Cádiz a 18 de Julio de 2010
Resumen de la ideología de un ser de izquierda: ―… ¡Claro, claro, pero es que tú, es que tú!... ¡Sí, sí, pero es que yo, es que yo!―. Luego de su clara y explícita argumentación el ser de derecha le cede el paso. Pasado un tiempo todo es polvo. Entonces el ser de izquierda argumenta que para su gran obra se necesita más tiempo. El ser de derecha se sacrifica y le cede tiempo ilimitado, finalmente, el ser de derecha acaba extenuado y muere y el ser de izquierda tremendamente gordo, eructa.
Pongamos que el movimiento es una ley universal y fundamento de la vida. Supongamos que cuando el ser de izquierda masculla: ―…pero es que tú, es que tú…―, se refiere al movimiento propio de tu existencia y del desarrollo de tu personalidad, conceptos ambos constitucionalmente protegidos. Traslademos esto al ámbito de la república, en el marco de la coexistencia vertical. Puerta frente a puerta, derecha he izquierda conviven la herencia franquista, en exVPO…, y es su mirada origen de acusación.
Un ser de izquierda, te acusará de ser responsable del Alzamiento y de múltiples fusilamientos; pero si tú le respondes que su ideología fue la base del stalinismo, responsable de millones de muertes, entonces te dirá que eso son cosas del pasado.
De nuevo, trasladando el “giro copernicano” al escenario de un pasillo vertical en exVPO con dos puertas físicamente enfrentadas, tras el umbral de las cuales se encuentran seres humanos. Ambas puertas cerradas no dan lugar a interacción entre los sujetos, empero si una de las puertas está permanentemente abierta durante 50 años, la interacción de los físicamente opuestos, es inevitable y aparentemente legal. No obstante Kant justifica, al vulgo entender, que el problema nace de la existencia del opuesto.
Un saludo, J.M. Mora
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