Cádiz a 2 de Julio de 2010
El sujeto en cuestión, infinitamente aguijoneado durante su trayectoria vital por una realidad que se contrapone a su propio ser, deviene en un estado de deriva cognitiva esquizoide en la que mezcla conceptos relacionados con alguna ideología, mediante gestos desacompasados destinados a imbuirnos de que sus actos son fruto de la reflexión. Nada de esto es cierto; tras su máscara de pánico existencial, refugiado en la “ensoñación bambiniana”, se oculta un sobrecogedor vacío, una intrínseca nada.
Se presenta por un lado el reto de la divergencia política, con su marcado carácter atravesado, su profundidad de alberca ideológica donde se baña el timo en estado puro, y por otro lado las características cognitivas del actor que interpreta el papel de líder de una formación que conduce demostradamente a la pobreza, a la pérdida de derechos, al totalitarismo, al hastío y al desastre social. No estamos pues, ante un socialismo a la vieja usanza sino ante un socialismo genuino y esquizofrénico.
Si algún interlocutor, nos preguntase fuera de nuestro país: ¿En tú país que forma política hay? Deberíamos contestar: Bueno, hay una monarquía parlamentaria; un parlamento donde puede uno estar sentado veinte años sin decir nada como un indigente en un parque, y en la actualidad nos gobierna un partido político cuya ideología podría definirse como esquizosocialismo mangoactivo rostrointensamentepétreo clitorial zoodiverso bambiniano y pajinllero.
RAE, online; Timar: 1. Quitar o hurtar con engaño. 2. Engañar a alguien con promesas o esperanzas. En las declaraciones de un gobernante político destacado, se puede comprender la necesidad de la rectificación puntual, todos podemos equivocarnos y rectificar es honesto. Pero cuando todo lo que proclamamos no se ajusta a la realidad; o somos unos incompetentes extraordinarios, en cuyo caso la dimisión es la única vía honrada, o de lo contrario estamos timando, haciendo uso del sistema.
El timo, es por tanto la característica definitoria de este gobierno, entre otras igualmente deplorables. Vuelvo a repetir que si una persona se equivoca y rectifica, bueno está, pero estar continuamente rectificando y no dimitir, ni admitir la pésima capacidad de gestión constituye consecuentemente un timo en toda regla. Si sobre todo esto se hace una política de desvirtuación del adversario político como maniobra substancial, tanto para distraer la atención como para dañar, además se carece de moral.
Se ha generado durante décadas, en los medios de comunicación más populares, una política de destrucción del pensamiento, hasta el extremo de que hoy, en nuestra sociedad, si dices en un medio de comunicación “fascista”, el 90% de la población no tiene ni idea de qué estas diciendo, y piensa que es algo muy grave si se dice que se considera un insulto, y eso sí lo entienden. Por tanto, vuelves a quedar como “la derecha que insulta”, así está la cosa.
La desvergüenza política y el timo son las dos características fundamentales de nuestro gobierno, no sé si me explico con suficiente claridad. Desvergüenza política, significa que en la gestión política se carece de vergüenza. RAE, online; Vergüenza: 1. Turbación del ánimo, que suele encender el color del rostro, ocasionada por alguna falta cometida, o por alguna acción deshonrosa y humillante propia o ajena. 2. Pundonor, estimación de la propia honra. Hombre de vergüenza. …Bien, pues se carece.
Un saludo, J.M. Mora
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