idea, es cierto que en su último enfrentamiento, parece ser que gana: "El Emperador", pero también es cierto que antes de dicho enfrentamiento éste proporciona al "Gladiador" una soberbia puñalada en el costado al objeto de mermar sus condiciones durante el enfrentamiento. —¿Es esto justo?, ¿Es democrático?, ¿Es legal? —¿Por qué hace esto el "Emperador"? ¿Por miedo? ¿Deseo de mantenerse en el poder, quizá? ¿Supremacía sobre el pueblo? ¿Deseo de demostrar que se es lo que no se es? ¿Falsedad, timo, estafa, engaño? —o bien, es que el "Gladiador" era sencillamente un incompetente para su propia defensa y "El Emperador" un semidiós inasequible. —En mi opinión, el acto de la "puñalada", resulta sospechoso. —Y, ¿si todo es relativo, para qué sirven los Jueces, qué juzgan?

Hablando en términos llanos: amigos, compañeros, ciudadanos, sean bien hallados y sin ánimo doctrinal, buceemos en las procelosas aguas del relativismo aplicado a la política y en beneficio personal. En mi opinión el relativismo constituye un modo de pensamiento que puede ser utilizado deliberadamente en el sentido de deformar interesadamente la "validez" de la verdad y de la realidad; y que en general, cuando de él se hace un uso torticero, favorece al perverso y al malvado, poniéndolo en duda todo: Que el perverso sea perverso, que el malo sea malo: todo. Y por tanto, una vez confundidos los principios y los términos, la sociedad puede ser asumida como un simple rebaño sobre el que la vara y la piedra del amo requiere de pocos esfuerzos para que éstos cumplan con su voluntad superior.

Por eso, en mi concepto, lo que determina al hombre, son los principios. Considero que alguien que carece de principios, puede ser confundido con una especie indeterminada de aquellas que podemos encontrar sin distinción por niveles en nuestra escala filogenética. Y, ¿Qué son los principios? Los principios están directamente relacionados con la ética. Y la moral, es la aplicación de nuestros criterios éticos, que a su vez están basados en nuestros principios. Éstos principios en la sociedad europea occidental están a su vez orientados desde el cristianismo, cuya doctrina religiosa se basa en la consideración del prójimo y el respeto a los demás; y expone sus premisas y circunstancias a través de la Biblia. La Biblia, consideramos que es la palabra de Dios, escrita por el hombre, por tanto está lejos de ser perfecta; pero, sin duda, su intención se aleja de lo maligno, omite la pretensión de ser demoníaca o algo parecido parecido, ni su doctrina es asesinar o corromperlo todo, o hacer fuego de las cosas. Sino, por el contrario, respetar a los demás y todas aquellas consideraciones susceptibles en ese sentido.

Veamos un ejemplo: Si una mujer se encuentra dando a luz, y tras el parto, el médico sujeta entre sus manos al neonato y ante la aterrada mirada de su madre lo tira al suelo aún empapado en fluidos vitelinos y le impacta con la planta de su pié sobre la cabeza repetida e intensamente. —¿Eso está bien o mal? Supongo que todos estaremos de acuerdo en que parece poco constructivo. Bien, pues esto es la ética: aquellos principios que nos permiten distinguir entre lo que está bien y lo que está mal. Por ejemplo, no matar, es un principio; o no pisarle la cabeza a los neonatos. Luego, tenemos al "relativista", que pregunta, —¿pero por qué, por qué está mal?. —¡Oiga!, ¿Pero cómo que por qué? —. Bien, pues esto sería un principio ético. Y el resultado de la aplicación de este principio ético sería la moral.

Diríamos que tal o cual persona es un inmoral porque le ha quitado a tal otro tal cosa, y afirmaríamos que carece de buenos principios. Dado que los principios pueden ser buenos o malos. Es la ética, la que determina los principios constructivos, positivos o buenos. Y se considera inmoral la aplicación de los principios destructivos, negativos o perversos.

En este sentido, en general y en mi opinión, al perverso y al inmoral le interesa que la sociedad pierda o confunda sus principios; porque necesita una sociedad corrupta para poder desarrollar sus actividades corruptoras sin que éstas puedan percibirse con claridad, difuminadas sobre el escenario de corrupción moral y social del hombre. El perverso, el corrupto y el malvado, necesitan una sociedad anestesiada. Estas maniobras las va desarrollando el partido socialista comandado por el señor Rodríguez y apoyado por el señor Rajoy. Estas acciones se pueden circunscribir a tres situaciones que considero como Golpes de Estado Constitucionales ejecutados directamente desde el propio Gobierno, con el apoyo de la oposición.

Es decir, del mismo modo sin especial intención doctrinal, la maniobra del Golpe de Estado, es una maniobra que es entendida o percibida, dada nuestra reciente historia, desde la sociedad; fundamentalmente como la manifestación de un pueblo o de ciertos sectores del mismo que encontrándose en Franco desacuerdo con el poder establecido, y si tienen la oportunidad, recurren a él utilizándolo contra el Gobierno. Esta es la concepción tradicional que nuestro pueblo posee en la actualidad de forma generalizada sobre lo que representa un "Golpe de Estado", repito que a tenor de los sucesos más destacados en este sentido en nuestra historia más cercana, y coincidiendo con los inicios de nuestros avatares democráticos.

Sin embargo, nos encontramos en este caso, con la particularidad de que el propio gobierno en confabulación con la oposición, diseña una serie sucesiva de Golpes de Estado de Palacio contra el pueblo al objeto de perpetuarse en el poder político. Lo cual en mi opinión es inaudito en las actuales circunstancias, cuando precisamente esos que están en el Gobierno y en la oposición son los responsables de la pésima gestión administrativa y política que padecemos. Y porque además es justo lo contrario de la concepción lógica del Golpe de Estado per sé que cabría esperar en nuestras actuales circunstancias. Es decir; que de un pueblo cansado de tanta burla, surja un hombre que con la fuerza de la palabra ponga en riesgo la permanencia en el poder de los que en él están demostrando su pésima calidad gestora. Lo cual es estrictamente democrático y legal, y es además el principio básico que defiende el propio hecho constitutivo que representa en definitiva la voz del pueblo, y que nos configura en el escenario universal como hombres.

Entonces, ocurre que aquellos que están en el poder, se levantan contra el pueblo que demanda su libertad: Una aberración democrática, un vilipendio extraordinario, —"acciones dignas de las olimpiadas de la ética". Y lo desarrollan en tres fases bien diferenciadas: 1. Decreto de Estado de Alarma; discutido, discutible y sospechosamente ilegal. 2. Adelanto electoral; hay que aclarar que un adelanto electoral está lejos de ser algo baladí. 3. Reforma constitucional acelerada.

En mi concepto, estos hechos, constituyen tres Golpes de Estado Constitucionales que en una democracia que pudiéramos considerar como "habitual", no se producirían ni serían de recibo, porque son claramente antidemocráticos y para-legales cuando menos. De forma tal, que los señores que los han llevado a cabo han diseñado estas estrategias al efecto de distraer poder al pueblo amparados en una política de muy bajo perfil, y para impedir con esto que se pueda renovar el poder con alguna voz emanada del propio pueblo, lo que representa un principio esencial de la democracia. Por tanto, están lejos de ser demócratas y su comportamiento supone un desafío propio de las dictadura más infames y amañadas y plagadas de continuos golpes de estado constitucionales que desde el propio Gobierno, sólo pretenden condenar al pueblo a la obediencia a aquellos que han demostrado ser pésimos gestores y arrastrar a la nación hacia el abismo de la ignominia.
  
Volviendo al tema antes enunciado quiero matizar en la referencia acerca de la contienda sobre el circo romano, que en mi opinión, merece muy poca consideración aquel que se ríe del "Gladiador" tendido sobre el suelo del circo y además le llama perdedor, mientras adula al "Emperador"; cuando éste, previamente al acto del combate le ha asestado una mortal puñalada a su adversario. El comportamiento de unos es despreciable, pero el de los otros se adentra en las profundidades de la miseria humana más deleznable y constituye de nuevo una falta grave a la verdad y a la realidad de los hechos.

Esta es la realidad, y esta es la verdad; ante una sociedad totalmente anestesiada acallada e incapacitada para poder defenderse. Pero lejos de terminar aquí el relato de unos acontecimientos propios de las más nefastas dictaduras, uno de los últimos recursos que han sido utilizados para acallar y someter aún más a la población ha sido el bloqueo masivo de los diferentes canales de comunicación con los que cuenta la población a través de la conocida red, y que están representados por diferentes empresas internacionales que ponen a disposición de todos, fórmulas para la comunicación ínter personal que son dignas de tenerse en consideración porque son creadoras de opinión, al margen de aquellas que hasta hace bien poco en el tiempo poseían en exclusividad esta posibilidad.

Expresaré a través de estas líneas, que para bien o para mal, conozco muy bien como funciona la mente del perverso y la del malvado. Fruto de este conocimiento, surge la frase: El hombre que pone a prueba tu Fe y busca su quebranto sólo pretende justificar la ausencia de la suya. En mi concepto, esta frase encierra una profunda reflexión sobre la perversión humana. 

"Perverso"; es una palabra que se utiliza para determinar aquello que es profundamente malo. Algo que es maligno, que encierra mucha maldad. De aquí podemos deducir que existe una diferencia, simplificando mucho, entre el hombre malo y el perverso. El hombre malo, hace el mal y no lo oculta, es malo y todos saben que lo es. El perverso, sin embargo, es bastante más complejo, confuso y su "personalidad" puede resultar engañosa. Tiene un toque más "demoníaco", para entendernos, "satánico". 

Puede aparentar incluso, el perverso, que está haciendo un bien. Es capaz de deformar la realidad de tal manera que a pesar de que está haciendo mucho daño puede parecer que es debido a que es intelectualmente pobre, o porque es incapaz de darse cuenta de lo que hace, o por mil razones distintas. Además, quizá en el perverso puede existir en ocasiones una componente fuerte de oligofrenia, idiocia, o tara psíquica. Es decir, suele haber una componente importante y subyacente de etiología oligofrénica o de idiocia.

La oligofrenia es un síntoma que se da en algunas enfermedades y síndromes congénitos o adquiridos que se caracterizan por un componente de cociente intelectual muy pobre. Hago una referencia a modo de recuerdo de la macabra existencia y la hedionda realidad en que sumió a todos aquel ciudadano americano célebre por su foto con la esposa de Jimmy Carter, no digo más. El tema ya fue abordado con anterioridad.

Sólo destacar que la realidad, es que se trataba de un pervertido profundo, un ser extraordinariamente perverso con una componente añadida de bisexualidad que había dividido sus dos esferas sexuales acompañándolas simultáneamente de: por un lado una apariencia de normalidad y felicidad propia de un triunfador y por otro lado la inmersión propia en los abismos de la miseria más abyecta del alma humana. Ambas realidades se anexaban por un hilo que evidenciaba aquella de las dos a la cual se pretendía ocultar, es decir aquella de la que se conocía que no era aceptada, éste nexo era: el hedor.

En el caso del señor Rodríguez, posee la capacidad, por otro lado frecuente en los estados de perversión, de hacer pensar a los demás que es muy bueno, creando una falsa apariencia de bondad que hace considerar a todos que quizá es un poco bobo pero que es un buenazo que comete algunos errores. Las personas, terminan pensando que sus errores en realidad tienen alguna causa y lo justifican todo. Sin embargo, la realidad, es un fuerte y desagradable "hedor" y la permanencia al borde del abismo de toda una nación.

Sin embargo, su odisea maligna está muy lejos de haber acabado con su marcha del Gobierno, si esta llega a producirse. Aún nos quiere dejar un mal mayor si cabe. Este es su heredero, el heredero de un universo perverso ideado a su imagen y semejanza y el mantenedor de su legado. Ha diferencia del perverso, nos encontramos con un ser maligno según se desprende de sus actuaciones políticas, que han consistido en apoyar todas y cada una de las mayores aberraciones democráticas y certeras perversiones de quién fue su compañero de Hemiciclo.

Apoyó el decreto de Estado de Alarma, apoyó el adelanto electoral y apoyó la reforma constitucional. Apoyó a sabiendas al perverso y le acompañó en sus perversiones. Lo hizo por conveniencia propia, por un interés particular. En mi concepto, esto es suficiente demostración de la catadura moral del "segundo interfecto" y sobre quien demando por la vía de la exposición de los hechos su desaparición del escenario político nacional e internacional. Son hechos que entrañan una gravedad severa. Pero si quizá estos no fuesen suficientes; una vez que el personaje público se ve en presumible situación de proceder al gobierno de la nave a la deriva, comienza a hacer unas declaraciones dignas de ser consideradas en su calidad de inconvenientes.

Estas son las siguientes: 1. El hombre, señala que ; —"…no hay que fijarse en las cosas insignificantes…". Declaración que en mi opinión equivale en cierto modo a la prisa que suelen tener los que comenten un delito. Y que viene a suponer; —no se fijen ustedes mucho en las chapuzas que estoy haciendo para perpetuarme en el poder—. 

Pero, cómo que no hay que fijarse en las cosas "insignificantes". Deberá decirse todo lo contrario; precisamente, hay que fijarse en los detalles, o vamos a coger ahora la garrota y empezar de nuevo el hilo de la Historia con un hueso de pollo atravesado en la nariz. Fijarnos en los detalles, es lo que nos acerca a lo justo, a la verdad y a la realidad de las cosas como lo ha expresado de forma acertada nuestro último premio novel de literatura y con cuya apreciación me permito estar de acuerdo, y que es la antítesis de esta afirmación grosera, tosca y en definitiva contraria a las medidas que deben observarse en una sociedad a la deriva.
El perverso pervierte los principios, así crea el modelo de sociedad que le interesa, por otro lado el maligno lo emborrona todo lo tacha y lo aplasta porque la realidad está lejos de gustarle como es, y pretende ocultarla. Así, sencillamente, les dice a todos, esto que estoy haciendo; es algo que está muy mal, pero ustedes miren para otro lado: ridículo. Este está lejos de ser un buen principio y tampoco un buen consejo. 

En nuestras actuales circunstancias, es posible que afirmar que parece inadecuado que se le instruya a un hijo sobre la base de que deje de fijarse en los detalles, y de que mire para otro lado y tire para delante situado de lado como algunos crustaceos, sin principios; puede caer en saco roto. Empero, esta dinámica, sólo crea una sociedad débil que se empobrece día a día como demuestran nuestras actuales condiciones. Creo que esa es una mala educación, que interesa sólo al que ostenta el poder y que requiere de una sociedad confundida. Definitivamente, al margen de "relativismo", deja de ser un buen principio.

Otra cuestión manifestada, que me parece grave en cuanto a su contenido son esas afirmaciones en relación con circunstancias personales cuales son: —"…yo llevo aquí treinta años; yo soy el presidente del partido popular; yo he dado tantas o cuantas vueltas a España; yo he hablado con tantas y tantas personas; yo he hablado con tal o cual dirigente; yo he… yo he… o yo soy… yo soy…"—.

Esto me parece impropio o incluso indigno de una persona a la que se le supone que debería poseer a estas alturas cierto peso moral dado la cantidad de años que lleva en sus diferentes puestos, cuando menos. Además supone el querer arrogarse en exclusiva ciertos derechos adquiridos por el hecho de que el mismo lleve ahí una cierta cantidad de tiempo. En mi opinión, el tiempo que una persona lleve en un lugar significa nada más que eso: tiempo, y quizá un sillón aplastado.

Creo que son síntomas pésimos en las actuales circunstancias y propios de aquel que sabe que ha hecho poco o nada para merecer esta cosa o la otra y que pretende justificarse de ese modo. Quien tiene que andar presumiendo de que —"…yo soy…, yo llevo aquí…—, haber si va a resultar que el que presume de tantas cosas sólo pretende justificarse a sí mismo como merecedor de algo, cuando en realidad ha hecho bien poco para merecer distinción alguna. Creo que estas cosas pasan cuando uno tiene mala conciencia.

Considero que la realidad es la utilización de la plataforma de los partidos para producir el aplastamiento de las ideas y de las libertades y de los hombres. Alguien que ha fomentado y participado en la elaboración del triunfo de la maquinaria democrática sobre el pueblo.

Estas circunstancias, suelen ocurrir cuando se está durante un largo período en la política, que con el tiempo, se degenera, se degenera el concepto político y uno va buscando resquicios para sacar partido o ventaja y al final lo que hace es corromper el estado en beneficio propio y perjuicio de los demás. Esta es la realidad. Y esta es la verdad. Un presidente poco razonable y perverso en confabulación con un político degenerado que ha degenerado en mayor corrupción aún del propio sistema estatal; y que se escuda en cierta ventaja heredada fruto de la gestión política del Sr. Aznar.

De hecho, nada más obtenerse el resultado electoral actual, que ofrece una victoria técnica al Partido Popular, lo primero ocurrido ha sido que el riesgo país se ha vuelto a disparar de forma simultánea al desplome de la bolsa. Muy al contrario de los vaticinios, creo que interesados, de muchos medios de comunicación cuyos criterios parecen cambiar junto con los acontecimientos políticos.

Es por esto que para concluir, quiero rememorar una palabras extraídas de nuevo; como se hace referencia al principio de estas líneas, de la primera catilinaria de Marco Tulio Cicerón, que dicen: " Pero ya atacas a toda la república, ya pides la muerte para todos los ciudadanos, y la ruina y devastación para los templos de los dioses inmortales, para las casas de la ciudad, para Italia entera; por lo cual, aunque no me atrevo a ejecutar lo que es privativo de mi cargo y autoriza la práctica de nuestros mayores, tomaré una determinación menos severa y más útil al bien común. Porque si ordenara matarte quedarían en la república las bandas de los demás conjurados; pero si te alejas —como no ceso de aconsejarte— saldrá contigo de la ciudad la perniciosa turbamulta que es la hez de la república. ¡Y qué, Catilina! ¿Vacilas acaso en hacer, porque yo lo mande, lo que espontáneamente ibas a ejecutar? El cónsul ordena al enemigo salir de la ciudad". 

Un saludo, J. M. Mora

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