viernes, 22 de abril de 2011

República Popular China, "capitalista colectivo ideal", 1978

Cádiz a 23 de abril de 2011

China, en chino "Chung-hua", es el 4º país con mayor superficie del globo, de hecho es uno de los países de mayor extensión junto con Rusia, Canadá, Estados Unidos, Brasil o Australia, por este orden. Su territorio ocupa 9.596.961 Km², sobre el continente asiático.

Sus más de 1.300 millones de habitantes le hacen el país más poblado del mundo con aproximadamente la quinta parte de la población mundial.

Es una República Socialista gobernada por el Partido Comunista de China según un régimen de partido único (unipartidista) que administra veintidós provincias, a saber: Heilongjiang, Jilin, Liaoning, Qinghai, Gansu, Shaanxi, Shanxi, Hebei, Sichuan, Hubei, Henan, Shandong, Anhui, Jiangsu, Yunnan, Guizhou, Hunan, Jiangxi, Zhejiang, Hainan, Guangdong, Fujian, Taiwan.

Cinco regiones autónomas, nada despreciables por su extensión: Xinjiang, Mongolia Interior, Tíbet, Ningxia, y Guangxi).

Cuatro municipalidades: Pekín, Tianjin, Shanghái, y Chongqing.

Y, dos Regiones Especiales con un algo nivel de autogobierno: Hong Kong y Macao.

Su capital es Pekín y la ciudad más poblada del país es Shanghái.

Dentro de su territorio acoge distintos tipos de paisajes y ecosistemas, desde las praderas y estepas de Mongolia y Manchuria y los desiertos de Gobi y Taklamakán, situados en el seco norte a lo largo de la frontera con Mongolia y de la Siberia rusa, hasta los bosques subtropicales ubicados en el húmedo sur del país, próximo a Laos, Vietnam y Birmania. En el oeste se sitúan las altas cordilleras montañosas del Himalaya y Tian Shan, que ejercen de frontera natural entre China e India y Asia Central. El este del país está bordeado por una baja línea costera de 14.500 kilómetros de longitud bañada por el Mar de la China Meridional y por el Mar de China Oriental, que también baña las costas de la Isla de Taiwán, la Península de Corea y Japón.

Según la OMC, China es el primer exportador mundial para agosto de 2009. Poco a poco el país se ha ido convirtiendo en una superpotencia mundial, factor que se ha incrementado en los últimos 20 años.

Las ciudades más importantes son Pekín, Shanghái y Hong Kong.

Catay: Nombre de origen mongol que en Europa, durante la Edad Media, se dio a china; a partir de Marco Polo.

Apunte histórico

El medio geográfico ha ejercido una innegable influencia en la evolución de la civilización china. Ésta nació en la gran llanura de aluvión formada por el río Amarillo. La fecundidad de la tierra amarilla (oler) atrajo desde muy antiguo a los agricultores chinos a las mesetas occidentales. Las cuencas y las montañas situadas al O de las tierras cultivadas han estado habitadas por nómadas, cuyo constante trasiego ha sido una amenaza ininterrumpida para los sedentarios.

Al S del Yang Tsê, con tierras muy aptas para el cultivo, las poblaciones no eran chinas, pero, al ponerse en contacto con los colonizadores campesinos venidos del N, adoptaron su género de vida y poco a poco se asimilaron a ellos. La civilización china se adaptó al nuevo medio y sustituyó el trigo por el arroz como planta principal. Así, pues, el territorio chino se formó progresivamente de E a O, y sobre todo de N a S, a través de una gigantesca obra colonizadora, que durante mucho tiempo absorbió todas las energías del pueblo chino. La extraordinaria diversidad de las condiciones naturales, e incluso de los orígenes étnicos, favoreció ciertamente la persistencia de regionalismos —y la historia china registra a menudo resurgimientos de tendencias centrífugas—, pero de todos modos se impuso una unidad superior, fundada en una determinada organización social vinculada a un género de vida agrícola.

El país tuvo una evolución autónoma poco relacionada con el exterior. Sin embargo, este aislamiento sólo fue relativo: las estepas de Asia central actuaron a la vez como nexo de unión y como obstáculo, y las montañas del Himalaya no impidieron el contacto con la India; no obstante, estos límites naturales dieron cierta originalidad a la civilización china. Esta misma originalidad contribuyó a hacer de China la educadora de toda Asia oriental.

Los antiguos historiadores chinos sitúan al principio de su historia una serie de soberanos que, según ellos, reinaron en épocas muy lejanas. Los presentan como sabios e inventores de técnicas y de instituciones. En realidad, se trata de personajes puramente legendarios, aunque sus rasgos míticos estén atenuados por una tendencia racionalista y moralizan. Según los confucianistas, los primeros príncipes de la historia que merecen ser mencionados son Yao, Shuen y Yu. Los tres son modelos de sabiduría. El último aparece como un ingeniero hidráulico que atajó una gran inundación; se trata del fundador de la primera dinastía china, la de los Hia. Pero no conocemos nada de dicha dinastía, situada en una época prehistórica. Estas leyendas ponen de relieve una civilización agrícola y patriarcal cuyos principales rasgos también lo son de la vida china posterior.

Reinos y dinastías:

Los Chang: La dinastía Chang, (o Yin, y también Chang-yin), que sucedió a los Hia, pertenece ya a la historia: las excavaciones han determinado el emplazamiento de su capital en la región del actual Ngan-yang (Ho-nan). Muchas inscripciones fechadas, hechas en hueso o en caparazones de tortuga, han proporcionado abundante información sobre esta época. Antes de establecerse en Ngan-yang, los Chang tuvieron otras capitales. Representan la civilización del bronce, que parece floreciónPechili y en la península de Chan- ton, para luego remontar el río Amarillo e instalarse en la región de Ho-nan.

Los Cheu (c. 1050-240 a. J. C.)

Los Ts'in (249-206 a. J. C.)

Los Han (206 a. J. C. - 220 d. J. C.)

Con el fin de los Han se inició un período de guerra civil y de atomización política que duró cerca de cuatro siglos. En un principio, China se dividió en tres reinos: el reino de Shu, fundado por Lieu-pei en Sse-ch'uan, considerado como continuador de la casa de los Han; el reino Wei, de la familia Ts'ao, en las provincias del N, y el reino Wu, de la familia Suen, al S. De 265 a419 la dinastía de los Ts'in restableció la unidad nominal de China. Aunque políticamente débil, esta dinastía ofrece una época interesante para las artes y las letras. Pero pronto empezaron las grandes invasiones. Los bárbaros fundaron verdaderos reinos en el N y O de China. En la época de los Tres reinos, los hiong-nu meridionales, impelidos hacia el S por los Senpei, pueblo protomongol que había ocupado la Mongolia exterior, se instalaron en el interior de la gran curva del río Amarillo y, posteriormente, al N del Shan-si. Uno de sus jefes se proclamó emperador en 308; en 311 hizo prisionero al emperador Ts'in. La casa imperial tuvo que refugiarse en el S: durante tres siglos Nankín fue la capital del imperio nacional, reducido a la China meridional. Así, pues, este territorio, sinizado bastante tardíamente, fue el principal centro de la civilización china, mientras que el antiguo N se veía periódicamente invadido por hordas bárbaras que no tardaban en ser asimiladas. Al N del reino hiong-nu se asentaron otras tribus de origen nómada. Fueron particularmente importantes los Tabghach (en chino, T'o-pa), que se establecieron en el N del Shang-si a fines del s. III: esta tribu turca fundó, a fines del s. IV, un reino que tomó el nombre dinámico chino de Wei y que eliminó los efímeros reinos creados por otros Barbaros. La dinastía Wei es célebre en la historia de China (386-556) por la instauración de una cultura budista, de la que se conservan prestigiosos monumentos (santuarios rupestres de Yun-Kang y de Long-men). Mientras tanto, en el S los Ts'in fueron remplazados por una dinastía Song (los Song de la familia Lieu, que no hay que confundir con los grandes Song del s. X), que reinó en Nankín de 420 a 479. Los Song fueron sucesivamente sustituidos por los Ts'i (479-502), por los Lêng (502-557), cuyo primer soberano Leng Wu-ti es célebre por su religiosidad budista, y por los Ch'en (557-589). En el N se instalaron en el poder los Suei (581-618), quienes restauraron la unidad china al conquistar el imperio del S en 589. En este momento se abatieron sobre la nueva potencia turca aparecida en la alta Asia. En efecto, durante el s. VI se habían constituido dos imperios turcos: el de los turcos orientales, con centro en Karakoram, en el Alto Orjon, y el de los turcos occidentales, en la región de Ili y en el Turkestán occidental. Los soberanos de la dinastía Suei aprovecharon las discordias aparecidas entre ambos estados turcos para restablecer la supremacía china en Asia central. Pero su política de expansión sufrió graves fracasos en Corea, lo que ocasionó en 616 una revuelta general.

Los T'ang (618-907) y las Cinco dinastías (907-959)

Los Song (960-1280)

Los Yuang (1280-1368)

Los Ming (1368-164)

La dinastía manchú (hasta 1840)

La penetración europea (1840)

De la guerra chino-japonesa a la revolución (1894-1911)

De la revolución liberal a la revolución comunista (1911-1949)

La República Popular China: Instituciones;

La República Popular China ha contado con tres constituciones (1954, 1975 y 1978, esta última vigente en la actualidad), pasando de un "estado de dictadura democrático-popular" (1954) con diversas formas combinadas de poder económico (estatal, capitalista, cooperativista, etc) a un "estado socialista de dictadura del proletariado" (1975) con dos formas de propiedad (socialista de todo el pueblo o estatal y socialista colectiva del pueblo trabajador). El poder del estado, inicialmente repartido entre la asamblea nacional popular, la presidencia del estado y el consejo de estado o gobierno, bajo el control del P.C.Ch. —que controlaba, a su vez, a las fuerzas armadas—, evolucionó hacían nuevo equilibrio mediante formas directas de poder popular (1975: comités revolucionarios, comunas populares), la liquidación de la presidencia y el control del ejército por el partido. Sin embargo, en 1978, la asamblea nacional popular (elegida por cinco años sobre base provincial, de regiones autónomas, municipios bajo el dominio directo del poder central y el ejército) perdió peso relativo frente al consejo de estado (presidido por un primer ministro elegido por la asamblea bajo recomendación del comité central del P.C.Ch.), mientras que los poderes de base se convertían en instrumentos de control del poder central y el ejército recuperaba una relativa autonomía como aparato represivo-militar. Confirmadas las libertades básicas de 1975, en 1978 se añadió la libertad religiosa; el estado se convertía en "capitalista colectivo ideal" (mejora de retribuciones, condiciones de trabajo y bienestar social a cambio del incremento de la producción).

El Partido Comunista de China, fundado el 1 de julio de 1921, constituye la fuente del poder político. Es, además, el organismo conductor de toda la sociedad china, incluidas sus fuerzas armadas.

Información:

Prensa. Debido principalmente a los "grupos de lectura", promovidos por el Partido entre las organizaciones populares (escuelas, fábricas, comunas, etc.), la difusión de la prensa ha aumentado notablemente en los últimos tiempos. Los diarios de Pekín son: el Kung-jen jih-pao (Diario de los trabajadores), fundado en 1949; el Fen-min jih-pao (Diario del pueblo) fundado en 1948. En Shanghai se edita el Chief-fang jih-pao (Diario de la liberación), fundado en 1949. El de mayor tirada es el Fen-min jih-pao, con un millón de ejemplares. El Chief-fang chiim-pao, órgano del ejército y el Kuang-ming jih-pao, independientes, son los únicos que no dependen del Partido Comunista. La revista bimensual Hung-chi (Bandera-roja) tira más de un millón de ejemplares. Se edita un boletín de noticias en diferentes lenguas (castellano, Pekín informa). A partir de la revolución cultural, adquirió gran importancia el periódico mural (dazibao) órgano de expresión de las masas.

Radio y televisión. Se concede igual importancia a la escucha privada de la radio como a las colectiva; ésta, organizada sobre todo en el campo, contribuye casi más que la prensa a la educación política de las masas. La Emisora central de radiodifusión del pueblo posee 5 centros emisores y controla 117 emisoras locales. Funcionan 30 estaciones de televisión y existen otras en fase experimental.

En internet, encontramos:

http://spanish.china.org.cn/

http://www.marxists.org/espanol/tematica/china/pekininforma/index.htm

Religión: La religión antigua.

Divinidades. Los chinos creían que el mundo estaba poblado de genios y divinidades, sobre cuya naturaleza apenas han dejado testimonio escrito. A la cabeza de su panteón estaba el Señor de lo alto, Shan-ti, dios del cielo, y el soberano Tierra, Heu-t'u, dios del suelo del imperio. Ambas divinidades eran masculinas: la idea de dualidad masculinon-femenina es ajena a la primitiva mitología china. Shang-ti era no sólo el señor del cielo, sino también el rey de los muertos y el dueño de los asuntos terrenales. De él procedía la autoridad de que gozan los soberanos, llamada t0ien-ming, "poder celeste". Para ayudarle en su tarea tenía junto a sí una serie de auxiliares, llamados como él ti: las almas de los antiguos soberanos y de sus ministros, y otros personajes divinos. Los soberanos chinos ostentaban el título de Hijos del cielo, porque cada dinastía estaba vinculada míticamente a un primer antepasado, que era verdaderamente Hijo del cielo. El rey era responsable ante el cielo. Su falta de virtud podía desatar la cólera del cielo, que se manifestaba en calamidades, sequías, inundaciones o epidemias. Heu-t'u gobierna todo el mundo habitado, el territorio que está "bajo el cielo", t'ien-hia. Sus subordinados, los dioses del suelo regionales y locales, eran también objeto del coto popular. Eran representados por una piedra sin labrar, que servía de anaquel en los sacrificios y se erigía primitivamente al N de un árbol plantado en un otero en medio de un bosque sagrado. Entre los dioses de las montañas, de los ríos y de los mares, el más célebre en la época antigua era el dios del río Amarillo, Ho-po, el "conde del río", señor de todas las aguas. En muchos lugares ribeteños, y hasta el s. IV a J.C., era arrojada cada año una doncella a sus aguas para que se desposara con el dios.

Sacerdotes.

Lugares de culto.

El culto de los antepasados.

La adivinación.

Religiones y filosofía en la China imperial:

El Budismo en China.

En Confucianismo, Doctrina del Estado. (S. II a. J.C.)

Los Comentaristas. Ma-jong y Cheng-hiuan (s. II d. J.C.)

El Neoconfucianismo. Cheu Tuenyi (1017-1073)

El Confucianismo bajo los Ming y los Ts'ing

La religion popular moderna:

Durante siglos, las tres grandes religiones chinas: confucianismo, taoísmo y budismo, han sostenido luchas entre sí, abiertamente unas veces, solapadamente otras, que las han ido desgastando lentamente. El budismo y el taoísmo se vieron obligados a ceder ante el confucianismo y dejaron prácticamente de existir, como sistemas religiosos definidos, entre los ss. VII y XIV.

Si no como sistema religioso, como sistema rector de costumbres, el confucianismo ha conservado su influjo, bien que en un círculo restringido y, fundamentalmente, a través de su Libro de piedad filial, especie de catecismo de moral privada, que permanece como base de la educación moral en todas las clases de la sociedad. Sin embargo, con anterioridad al régimen político actual, predominaba una religión de tipo popular, formada por la absorción de elementos de las tres religiones, curiosas mezcla de ideas elevadas y supersticiones groseras. La mentalidad religiosa del pueblo chino se caracteriza por una innata indiferencia por las doctrinas. Su preocupación era la de poder recurrir a los servicios religiosos de bonzos budistas o taoístas en los momentos de necesidad (funerales, especialmente). Las prácticas religiosas (innumerables y menudas) se dirigían fundamentalmente a defenderse de los malos espíritus; a su lado, un ciclo de fiestas daban lugar a ritos de tipo familiar y a reuniones, de carácter ferial, en los templos. La más importante de estas fiestas populares es, seguramente, la del nuevo año lunar, seguida de la pintoresca fiesta d las farolas, que se celebra a los quince días de la primera luna, durante la cual se llevaban en procesión linternas de papel, de formas y colores varios. Citemos, entre las restantes, la de los muertos (Ts'ing-ming), durante la cual se visitan las tumbas, a principios de abril: la fiesta del solsticio de verano, el 5º día del quinto mes; la fiesta femenina llamada de la Tejedora (divinidad estelar que se invoca a fin de conseguir descendencia y adquirir destreza en las labores femeninas); el 7º día del séptimo mes y, finalmente, la de la luna, el 15 del octavo mes, en la que se regala a los niños conejos y "pasteles de la luna". 

Un saludo, J. M. Mora

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