lunes, 2 de abril de 2018

505 CITAS CONTRA LA DEMOCRACIA (Español)

1. «¡Insensatos quienes creen que el todo vale más que una parte suya!».

Hesíodo (VIII a. C.-VII a. C.),
polímata griego.

2. «La peor forma de desigualdad es tratar de hacer que las cosas desiguales sean iguales».

Aristóteles (384 a. C.-322 a. C.),
polímata macedonio.

3. «Aquellos que tienen la virtud siempre en sus bocas, y son negligentes al practicarla, son como un arpa, que emite un sonido agradable para otros, mientras que en sí misma es insensible a la música».

Diógenes Laercio (180 d. C.-240 d. C.),
polímata romano.

4. «El gobernante absoluto puede llegar a ser un Nerón, pero también puede ser un Tito o un Marco Aurelio; el pueblo frecuentemente es Nerón, pero nunca Marco Aurelio».

Antoine de Rivarol (1975-1801),
escritor y periodista francés.

5. «¡La libertad del pueblo no es mi libertad!».

Max Stirner (1806-1858),
educador y filósofo alemán.

6. «La democracia es la forma de gobierno más vil».

James Madison (1751-1836),
cuarto Presidente de los EE. UU.

7. «El mal del que está impregnada la democracia es la tiranía de la mayoría, o más bien de aquél partido, no siempre mayoritario, que triunfa por la fuerza o el fraude al momento de las elecciones».

Lord Acton (1834-1902),
historiador y político inglés.

8. «La voz de la mayoría no es prueba de justicia».

Friedrich Schiller (1759-1805),
poeta y polímata alemán.

9. «La democracia es maligna, la democracia es muerte».

Charles Maurras (1868-1952),
poeta y escritor francés.

10. «Bajo democracia, un partido siempre dedica sus principales energías a intentar probar que el otro partido no está preparado para gobernar, ambos comúnmente lo logran, y están en lo correcto».

H. L. Mencken (1880-1956),
periodista estadounidense.

11. «La democracia no tiene nada que ver con la libertad. La democracia es una variable suave de comunismo, y raramente en la historia de las ideas ha sido tomada de manera diferente».

Hans-Hermann Hoppe (1949),
filósofo alemán.

12. «La democracia es como un barco, que en lugar de ser capitaneado por manos expertas lo es por un monstruoso tumulto de manos torpes e ingenuas».

Sócrates (470 a. C.-399 a. C.),
filósofo ateniense.

13. «Todo intento de realizar políticamente un sistema ideológico lleva en su interior el germen del totalitarismo, es decir, que la determinación de la pluralidad a partir de un solo punto de vista que se impone por todos los medios posibles encierra un carácter totalitario».

Jean-Francois Lyotard (1924-1998),
filósofo francés.

14. «La democracia son dos lobos y un cordero votando para decidir qué se va a cenar; mientras que la libertad es el cordero, bien armado, impugnando la votación».

Benjamín Franklin (1706-1790),
padre fundador de los EE.UU.

15. «El Principio aristotélico de no contradicción enuncia que: Una proposición y su negación no pueden ser ambas verdaderas al mismo tiempo y en el mismo sentido. Este principio elemental refleja la inexistencia de un pueblo gobernado y gobernante».

J. M. Mora (1968),
autor español.

16. «Aquellos que renunciarían a una libertad esencial, para comprar un poco de seguridad momentánea, no merecen; ni libertad, ni seguridad, y acabarán perdiendo ambas».

Benjamín Franklin (1706-1790),
padre fundador de los EE. UU.

17. «El enemigo más peligroso de la razón y de la libertad de nuestra sociedad es el sufragio universal».

Henrik Johan Ibsen (1828-1906),
dramaturgo noruego.

18. «La democracia no es más que un poder arbitrario constitucional que ha sustituido a otro poder arbitrario constitucional».

Pierre-Joseph Proudhon (1809-1865),
filósofo francés.

19. «La democracia es una farsa de la que se ha servido la masonería, para hacer creer a una mayoría confundida y desorientada que se está haciendo su voluntad y que ésta es forzosamente buena. Lo real es que los principios de la democracia liberal son falsos e inaplicables en sí mismos».

Carlos Abascal (1949-2008),
abogado y político mejicano.

20. «La democracia es un instrumento de coacción que enfrenta la libertad de ser del hombre con el derecho de voto, es decir, con el derecho de exclusión. Es un medio utilizado por el poder hegemónico mediante el que se pretende laminar cualquier intento de de liberación encabezado por un líder, so pretexto de que esa libertad individual se contrapone a una supuesta libertad colectiva de una mayoría democrática a elegir quién es líder o no; quien puede ser o no ser».

J. M. Mora (1968),
autor español.

21. «La democracia es el camino que han escogido las fuerzas internacionales de la subversión para alcanzar el poder omnímodo con la instauración del comunismo, que es precisamente la contra-iglesia».

Carlos Abascal (1949-2008),
abogado y político mejicano.

22. «Sobre el concepto de "democracia real" defendido recientemente, clarificar que se trata de la idea marxista de democracia en la que sus principales ideólogos defienden que la democracia sólo es posible en una sociedad sin diferencia de clases, es decir, en una sociedad comunista. Socialismo y democracia, es por tanto una unidad en el pensamiento marxista».

Friedrich Engels (1820-1895),
revolucionario alemán.

23. «El presunto igualitarismo y universalidad que toda cultura normativa cree poseer, puede conllevar a que bajo su nombre se justifiquen acciones políticas que bajo otro contexto no lo estarían».

Gustavo Bueno (1924-2017),
filósofo español.

24. «Democracia y comunismo es lo mismo, ambas ideologías siempre han generado miseria, esclavitud y genocidio allí donde se han aplicado, y cuanto más ideal se presenten en sus formas; más miseria, esclavitud y genocidio generarán. Son ideologías de carácter desviado, es decir, que sólo pretenden la consecución del poder en beneficio del gobernante».

J. M. Mora (1968),
autor español.

25. «El mejor argumento en contra de la democracia es una conversación de cinco minutos con el votante medio».

Winston Churchill (1874-1965),
ex Primer ministro del Reino Unido.

26. «La democracia constituye necesariamente un despotismo, por cuanto establece un poder ejecutivo contrario a la voluntad general. Siendo posible que todos decidan contra uno cuya opinión pueda diferir, la voluntad de todos no es por tanto la de todos, lo cual es contradictorio y opuesto a la libertad».

Immanuel Kant (1724-1804),
filósofo prusiano.

27. «La subversión comunista: ¿por qué nadie ha de tener más que tú? La demócrata: ¿por qué nadie ha de gobernarte? Ambas pretenden el caos en el que alzar una nueva estructura jerárquica más opresora aún».

J. M. Mora (1968),
autor español.

28. «La democracia no es más que gobierno de las masas, donde un 51% de la gente puede lanzar por la borda los derechos del otro 49%».

Thomas Jefferson (1968),
tercer Presidente de los EE. UU.

29. «La mayoría no sólo representa siempre la ignorancia, sino también la cobardía. Y del mismo modo que de cien cabezas huecas no se hace un sabio, de cien cobardes no surge nunca una heroica decisión».

Adolf Hitler (1889-1945),
Führer alemán.

30. «En una democracia, la mayoría de los ciudadanos es capaz de ejercer la más cruel represión contra la minoría».

Edmund Burke (1729-1797),
escritor británico.

31. «Un idiota es un idiota. Dos idiotas, son dos idiotas. Diez mil idiotas son un partido político».

Franz Kafka (1883-1924),
escritor austrohúngaro.

32. «Si la democracia fuese una pocilga, los dirigentes serían los cerdos, el pueblo: el fango».

J. M. Mora (1968),
autor español.

33. «El odio dirigido contra la gente de color aquí en St. Louis siempre me ha dado un sentimiento de tristeza… ¿Cómo se puede esperar que el mundo crea en ti y respete tu predicación de la democracia, cuando usted trata a sus hermanos de color como lo hace?»

Josephine Baker (1906-1975),
bailarina estadounidense.

34. «Un político divide a la humanidad en dos clases: los instrumentos y los enemigos».

Friedrich Nietzsche (1844-1900),
filósofo alemán.

35. «La rebelión contra los tiranos es obediencia a Dios».

Benjamín Franklin (1706-1790),
padre fundador de los EE. UU.

36. «Elegir significa escoger: del latín; ex y colligeri, es decir, dejar fuera y tomar. El proceso electoral, bien podría llamarse proceso de exclusión. Ambas acciones son simultáneas e indisociables».

J. M. Mora (1968),
autor español.

37. «A veces la gente no quiere escuchar la verdad porque no quiere que sus ilusiones se vean destruidas».

Friedrich Nietzsche (1844-1900),
filósofo alemán.

38. «Hay un solo derecho en el mundo, y este derecho está en la propia fuerza de uno».

Adolf Hitler (1889-1945),
Führer alemán.

39. «Cuanto más democrática se vuelve una democracia, más tiende a ser gobernada por plebe, degenerando en oclocracia».

Aristóteles (384 a. C.-322 a. C.),
filósofo y polímata macedonio.

40. «No deja de ser una gran confusión y temeridad querer igualar a todos aquellos a quien la misma naturaleza o una virtud superior han hecho desiguales».

Juan de Mariana (1536-1624),
historiador español.

41. «La manipulación mediática hace más daño que la bomba atómica, porque destruye los cerebros».

Noam Chomsky (1928),
lingüista.

42. «Democracia: es una superstición muy difundida, un abuso de la estadística. Y además no creo que tenga ningún valor. ¿Usted cree que para resolver un problema matemático o estético hay que consultar a la mayoría de la gente?

Jorge Luís Borges (1899-1986),
escritor argentino.

43. «La exclusión, en el sentido electoral, no debe ser un derecho. El derecho de sufragio no debe existir. Es inhumano».

J. M. Mora (1968),
autor español.

44. «Hay un solo derecho en el mundo, y este derecho está en la propia fuerza de uno».

Adolf Hitler (1889-1945),
Führer alemán.

45. «Cuidado de la democracia. La democracia, como democracia, es decir, estricta y exclusivamente como norma del derecho político, parece cosa óptima. Pero de la democracia exasperada y fuera de sí, la democracia en religión o en arte, la democracia en el pensamiento y en el gesto, la democracia en el corazón y en la costumbre es el más peligroso morbo que puede padecer una sociedad».

José Ortega y Gasset (1883-1955),
filósofo español.

46. «Si hubiera una nación de dioses, éstos se gobernarían democráticamente; pero un gobierno tan perfecto no es adecuado para los hombres».

Jean Jacques Rousseau (1712-1778),
escritor suizo.

47. «La democracia es una creencia patética en la sabiduría colectiva de la ignorancia individual».

H. L. Mencken (1880-1956),
periodista estadounidense.

48. «La mayor victoria electoral de la Historia fue aquella en la que se prometió liquidar a los partidos políticos, es decir, extinguir el sufragio universal».

J. M. Mora (1968),
autor español.

49. «El mal está en esa mayoría liberal estúpida del sufragio, en esa masa amorfa, he dicho».

H. J. Ibsen (1828-1906),
dramaturgo noruego.

50. «Aquellos que niegan la libertad no la merecen para sí, y bajo un Dios justo no podrán conservarla mucho tiempo».

Abraham Lincoln (1809-1865),
dieciseisavo Presidente de los EE. UU.

51. «Le tengo mucho miedo a los pendejos, porque son muchos y pueden elegir a un presidente».

Facundo Cabral (1934-2011),
cantautor argentino.

52. «¿Acaso no es la mayoría de esa sociedad la que me roba mis derechos y pretende arrebatarme la libertad de decir la verdad?»

H. J. Ibsen (1828-1906),
dramaturgo noruego.

53. «Desear la inmortalidad es desear la perpetuación de un gran error».

Abraham Lincoln (1809-1865),
dieciseisavo Presidente de los EE. UU.

54. «Nada va bien en un sistema político en el que las palabras contradicen a los hechos».

Napoleón Bonaparte (1769-1821),
militar francés.

55. «La mayoría nunca tiene la razón, esa es una de las mentiras establecidas por la sociedad, todo ciudadano libre debe protestar contra ella».

H. J. Ibsen (1828-1906),
dramaturgo noruego.

56. «¡Como intelectuales que os suponéis, ¿qué hacéis defendiendo que la democracia es la solución final, indiscutible e imperecedera? Pensadlo objetivamente y si tenéis autoestima comprenderéis que no sois intelectuales sino parlanchines!».


J. M. Mora (1968),

autor español.

57. «Para mí ser político es uno de los oficios más tristes del ser humano. Esto no lo digo contra ningún político en particular. Digo en general, que una persona que trate de hacerse popular a todos parece singularmente no tener vergüenza. El político en sí no me inspira ningún respeto. Como político».

Jorge Luís Borges (1899-1986),
escritor argentino.

58. «El lenguaje político está diseñado para hacer que las mentiras suenen veraces y el asesinato respetable; y para darle la apariencia de solidez al mero viento».

George Orwell (1903-1950),
escritor británico.

59. «Si los buitres están en el poder, es porque la democracia huele a cadáver».


Anónimo.


60. «Por encima de cualquier otra consideración, la democracia, es el derecho de exclusión. Es decir, el derecho que creemos tener a excluir de la sociedad a quienes no nos gustan. La democracia es por tanto puro totalitarismo y su expresión durante un tiempo prolongado tiene la consecuencia de un auténtico genocidio».


J. M. Mora (1968),

autor español.

61. «En nuestra época no existe tal cosa como "mantenerse fuera de la política". Todas las cuestiones son cuestiones políticas, y la política misma es una masa de mentiras, evasivas, tonterías, odio y esquizofrenia».


George Orwell (1903-1950),

escritor británico.

62. «Los fascistas del futuro se llamarán a sí mismos antifascistas».

Winston Churchill (1874-1965),
ex Primer ministro del Reino Unido.

63. «Es un imperativo prioritario de cualquier hombre libre luchar en contra de la democracia en el entendido de que es fundamentalmente un método para la práctica de la esclavitud y el genocidio».

J. M. Mora (1968),
autor español.

64. «La cordura no depende de las estadísticas».


George Orwell (1903-1950),

escritor británico.

65. «No hay peor tiranía que la que se ejerce a la sombra de las leyes y bajo el calor de la justicia».


Montesquieu (1689-1755),

filósofo francés.

66. «A la gente la empobrecen para que luego voten por quienes la hundieron en la pobreza».


Francisco (1936),

Papa argentino.

67. «El partido quiere tener el poder por amor al poder mismo».


George Orwell (1903-1950),

escritor británico.

68. «La política es una forma de maldad, el mayor error que he cometido en mi vida».


Mario Vargas Llosa (1936),

escritor peruano.

69. «El poder político es simplemente el poder organizado de una clase para oprimir a otra».


Karl Marx (1818-1883),

revolucionario prusiano.

70. «La democracia, como la aristocracia, como todas las instituciones sociales, llama calumnias a las verdades que le dicen sus enemigos y justicia a las lisonjas de sus parciales».

Concepción Arenal (1820-1893),
periodista española.

71. «La democracia no es más que una dictadura elegida por el pueblo, no nos engañemos».

Bob Marley (),
músico jamaicano.

72. «No hay más gobierno razonable y seguro que el de la aristocracia. Monarquía o república basadas en la democracia son igualmente absurdas y débiles».

Friedrich Nietzsche (1844-1900),
filósofo alemán.

73. «Cuando la culpa es de todos, la culpa no es de nadie».

Concepción Arenal (1820-1893),
periodista española.

74. «Desde la aparición del Estado constitucional y más completamente desde la instauración de la democracia, el demagogo es la figura típica del jefe político en Occidente».

Max Weber (1864-1920),
filósofo alemán.

75. «Nunca discutas con un estúpido, te hará descender a su nivel y ahí te vencerá por experiencia».


Mark Twain (1835-1910),

escritor estadounidense.

76. «Todo lo que una persona recibe sin haber trabajado, otra persona trabajó por ello, pero sin recibirlo. El gobierno no puede entregar nada a nadie, si antes no se lo ha quitado a otra persona. Cuando el 50% de las personas llega a la conclusión de que no tienen que trabajar porque la otra mitad está obligada a hacerse cargo de ellas, y cuando la otra mitad se convence de que no vale la pena trabajar porque alguien les quitará lo que han logrado con su esfuerzo, ese es el fin de cualquier Nación».


Ayn Rand (1905-1962),

filósofa estadounidense.

77. «No queremos tener el mismo tipo de democracia que Irak».


Vladímir Putin (1952),

Presidente de Rusia.

78. «Quienes alcanzan el poder con demagogia, terminan haciéndole pagar al país un precio muy caro».

Adolfo Suárez (1932-2014),
ex Presidente del Gobierno de España.

79. «Basta con que el pueblo sepa que hubo una elección, los que votan no deciden nada, los que cuentan los votos deciden todo».


Stalin (1878-1953),

ex Secretario General del Partido Comunista de la Unión Soviética.

80. «Un segundo diluvio, una simple hambruna, plagas de langostas por doquier o un cataclismo terremoto aceptaría con algo de desesperación, pero no, nos enviaste el Congreso, ¿Dios mío, Señor, era eso justo?».

John Adams (1735-1826),
segundo Presidente de los EE. UU.

81. «¿Qué clase de hombre pondría a un criminal conocido al frente de una rama mayor del Gobierno? Además del votante promedio, claro».

Terry Pratchett (1948-2015),
escritor británico.

82. «La envidia es la base de la democracia».


Bertrand Russell (1872-1970),

filósofo británico.

83. «No digo que la democracia haya sido más perniciosa en general, ya largo plazo, que la monarquía o la aristocracia. La democracia nunca ha sido y nunca podrá ser tan perdurable como la aristocracia o la monarquía; pero mientras dura, es más sangrienta que cualquiera de ellas. (…) Recuerda, la democracia nunca dura demasiado. Rápidamente se desperdicia, se agota, y se asesina a sí misma. Nunca hubo una democracia que no cometiera suicidio. Es en vano decir que la democracia es menos vana, menos orgullosa, menos egoísta, menos ambiciosa o menos avara que la aristocracia o la monarquía. No es verdad, de hecho, y en ningún lugar de la Historia aparece así. Esas pasiones son las mismas en todos los hombres, bajo todas las formas del gobierno simple, y cuando se desatan, producen los mismos efectos de fraude, violencia y crueldad. Cuando se abren prospectos claros ante la vanidad, el orgullo, la avaricia o la ambición, para lograr una gratificación fácil, le es difícil a los filósofos más considerados y a los moralistas más conscientes el resistir la tentación. Los individuos han podido conquistarse a sí mismos. Las naciones y los grandes grupos de hombres, jamás».

John Adams (1735-1826),
segundo Presidente de los EE. UU.

84. «Un hombre, un voto, combinado con el acceso irrestricto al gobierno, —la democracia—, significa que cada persona y su propiedad personal queda al alcance de, —y está a merced de—, todos los demás: se crea así una tragedia de los comunes».

Hans-Hermann Hoppe (1949),
filósofo alemán.

85. «La democracia no aparece ni una vez tanto en la Declaración de Independencia de los Estados Unidos como en su Constitución».


Anónimo.


86. «Ustedes proponen establecer un orden social basado en los siguientes principios: que eres incompetente para manejar tu propia vida, pero competente para manejar las vidas de otros, —que eres incapaz de existir en libertad, pero apto para convertirte en un gobernante omnipotente—, que eres incapaz de ganarte la vida usando tu propia inteligencia, pero capaz de juzgar a los políticos y votarlos para que ocupen cargos de poder total sobre artes que nunca has visto, sobre ciencias que nunca has estudiado, sobre logros de los que no tienen conocimiento, sobre las gigantescas industrias en las que tú, por tu propia definición de capacidad, serías incapaz de desempeñar exitosamente el trabajo de engrasador ayudante».


Ayn Rand (1905-1962),

filósofa estadounidense.

87. «Más grande la muchedumbre, más dura la prueba. En áreas pequeñas, ante electorados pequeños, un hombre de primer clase ocasionalmente se abre paso, atrayendo incluso a la muchedumbre con la fuerza de su personalidad. Pero cuando el campo es nacional, y la pelea debe ser hecha principalmente a segunda o tercera mano, y la fuerza de la personalidad no puede hacerse sentir con tanta presteza, entonces todas las apuestas están en favor del hombre que es, intrínsecamente, el más retorcido y mediocre. —El hombre que más fácil y hábilmente puede diseminar la noción de que su mente está virtualmente vacía… La Presidencia tiende, año a año, a ir a esos hombres. Mientras se perfecciona la democracia, el cargo representa, cada vez más cercanía, el alma interior de su pueblo. Nos movemos hacia un elevado ideal. En algún grandioso y glorioso día la sencilla gente del país alcanzará por fin el deseo de su corazón, y la Casa Blanca se verá adornada por un imbécil redomado».

H. L. Mencken (1880-1956),
periodista estadounidense.

88. «Es un tentador vicio de las democracias el sustituir la ley con la opinión pública. Esta es la forma usual en la que las masas de hombres exhiben su tiranía».

James Fenimore Cooper (1789-1851),
Novelista estadounidense.

89. «La muerte de la democracia probablemente no venga de un asesinato por emboscada. Será una lenta extinción por apatía, indiferencia y desnutrición».

Robert Hutchins (1899-1977),
educador estadounidense.

90. «No hay virtud en la caridad obligatoria del gobierno, y no hay virtud en promoverla. Un político que se presenta a sí mismo como considerado y sensible porque quiere expandir los programas de caridad gubernamental simplemente está diciendo que está dispuesto a hacer el bien con el dinero de otras personas. Bueno, ¿quien no? Y un votante que se enorgullece de apoyar esos programas nos está diciendo que hará el bien con su propio dinero, si le ponen una pistola en la sien».


P. J. O'Rourke (1947),

periodista estadounidense.

91. «La civilización, de hecho, se vuelve más y más quejosa e histérica; especialmente bajo la democracia tiende a degenerar en un mero combate de locuras; el objetivo total de la política práctica es mantener a la población alarmada (y por lo tanto deseosa de ser guiada hacia la seguridad) por una interminable serie de duendes, la mayoría de ellos imaginarios».

H. L. Mencken (1880-1956),
periodista estadounidense.

92. «Las citas contra la democracia poseen mayor profundidad de pensamiento que aquellas que le son favorables, lo cual no es de extrañar dado que el fundamento democrático es falso de principio a fin».

J. M. Mora (1968),
autor español.

93. «El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia».

Juan 10: 10.


94. «La democracia es un engaño usado por las potencias mundiales para derrocar gobiernos libres».


Anónimo.


95. «Dicen que hay libertad, quieren ser libres para controlar al estado y al pueblo a través del uso y reutilización del capital, esta es en realidad su definición de libertad».

Adolf Hitler (1889-1945),
Führer alemán.

96. «En democracia hay tres tipos de ciudadanos: los que son engañados, los que se dejan engañar y los que participan del engaño».

J. M. Mora (1968),
autor español.

97. «El sueño de la razón produce monstruos».


Francisco de Goya (1746-1828),

pintor español.

98. «Una elección popular mató a Sócrates y a Jesús».

Anónimo.


99. «Aunque la verdad esté en minoría, sigue siendo la verdad».

Mahatma Gandhi (1869-1948),
político indio.

100. «Y estos capitalistas primero se crean su propia prensa y luego hablan de libertad de prensa, cuando en realidad estos periódicos tienen un dueño que en todos los casos es el financiero. Y es el dueño y no el redactor el que dirige la política del periódico, si el redactor intenta escribir algo que no interesa al dueño este le despedirá al día siguiente»


Adolf Hitler (1889-1945),

Führer alemán.

101. «Elegimos vivir en democracia para superar el autoritarismo y el dogmatismo. Pero un orden democrático abstracto puede ser tan prepotente e injusto como un extremado autoritarismo».

Norberto A. Espinosa (2018),
profesor de filosofoía.

102. «Resultado electoral general en la Alemania de 1933: NSDAP 43,91%, SPD 18,25%, KPD 12,31%, Zentrum 11,25%, DNVP 7,91%, BVP 2,73%, DVP 1,10%, CSV 0,98, DStP 0,85, Otros partidos 0,64%».

Datos.


103. «La política es el arte de gobernar a la humanidad mediante el engaño».

Isaac D'Israeli (1766-1848),
escritor inglés.

104. «La democracia es un régimen político para el bien de todos que garantiza en cambio el bien de cada facción, el cual a su vez va en detrimento del común».


Salvador Giner (1934),

sociólogo y jurista español.

105. «¡Viva Franco! (con perdón)».

Fernando Vizcaíno Casas (1926-2003),
escritor español.

106. «El totalitarismo nace de la negación de la verdad en sentido objetivo».

Juan Pablo II (1920-2005),
Papa polaco.

107. «Quienes creyeron que toda la eugenesia respondía al duro modelo perfeccionista y malthusiano alglosajón, fuertemente coactivo, implementado a través de políticas públicas restrictivas (esterilización humana compulsiva, prohibición de uniones interraciales y de matrimonios, inmigración selectiva, etc.), en desesperada puja por imponer al factor hereditario sobre la influencia del ambiente y la educación, se equivocan de lado a lado».

Sergio Ceccheto (1959-2009),
escritor y filósofo argentino.

108. «Esta prensa es absolutamente esclava y sumisa al carácter canalla de sus propietarios. Esta prensa manipula la opinión pública y esta opinión pública se movilizará y será dividida en partidos políticos».

Adolf Hitler (1889-1945),
Führer alemán.

109. «Imaginemos un reino gobernado por un rey llamado Carl el Incompetente. El monarca tiene buenas intenciones y quiere que todo el mundo viva lo mejor posible. Lamentablemente es ignorante, negligente e irresponsable; no piensa detenidamente lo que hace y toma decisiones caprichosas y viscerales sin detenerse a analizar sus consecuencias. Defiende con vehemencia políticas que no están basadas en la evidencia simplemente porque tienden a reforzar su imagen pública. En consecuencia, sus súbditos no logran convivir en paz, prosperar económicamente ni vivir una buena vida debido a las malas decisiones impuestas por el bienintencionado aunque incompetente monarca. ¿Sería justo estar sometido al gobierno del rey Carl? Sería razonable pensar que no. Pero, ¿y si quien nos impusiera decisiones igualmente disparatadas e irracionales no fuera un monarca sino un cuerpo electoral de millones de personas? ¿Sería un sistema más justo?».

Ignacio Moncada (2018),
ingeniero y economista español.

110. «Salvo circunstancias excepcionales, empodera más encontrarse un billete de cinco dólares en la acera que tener derecho a voto».

Jason Brennan (1979),
filósofo estadounidense.

111. ««17 Presidentes de los Estados Unidos durante 78 años no abolieron la esclavitud, tuvo que ser una Guerra Civil de cuatro años la que lo hiciese».


J. M. Mora (1968),

autor español.

112. «Sobre todas las cuestiones esenciales en la que la oposición tendría que hacerse sentir, todos los partidos están de acuerdo».

Adolf Hitler (1889-1945),
Führer alemán.

113. «La democracia no permite al individuo tener control autónomo sobre el gobierno, y por tanto es falso que permita aumentar su grado de autonomía personal, ni hacer que el gobierno actúe de acuerdo a sus intereses, ni prevenir la dominación por parte de otros».

Ignacio Moncada (2018),
ingeniero y economista español.

114. «La democracia no pretende empoderar a los individuos; pretende desempoderar a todos los individuos en favor de grandes grupos o colectivos de individuos».

Jason Brennan (1979),
filósofo estadounidense.

115. «Los votantes optan de manera persistente por ciertas políticas perjudiciales y son sistemáticamente malos a la hora de elegir a candidatos competentes y honestos. Además tienden a escoger el sentido de su voto, no de forma independiente, sino influidos por familiares, amigos o personajes públicos».

Bryan Caplan (1971),
profesor estadounidense.

116. «Las almas bajas no conciben a los grandes hombres. El vil esclavo sonríe con desprecio al oír la palabra libertad».

Jean Jacques Rousseau (1712-1778),
escritor suizo.

117. «Hay tres arquetipos de votante. Los hobbits son ignorantes, tienen poco interés por participar en el debate político y cambian de idea con facilidad y con poco criterio; los hooligans participan mucho en el debate político y son menos ignorantes, pero son tribales, tienen ideas muy sesgadas y son tan malos como los hobbits a la hora de sostener ideas que resulten en mayor prosperidad para el conjunto de la sociedad; por último, están los vulcanos, que son aquellos votantes que dedican mucho esfuerzo en informarse, ponderan sus decisiones de manera sosegada, imparcial y sin sesgos, y basan sus decisiones en la evidencia empírica. El único problema de los vulcanos es que no existen. Solo son un ideal que en la práctica es difícilmente compatible con la naturaleza humana. Los votantes se dividen a partes iguales entre hobbits y hooligans. La participación y deliberación política lo único que hace es transformar a hobbits en hooligans».

Jason Brennan (1979),
filósofo estadounidense.

118. «Como sistemas inhumanos, la democracia y el capitalismo, en verdad, son formas extremas del totalitarismo».

Philipp Allott (1938),
profesor inglés de derecho internacional.

119. «Es evidente que en estos países, en las llamadas democracias, el pueblo no es de ninguna manera el foco central de atención; lo único que realmente importa es la existencia de este grupo, de los creadores de democracia».

Adolf Hitler (1889-1945),
Führer alemán.

120. «No depende de una urna electoral el hacer falso lo verdadero e injusto lo justo. La conciencia humana no puede ser sometida al voto».

Víctor Hugo (1802-1885),
poeta francés.

121. «La democracia sustituye la elección de los muchos incompetentes por el dictado de los pocos corruptos».

George Bernard Shaw (1856-1950),
dramaturgo irlandés.

122. «Con las personas que están muy involucradas en el debate político sucede como con los fans de un equipo de fútbol: ver más partidos hace que adquieran más información, pero no hace que sean más imparciales y justos a la hora de opinar. Más bien al contrario».

Jason Brennan (1979),
filósofo estadounidense.

123. «Algo va mal, y lleva mucho tiempo yendo mal, en las élites que gobiernan el mundo».


Philipp Allott (1938),

profesor inglés de derecho internacional.

124. «La evidencia muestra que la deliberación política tiende a hacernos más estúpidos y corruptos; nos hace peores, no mejores».

Jason Brennan (1979),
filósofo estadounidense.

125. «Tanto la democracia como el capitalismo son sistemas que contienen sus propios valores, lo que significa que uno sólo puede participar de ellos si los acepta».


Philipp Allott (1938),

profesor inglés de derecho internacional.

126. «La inmensa mayoría de los votantes son más ignorantes, más irracionales y cometen más errores sistemáticos de lo que cabría esperar. No es que desconozcan datos concretos o teorías complejas; es que desconocen información básica, como a quién están votando o a qué se destina mayoritariamente el gasto público».

Jason Brennan (1979),
filósofo estadounidense.

127. «Incluso valores de índole trascendental —sobre la justicia, la felicidad y demás— están dentro de este tipo de sistemas. Los ciudadanos deben entregar sus mentes al sistema, que no es político o económico, sino un sistema de conciencia. La democracia y el capitalismo son sistemas de conciencia. La gente no se percata de ello, pero su mente está determinada por estos sistemas».

Philipp Allott (1938),
profesor inglés de derecho internacional.

128. «Es a priori injusto y una violación de los derechos de un ciudadano despojarle por la fuerza de su vida, libertad o propiedad, o dañar significativamente sus perspectivas de vida, como resultado de decisiones tomadas por un cuerpo deliberativo incompetente, o como resultado de decisiones tomadas de manera incompetente o de mala fe».

Jason Brennan (1979),
filósofo estadounidense.

129. «Es fanatismo ideológico tomar por bueno aquel régimen que se acomoda a nuestras convicciones de gobierno al margen de sus resultados. En el gobierno de los hombres es un imperativo vital el pragmatismo».

J. M. Mora (1968),
autor español.

130. «Totalitarismo significa el control total de la sociedad. Y a excepción, quizá, de un breve período en la historia del cristianismo, cuando la Iglesia controlaba la mente de la gente, no ha habido un totalitarismo absoluto. Nada comparable con el totalitarismo actual».


Philipp Allott (1938),

profesor inglés de derecho internacional.

131. «Si asumimos que la democracia no se justifica como fin en sí mismo ni por sus resultados, el valor simbólico de tener derecho a votar no justifica la implantación de la democracia».


Jason Brennan (1979),

filósofo estadounidense.

132. «El homo democráticus debería ser tan perfecto que alcanzada tal magnificencia podría conmutarse por el autocráticus. Sería un gozo vivir bajo el régimen de tan bella alma».

J. M. Mora (1968),
autor español.

133. «El totalitarismo de los sistemas democrático y capitalistas es tan desarrollado que hasta nuestros deseos están determinados por el sistema. Deseamos lo que la sociedad desea que deseemos. La gente normal no es consciente de ello, pero sus líderes deberían serlo, porque se trata de un gigantesco desafío para la filosofía y la religión».

Philipp Allott (1938),
profesor inglés de derecho internacional.

134. «La tendencia hegemónica dentro de la teoría política contemporánea es la de elaborar una defensa tan indirecta de la democracia que es incapaz de salirse de una constatación de sus vicios».

Salvador Giner (1934),
sociólogo y jurista español.

135. «Una buena prueba de que usted no tiene autonomía ni poder real de decisión sobre algo es el hecho de que ese algo vaya a ocurrir con independencia de lo que usted decida o haga».


Jason Brennan (1979),

filósofo estadounidense.

136. «Pero si hemos perdido la fe en el hombre hasta el punto de preferir gobernarnos por un sistema electivo, ¿cómo podemos aspirar a una democracia inmaculada por un homo superioris?».

J. M. Mora (1968),
autor español.

137. «La democracia y el capitalismo son sistemas más totalitarios que el nazismo o el estalinismo».


Philipp Allott (1938),

profesor inglés de derecho internacional.

138. «La teoría democrática es amiga de la democracia, hasta cuando se recubre del manto analítico y parece abstenerse de recomendar sus bondades. En cuanto escarbamos la descubrimos, por lo menos, criptonormativa».

Salvador Giner (1934),
sociólogo y jurista español.

139. «El poder que tiene nuestro voto individual es cero. En todas las elecciones en las que usted haya votado, si se hubiera quedado en casa o hubiera votado lo contrario, el resultado habría sido exactamente el mismo».

Jason Brennan (1979),
filósofo estadounidense.

140. «Un régimen idealizado cuya máxima expresión depende de una superhumanidad, digan lo que quieran pero eso suena a nazismo».

J. M. Mora (1968),
autor español.

141. «Yo no creo en la sabiduría colectiva de la ignorancia individual».

Thomas Carlyle (1795-1881),
historiador escocés.

142. «Las mayorías numéricas no necesariamente están inclinadas a la preservación de las libertades civiles; la demanda por derechos (y privilegios) siempre surgió de minorías selectas».

Erik von Kuehnelt-Leddihn (1909-1999),
socio-político austriaco.

143. «Al igual que los nazis obligaban a los judíos a lucir una Estrella de David amarilla como símbolo de inferioridad moral, el derecho a votar representa también un valor simbólico de igualdad que hay que defender pese a que no otorgue en la práctica ningún poder al individuo».

Jason Brennan (1979),
filósofo estadounidense.

144. «La aspiración al homo democráticus por la vía del diálogo axiomático constituye un totalitarismo genocida que eleva al nazismo a mera anécdota».

J. M. Mora (1968),
autor español.

145. «Democracia significa la oportunidad de ser esclavo de todos».

Karl Krauss (1874-1936),
escritor austriaco.

146. «Democracia es el arte de administrar el circo desde la jaula de los monos».


H. L. Mencken (1880-1956),

periodista estadounidense.

147. «No hay redundancias: los medios (de información, tergiversación y desinformación) no median. Los medios mediatizan».

Salvador Giner (1934),
sociólogo y jurista español.

148. «La causa de la causa es la causa del mal causado».

Anónimo.

149. «La estrategia roja discurre: doblepensar, neolengua, marxismo, ideología de género, deconstrucción, relativismo moral, principio de incertidumbre… creando logorrea con apariencia formal. En ese caos, define claramente la confrontación; rico-pobre, hombre-mujer, homo-hetero, revolución-conservación, padre-hijo, pene-vulva, Estado-Iglesia, religión-ideología… Creando el caos y la confrontación al rojo solo le queda medrar merced a la destrucción de los demás».

J. M. Mora (1968),
autor español.

150. «Esa democracia abstracta puede convertirse en un pulpo voraz que fagocite la sustancia, la riqueza viviente de una sociedad, que la debilite, reduciéndola a un esqueleto sin carne ni sangre, condenado a desplomarse en cualquier momento».

Norberto A. Espinosa (2018),
profesor de filosofía.

151. «Es falso que el marco democrático acoja cualquier ideología mientras que él mismo solo es una suerte de reglas de juego. La verdad es que la democracia es una ideología que no admite posiciones enfrentadas a sus axiomas».

J. M. Mora (1968),
autor español.

152. «El sufragio, esa farsa de las papeletas entradas en una urna de cristal, tenía la virtud de decirnos en cada instante si Dios existía o no existía, si la verdad era la verdad o no era la verdad, si la Patria debía permanecer o si era mejor que, en un momento, se suicidase».

José Antonio Primo de Rivera (1903-1936),
abogado español.

153. «La democracia solo parece adecuada para un país muy pequeño».

Voltaire (1694-1778),
escritor francés.

154. «Hasta en las democracias más puras, como los Estados Unidos y Suiza, una minoría privilegiada detenta el poder contra la mayoría esclavizada».


Mijail Bakunin (1814-1876),

filósofo ruso.

155. «Quien pretende, con honestidad intelectual, la regeneración de la democracia como solución a los males que le son inherentes; no ha comprendido el substrato de esta ideología».

J. M. Mora (1968),
autor español.

156. «Las democracias suelen ser más tranquilas y están menos expuestas a la sedición que el régimen gobernado por una estirpe de nobles.

Sir Francis Bacon (1561-1626),
pintor británico.

157. «Una democracia no es en realidad más que una aristocracia de oradores, interrumpida a veces por la monarquía temporal de un orador».

Thomas Hobbes (1588-1679),
filósofo inglés.

158. «La democracia necesita de la virtud, si no quiere ir contra todo lo que pretende defender y estimular».

Juan Pablo II (1920-2005),
Papa polaco.

159. «La democracia es la transposición de lo cuantitativo a lo cualitativo: que lo que quieren los más se convierta en lo mejor».

Enrique Tierno Galván (1918-1986),
político español.

160. «La mayoría es la causa de la legitimidad democrática como la infinidad de sus textos lo es de su argumentación, tan henchida de palabrería hueca como vacuo el votante medio».

J. M. Mora (1968),
autor español.

161. «No hay signos de superhombría en el ambiente. Por el contrario, el hombre, por la presión de las masas, parece que tiende a hacerse más aborregado, menos individual, más social y, probablemente, más mediocre».

Pío Baroja (1872-1956),
escritor español.

162. «La masa arrolla todo lo diferente, egregio, individual, calificado y selecto. Quien no sea como todo el mundo, quien no piense como todo el mundo corre el riesgo de ser eliminado».

Ortega y Gasset (1883-1955),
filósofo español.

163. «Si la masa era el número y si el número decidía la formación de los gobiernos, entonces los gobiernos estaban por definición afectados del mismo daño que la masa».

Santos Juliá (1940),
historiador español.

164. «En el Orbe, desde el año 1700 han habido alrededor alrededor de 100 millones de muertos en conflictos armados. Con la aprobación, por primera vez, del aborto en la URSS de Lenin en 1920, se han producido 1.500 millones de asesinatos intrauterinos».

J. M. Mora (1968),
autor español.

165. «Masa es el hombre medio. De este modo se convierte lo que era meramente cantidad —la muchedumbre— en una determinación cualitativa: es la cualidad común, es lo mostrenco social, es el hombre en cuanto no se diferencia de otros hombres, sino que repite en sí un tipo genérico».

Ortega y Gasset (1883-1955),
filósofo español.

166. «Poco aptas para el razonamiento, las masas se muestran, por el contrario, muy hábiles para la acción. La organización actual convierte su fuerza en inmensa. Los dogmas que vemos nacer habrán adquirido muy pronto el poder de las viejas concepciones, es decir: la fuerza tiránica y soberana que queda fuera de discusión. El derecho divino de las masas sustituye al derecho divino de los reyes».

Gustave Le Bon (1841-1931),
sociólogo francés.

167. «El peligro de las nuevas democracias está en la dificultad creciente para los hombres de pensamiento de escapar a la obsesión y a la agitación fascinadora. Es muy peligroso descender en una campaña de inmersión en un mar muy agitado. Las individualidades dirigentes, que nuestras sociedades contemporáneas ponen de relieve; y la poderosa influencia que ejercen, preferible seguramente a la crueldad de las multitudes acéfalas, constituye ya un desmentido a la teoría de las masas creadoras. […] Lo que preservará a la destrucción y del nivelamiento democrático a las cimas intelectuales y artísticas de la humanidad no será, yo lo creo, el reconocimiento por el bien que el mundo les debe, la justa valoración del coste de sus descubrimientos. ¿Qué será pues…? Yo quiero creer que será su fuerza de resistencia».

Gabriel Tarde (1843-1904),
sociólogo francés.

168. «Todo lo que tiene el liberalismo de destructor del pasado me sugestiona: la lucha contra los prejuicios religiosos y nobiliarios, la expropiación de las comunidades, los impuestos contra la herencia, todo lo que sea pulverizar la sociedad pasada, me produce una gran alegría; en cambio, lo que el liberalismo tiene de constructor, el sufragio universal, la democracia, el parlamentarismo, me parece ridículo y sin eficacia».

Pío Baroja (1872-1956),
escritor español.

169. «Deconstrucción lincolniana: La democracia es el gobierno de los imbéciles, por los imbéciles y para los imbéciles».

J. M. Mora (1968),
autor español.

170. «El advenimiento de las masas marcará quizá una de las últimas etapas de las civilizaciones de Occidente, un retorno hacia aquellos períodos de confusa anarquía que preceden a la eclosión de las nuevas sociedades».

Gustave Le Bon (1841-1931),
sociólogo francés.

171. «Siempre he tenido recelo y poco amor por la democracia y el comunismo. Ya en todas las manifestaciones democráticas de hace años me parecía ver un peligro. Todos los públicos grandes me han producido desconfianza y, a veces, terror. No creo que una masa social pueda ir a nada bueno. Todo en ella serán apetitos un poco brutales, nunca pensamientos nobles ni juicios claros».

Pío Baroja (1872-1956),
escritor español.

172. «Un demócrata es un comunista con un traje azul».

J. M. Mora (1968),
autor español.

173. «Las masas electorales se caracterizan por una escasa aptitud de razonamiento, ausencia de espíritu crítico, irritabilidad, credulidad y simplismo».

Gustave Le Bon (1841-1931),
sociólogo francés.

174. «La masa, que cuando protesta es rencorosa y de un sentimentalismo ridículo y pueril, cuando manda es despótica y sanguinaria. Su moral es muy pobre».

Pío Baroja (1872-1956),
escritor español.

175. «Si ves a tu país en problemas y nadie hace nada para resolverlo, quizás eres tú quien debe aportar las soluciones. Si así lo decides, cuídate de los demócratas».

J. M. Mora (1968),
autor español.

176. «Si se otorga el voto a las masas, se corre el riesgo de dejar el poder para elegir en manos de personas sin criterio; las masas no tienen opinión propia y razonada, sino impuesta por individuos que no siempre tienen la mejor formación cultural como pare ejercer de asesores políticos».

Gustave Le Bon (1841-1931),
sociólogo francés.

177. «Como digo, siempre he tenido recelo por el avance de las teorías democráticas y socialistas».

Pío Baroja (1872-1956),
escritor español.

178. «La izquierda opina que la tumba de Franco es intolerable, pero de la Cripta Real en el Monasterio del Escorial, con 27 cadáveres de Borbones y Habsburgo, no dice nada».


J. M. Mora (1968),

autor español.

179. «¿Hemos de suponer entonces que un sufragio restringido —restringido a los capaces, si se quiere— mejoraría el voto de las masas? No puedo admitirlo ni por un instante y ello por los motivos antes señalados y relativos a la inferioridad mental de todas las colectividades, sea cual fuere su composición. En masa, y lo repito, los hombres se igualan siempre y, por lo que respecta a cuestiones generales, el sufragio de cuarenta académicos no es mejor que el de cuarenta aguadores. […] Ante problemas sociales, llenos de múltiples incógnitas y dominados por la lógica mística o la lógica afectiva, todas las ignorancias se igualan».

Gustave Le Bon (1841-1931),
sociólogo francés.

180. «Contra la democracia».

Pío Baroja (1872-1956),
escritor español.

181. «La izquierda opina que la crucifixión de Jesucristo fue un abuso por parte de Jesucristo que era un: chulo, fascista, machista y un vacilón, además de capitalista y franquista».

J. M. Mora (1968),
autor español.

182. «La otra democracia, de la que tengo el honor de hablar mal, es la política, la que tiende al dominio de la masa, y que es un absolutismo del número, como el socialismo es un absolutismo del estómago».

Pío Baroja (1872-1956),
escritor español.

183. «Nosotros ahorcamos a los pequeños ladrones y a los grandes les apuntamos a las oficinas públicas».

Esopo (564 a. C.),
fabulista helénico.

184. «Cada hombre ha de ser respetado como un fin absoluto en sí mismo; utilizarlo como un simple medio al servicio de una finalidad externa es un crimen contra la dignidad que le ha sido dada y le pertenece».

Immanuel Kant (1724-1804),
filósofo prusiano.

185. «La masa provoca al individuo que destaca: por envidia, por extraño —en conquista o defensa—, por estupidez o por supervivencia genética. Este ataque obliga a la sublimación que aumenta la envidia en un círculo vicioso que acaba con el agotamiento, la muerte o la imposición victoriosa sobre la masa opresora».

J. M. Mora (1968),
autor español.

186. «El estado democrático moderno no es más que un totalitarismo, y la democracia el nombre —del partido— con el cual manipula ese estado totalitario».

Víctor R. Azuaje (2018),
bloguero venezolano.

187. «Gran parte de la antipatía colectiva por lo individual procede del miedo. Sobre todo en nuestro países del sur. Las individualidades fuertes han sido inquietas y tumultuosas, las manadas de arriba, como las de abajo, no quieren que florezcan en nuestras tierras las semillas de los Césares o de los Bonaparte. Esas manadas anhelan la nivelación espiritual; que no haya más distinción entre un hombre y otro que un botón de color en la solapa o un título en la tarjeta. Tal es la aspiración de los tipos verdaderamente sociales; las demás distinciones, el valor, la energía, la bondad, para los demócratas laminadores son verdaderas impertinencias de la naturaleza».

Pío Baroja (1872-1956),
escritor español.

188. «En la actualidad, las reivindicaciones de las masas se hacen cada vez más definidas y tienden a destruir radicalmente la sociedad actual, para conducirla a aquel comunismo primitivo que fue el estado normal de todos los grupos humanos antes de la aurora de la civilización».

Gustave Le Bon (1841-1931),
sociólogo francés.

189. «Yo no temo al sufragio universal; la gente votará como se le diga».

Alexis de Tocqueville (1805-1859),
jurista francés.

190. «El sufragio universal es una vergüenza del espíritu, igual o peor que el derecho divino de los reyes o la infalibilidad del Papa».

Gustave Flaubert (1821-1880),
escritor francés.

191. «Feminismo, igualitarismo, anticapitalismo, antifascismo, comunismo, democracia… Comparten un objetivo común: robar, matar y esclavizar, su objetivo es el poder por el poder mismo».

J. M. Mora (1968),
autor español.

192. «Dada la adoración por el número y por la masa que hoy se siente, yo me figuro que el porvenir será socialista; pero, a pesar de eso, siento una antipatía profunda por esa doctrina y por ese partido, que trae la glorificación de la manada, el apabullamiento del individuo por lo demás.

»A pesar de lo que dicen los periódicos representantes del capitalismo, a nosotros; médicos, abogados, ingenieros, pequeños industriales, a los que queremos trabajar para vivir, no nos asustan más los anarquistas que los socialistas. Estos nos quieren convertir en obreros; aquéllos sueñan con darnos a cada uno de los hombres nuestra casita, nuestra tierrecita y un trabajo cualquiera para entretenernos.

»[…] Si llegara esa dulce era de la vida en rebaño, por mi parte, antes de ocupar el número ochenta o noventa mil que me tocara en el gran pesebre socialista, preferiría emigrar, refugiarme en otro país más atrasado y menos socialista, aunque no tuviera allí más derecho que el derecho al santo revólver».

Pío Baroja (1872-1956),
escritor español.

193. «Lo único razonable es un gobierno de mandarines, a condición de que estos mandarines sepan algo, y si es posible muchas cosas. El pueblo es un eterno menor de edad y siempre estará al nivel más bajo, porque equivale al número, a la masa, a lo ilimitado… Nuestra salvación solo se encuentra, en el momento presente, en una aristocracia legítima, y entiendo como tal una mayoría compuesta por algo más que cifras».

Gustave Flaubert (1821-1880),
escritor francés.

194. «Todos los males que sufre la sociedad provienen del sufragio universal».


Héctor Rodríguez de la Sotta (1887-1967),

político chileno.

195. «Solo cuando la inarmonía individual deja de serlo, cuando pierde sus atributos de ser excepcional, cuando el molde se desgasta y se vulgariza y toma un carácter común, obtiene el aprecio de la mayoría».

Pío Baroja (1872-1956),
escritor español.

196. «Me parece que la masa, la cantidad, el ganado, siempre serán despreciables. Lo único que importa es un número reducido de espíritus, que siempre son los mismos, y que se pasan la antorcha unos a otros. […] Estoy convencido de que vamos a parecerle a la posteridad personas extraordinariamente simples. Las palabras república y monarquía les darán risa, como nosotros nos reímos hoy del realismo y del nominalismo… El primer remedio será la abolición del sufragio universal, que es la vergüenza de la civilización humana».

Gustave Flaubert (1821-1880),
escritor francés.

197. «Hay un abismo entre el pueblo libre haciendo sus propias leyes y un pueblo eligiendo a sus representantes para que éstos le hagan sus leyes… La democracia perfecta solo puede existir en una sociedad de ángeles».

Jean Jacques Rousseau (1712-1778),
escritor suizo.

198. «Nada puede hacerse sin cabeza. Y el sufragio universal, tal y como está ahora concebido, es algo más estúpido que el derecho divino… La masa, la cantidad siempre es idiota. No es que yo tenga muchas convicciones, pero esta la tengo profundamente arraigada».

Gustave Flaubert (1821-1880),
escritor francés.

199. «Hay un límite en que la tolerancia deja de ser virtud».


Edmund Burke (1729-1797),

filósofo británico.

200. «La democracia, que es una broma etimológica con eso de que es el gobierno del pueblo, no creo que llegue a ser una idea ni un ideal; es, al menos en la práctica, un procedimiento político que no me parece que tenga mucho valor. Esa canalización fantástica del parlamentarismo que hace que 50 o 60 mil hombres estén representados por uno solo, se me figura más un mito religioso de los aruntas o de los botocudos que una idea racionalista de europeos. La democracia, si no es una mixtificación de oradores, lo parece».

Pío Baroja (1872-1956),
escritor español.

201. «Thomas Jefferson (1743-1826), el laureado tercer presidente de los Estados Unidos, redactó el borrador de la Declaración de Independencia en 1776, luchó por la democracia de su país, promovió la separación entre Iglesia y Estado y calificó la esclavitud de crimen abominable. En este último punto la contradicción es insoportable. Nunca dejó de tener esclavos: a lo largo de su vida fue dueño de 600 personas».

Helena Celdrán (2018),
periodista.

202. «La tiranía de una multitud es una tiranía multiplicada».


Edmund Burke (1729-1797),

filósofo británico.

203. «El árbol de la ciencia no es el árbol de la vida».

Pío Baroja (1872-1956),
escritor español.

204. «Que George Washington (1732-1799) nació en el seno de una familia de terratenientes de Virginia y que para su plantación de tabaco utilizó mano de obra esclava es bien conocido».

Emili J. Blasco (2018),
periodista.

205. «¡La prensa, el cuarto poder…!».

Edmund Burke (1729-1797),
filósofo británico.

206. «A una colectividad se le engaña siempre mejor que a un hombre».

Pío Baroja (1872-1956),
escritor español.

207. «Más de uno de cada cuatro presidentes de los Estados Unidos estuvieron involucrados en la esclavitud y en el tráfico de personas».

Clarence Lusane (1953),
autor afroamericano.

208. «Al momento de terminar nuestra investigación, los estudiantes habían descubierto que 10 de los primeros 18 presidentes de los Estados Unidos habían tenido esclavos: George Washington, Thomas Jefferson, James Madison, James Monroe, Andrew Jackson, John Tyler, James K. Polk, Zachary Taylor, Andrew Johnson y Ulysses S. Grant. Los siguientes no habían tenido esclavos: John Adams, John Quincy Adams, Martin Van Buren, William Henry Harrison, Millard Fillmore, Franklin Pierce, James Buchannan, y Abraham Lincoln».

Bob Peterson (2018),
activista estadounidense.

209. «La libertad sin virtud ni sabiduría es el mayor de todos los males».

Edmund Burke (1729-1797),
filósofo británico.

210. «Cuando la izquierda imparte su sine díe justicia las atrocidades se multiplican, entonces sólo impera el sálvese quien pueda».

J. M. Mora (1968),
autor español.

211. «George Washington no tomó medidas reales en esa dirección e hizo todo lo posible por asegurarse de que ninguna de las más de 300 personas de su propiedad pudiera obtener su libertad».

Clarence Lusane (1953),
autor afroamericano.

212. «El mayor error lo comete quien no hace nada porque sólo podría hacer un poco».

Edmund Burke (1729-1797),
filósofo británico.

213. «No logramos designar al enemigo porque éste ha tomado el nombre del amigo».


Etienne Chouard (1956),

profesor francés.

214. «En la práctica, el sufragio universal trae bajo el brazo el fraude más escandaloso que podría imaginarse. Nunca faltó la trampa en el sufragio censitario, pero ahora la corrupción, inflada por el caciquismo en auge, será el sello del régimen».


Gustavo Vidal Manzanares (1972),

escritor español.

215. «El sufragio universal y la propiedad son antitéticos y no vivirán juntos mucho tiempo porque no es posible… El sufragio universal será siempre una farsa, un engaño a las muchedumbres, llevada a cabo por la violencia y la malicia de los menos, de los privilegiados de la herencia y del capital, con el nombre de clases directoras, o será, en estado libre, y obrando con plena independencia y conciencia, comunismo fatal e irreductible».

Cánovas del Castillo (1828-1897),
político.

216. «Ante Dios y el mundo, el más fuerte tiene el derecho de hacer prevalecer su voluntad».


Adolf Hitler (1889-1945),

Führer alemán.

217. «Democracia es aporía».


J. M. Mora (1968),

autor español.

218. «La democracia es una paradoja: creada para lo universal, fomenta la facción, el egoísmo y el interés sectorial. A lo sumo permite la componenda».

Salvador Giner (1934),
sociólogo y jurista español.

219. «Tienen la misma convicción y por medio de la prensa moldean la opinión pública para conseguir sus objetivos».

Adolf Hitler (1889-1945),
Führer alemán.

220. «La izquierda plantea y defiende con vehemencia que por qué no podemos deambular por la calle desnudos y saltando a la pata coja mientras tocamos el violín, que si no podemos hacer eso significa que no hay libertad sino heteropatriarcado».

J. M. Mora (1968),
autor español.

221. «La originalidad que es lo más alto de la vida, es lo que más difícilmente perdona el vulgo».


Azorín (1873-1967),

novelista español.

222. «He leído, como todo el mundo, algo acerca de la democracia, pero no tengo una idea clara de lo que es; etimológicamente, significa gobierno del pueblo, pero yo creo —quizás me engañe— que el pueblo no ha mandado nunca ni en los tiempos más revolucionarios y que tampoco mandará en el porvenir».

Pío Baroja (1872-1956),
escritor español.

223. «¿Autoritarismo? No, el verdadero líder —lejos de la actual definición de la RAE— lo es en defensa propia —ante el hombre masa—. Y cuando es auténtico, invierte toda su energía en sobrevivir, salvaguardando la vida y los intereses de los demás. Lo que le es concedido, sin duda, lo tiene bien ganado.

J. M. Mora (1968),
autor español.

224. «La libertad abstracta, al igual que otras simples abstracciones, no puede ser encontrada».

Edmund Burke (1729-1797),
filósofo británico.

225. «¿Que tienen representantes o delegados que mandan por él? Riámonos de eso. Es la farsa más estupenda que se ha inventado».


Pío Baroja (1872-1956),

escritor español.

226. «El sufragio universal, que es en sí mismo una malísima institución política, una institución incompatible con todo ordenado régimen político, y más si ese régimen es el monárquico, el sufragio universal, aun cuando sea verdad (y sobre todo ha de ser verdad), es incompatible a la larga con la propiedad individual, con la desigualdad de las fortunas y con todo lo que no sea un socialismo desatentado y anárquico. El sufragio universal no puede ser más que un instrumento de socialismo o una farsa vil, y, en estos últimos tiempos, es, bajo ese título postrero, como he juzgado conveniente calificarlo. Cualesquiera que sean los peligros y los inconvenientes del sufragio universal, es inútil discutirlo ahora. ¿Quién piensa, quién ha dicho siquiera que, después de que en España se haya votado una Ley de sufragio universal, las opiniones de las muchedumbres, de los pobres, de los que nada tienen, estarán representadas en las urnas electorales? ¿Hay alguien que sospeche esto siquiera? ¿A qué, pues, discutir el sufragio universal? Ya he indicado brevemente a qué consecuencias puede llegar ese sufragio. En otras ocasiones lo he discutido; y, si llegara el caso, como simple tema académico, podría discutirlo de nuevo».


Cánovas del Castillo (1828-1897),

político.

227. «Es siempre peligroso establecer paralelismos demasiado precisos entre un período histórico y otro; y entre los más engañados de tales paralelismos están aquellos que han sido establecidos entre nuestra propia época en Europa y Norteamérica y la época en la cual el Imperio Romano declinó adentrándose en la Edad Oscura. No obstante existen ciertos paralelismos… Esta vez, sin embargo, los bárbaros no están esperando más allá de las fronteras; hace tiempo que vienen gobernándonos».

Alasdair Maclntyre (1929),
filósofo escocés.

228. «La única costumbre que hay que enseñar a los niños es que no se sometan a ninguna».

Jean Jacques Rousseau (1712-1778),
escritor suizo.

229. «Se ha intentado democratizar a Nietzsche, maquillarlo, domesticarlo. Nietzsche nunca fue, ni pretendió ser, un demócrata, mucho menos un anarquista. Se trata de una fábula, pero una fábula institucionalizada y legitimada con el sello académico. Basta con saber leerlo con lentitud, una condición que exigía de sus lectores, para descubrir lo opuesto».

Nicolás González Varela (2018),
autor.

230. «Yo creo que el sufragio universal si es sincero, si da un verdadero voto en la gobernación del país a la muchedumbre, no solo indocta, que eso sería lo de menos, sino a la muchedumbre miserable y mendiga, ha de ser el triunfo del comunismo y la ruina del principio de propiedad (…). Escójase, pues, entre la permanente falsificación del sufragio universal y la desaparición de la propiedad (…). Cuando las minorías inteligentes, que serán siempre las minorías propietarias, encuentren que es imposible mantener la igualdad de derechos con ellos a la muchedumbre; cuando vea que la muchedumbre se prevalece de los derechos políticos que se han dado (…) buscarán dondequiera la dictadura y la encontrarán».


Cánovas del Castillo (1828-1897),

político.

231. «La democracia moderna es la forma histórica de la decadencia del estado».

Friedrich Nietzsche (1844-1900),
filósofo alemán.

232. «[Sobre Nietzsche] Su filosofía práctica es incompatible no sólo con el socialismo y el comunismo, sino con cualquier idea de democracia tibiamente liberal. Es incompatible con la modernidad in toto. Una vez en sus escritos esotéricos como exotéricos, los publicados y los no publicados, como en su correspondencia, ataca sin piedad el carácter cada vez más democrático, cada vez más horizontal de la Modernidad».

Nicolás González Varela (2018),
autor.

233. «[Sobre Nietzsche] La democracia se universaliza al punto de suprimir toda alternativa: no hay nada fuera de ella, ya que ella se solidifica como el único sentido posible de la realidad política».

Diego Felipe Paredes Goicoechea (2018),
autor.

234. «Las instituciones democráticas son establecimientos de cuarentena contra la antigua peste de los apetitos tiránicos: en cuanto tales muy aburridas y muy útiles».

Friedrich Nietzsche (1844-1900),
filósofo alemán.

235. «[Sobre Nietzsche] Sin embargo, esta cura —la democracia— puede ser peor que la misma enfermedad ya que, aunque la democracia ejerza una función de prevención, la cuarentena puede llegar a actuar en total detrimento de los seres humanos modernos».

Diego Felipe Paredes Goicoechea (2018),
autor.

236. «¿De qué he dado quizás una idea? […] 5) de que la Europa democrática tiende solo a una sublime cría de la esclavitud que tendrá que ser comandada por una raza fuerte para soportarse a sí misma».

Friedrich Nietzsche (1844-1900),
filósofo alemán.

237. «El pueblo no renuncia nunca a sus libertades sino bajo el engaño de una ilusión».


Edmund Burke (1729-1797),

escritor británico.

238. «[Sobre Nietzsche] Si la democracia, al igual que la metafísica, carece de sentido histórico, su desconocimiento del devenir le impedirá examinar sus propios condicionamientos y, de este modo, le será vetada toda variabilidad, toda posibilidad de cambio».

Diego Felipe Paredes Goicoechea (2018),
autor.

239. «Siempre se nos plantea una cuestión tentadora y mala, dicho en honor de los que tienen derecho a semejantes cuestiones enigmáticas, de las almas actuales más vigorosas, que mejor saben dominarse a sí mismas: ¿no sería conveniente en vista de cómo se desarrolla en Europa el tipo animal de rebaño, intentar una educación sistemática, artificial y consciente del tipo opuesto y de sus virtudes…? ¿Y no sería para el mismo movimiento democrático una especie de meta, de solución y de justificación el que hubiese alguien que se sirviese de él, para que finalmente, en su nueva y sublime configuración de la esclavitud (y esto es lo que acabará por ser la democracia europea), encontrase un camino aquella especie superior de espíritus dominadores y cesáreos que se colocase sobre la democracia, se atuviese a ella, se elevase por medio de ella? ¿Por nuevas miras lejanas o propias, hasta ahora imposibles…? ¿Por sus deberes…?».

Friedrich Nietzsche (1844-1900),
filósofo alemán.

240. «Lo único que necesita el mal para triunfar es que los hombres buenos no hagan nada».


Edmund Burke (1729-1797),

escritor británico.

241. «La democracia es ciencia, lo contrario es humanidad».

J. M. Mora (1968),
autor español.

242. «Me considero contrario: 1) Al socialismo, porque sueña ingenuamente con el Bien, la Verdad y la Belleza y con derechos iguales (también el anarquismo lucha por un ideal semejante, si bien de un modo brutal). 2) Al parlamentarismo y al periodismo, porque son los medios por los cuales se eleva la bestia del rebaño».

Friedrich Nietzsche (1844-1900),
filósofo alemán.

243. «Hay un momento límite en el que la paciencia deja de ser una virtud».


Edmund Burke (1729-1797),

escritor británico.

244. «Una sociedad, que rechaza definitivamente y en conformidad con su instinto la guerra y la conquista, está en declive: está madura para la democracia y el gobierno de los mercaderes…».

Friedrich Nietzsche (1844-1900),
filósofo alemán.

245. «Las malas leyes son la peor especie de tiranía».


Edmund Burke (1729-1797),

escritor británico.

246. «Qué ridículos me parecen los socialistas con su pueril optimismo del hombre bueno, emboscado y dispuesto a la abolición de todo el orden actual y el licenciamiento de todos los instintos naturales».

Friedrich Nietzsche (1844-1900),
filósofo alemán.

247. «Que el parlamentarismo no es fecundo. Es imposible. El parlamentarismo es una hoguera que lo consume todo a su lado; la dictadura puede ser la salvación».

Pío Baroja (1872-1956),
escritor español.

248. «La pretensión de transformar la metafísica de la libertad en una urna de metacrilato y un sin fin de cuartillas resulta, cuando menos, la expresión máxima del timo del tocomocho amén de un crimen para los árboles que han de ser talados al efecto».

J. M. Mora (1968),
autor español.

249. «Siempre el modernismo ha sido la forma de decadencia del poder de organización; ya en Humano, demasiado humano I, 349, he definido la democracia moderna, junto con sus cosas a medio hacer, como el Reich Alemán, como forma de decadencia del estado».


Friedrich Nietzsche (1844-1900),

filósofo alemán.

250. ««Iam Latio is estatus erat rerum, ut neque pacem, neque bellum pati possent. —De tal suerte estaban ya las cosas en el Lacio, que no podían sufrir ni la paz, ni la guerra—».

Nicolás Maquiavelo (1469-1527),
diplomático italiano.

251. «Dado que no existe ningún mojón en el Universo, el día que la ciencia esté dispuesta a reconocer que la teoría heliocéntria es susceptible de justificarse a contrario sensu, estaré dispuesto a reconocer la remota posibilidad de que pueda haber alguna bondad en la democracia».


J. M. Mora (1968),

autor español.

252. «Los socialistas ayudaron al triunfo de la democracia».


Friedrich Nietzsche (1844-1900),

filósofo alemán.

253. «De todas las situaciones desgraciadas, la más infeliz es la de una república o un príncipe reducidos a términos de no poder estar en paz ni en guerra».

Nicolás Maquiavelo (1469-1527),
diplomático italiano.

254. «El derecho que unos hombres se arrogan de elegir a otros hombres es la indignidad misma, activa y pasiva. Una rémora de remota esclavitud, una desviación moral inhumana».

J. M. Mora (1968),
autor español.

255. «De las masas debemos pensar tan desdeñosamente como la Naturaleza: conservar la especie».

Friedrich Nietzsche (1844-1900),
filósofo alemán.

256. «Ni en paz ni en guerra: En este caso se encuentran los que para la paz sufren condiciones demasiado gravosas, y para la guerra se exponen a ser presa de sus aliados o de sus enemigos».

Nicolás Maquiavelo (1469-1527),
diplomático italiano.

257. «¿Democracia? Es la cajera del súper que te pide el carné y te manosea la credit card, es la dictadura del proletariado».

J. M. Mora (1968),
autor español.

258. «La democracia europea, aun en sus partes mínimas, resulta un desencadenamiento de fuerzas. Por lo pronto, es un desencadenamiento de cobardía, de fatiga, de debilidad».

Friedrich Nietzsche (1844-1900),
filósofo alemán.

259. «[…] Los latinos; quienes no supieron hacer la guerra ni la paz con los romanos cuando debían hacerlo, de modo que la enemistad y la amistad de Roma les fue igualmente perjudicial».

Nicolás Maquiavelo (1469-1527),
diplomático italiano.

260. «El comunismo quita la propiedad, pega un tiro en la nuca y hace esclavos. La democracia niega la propiedad, niega el nacimiento y hace números».

J. M. Mora (1968),
autor español.

261. «La ilustración espiritual es un medio infalible para hacer a los hombres más inseguros, más débiles de voluntad, más desvalidos; en resumen, transforma a los hombres en rebaño: por eso, hasta ahora, todos los grandes gobernantes (Confucio en China, el Imperio Romano, Napoleón, el Papado cuando aspiraba al poder y no solo al mundo), dondequiera que los instintos de dominación culminaban, se sirvieron también de la ilustración espiritual, o por lo menos la administraban (como los Papas del Renacimiento).

»La equivocación de la masa en este aspecto, por ejemplo, en cualquier democracia, es extraordinariamente valiosa: ¡se entiende como progreso al empequeñecimiento y domesticación del hombre!».

Friedrich Nietzsche (1844-1900),
filósofo alemán.

262. «Ni en paz ni en guerra: Roma venció a los latinos y los redujo a la mayor extremidad, primero Manlio Torcuato, y después Camilo, que les obligó a entregarse incondicionalmente a los romanos, puso guarnición en todas las ciudades del Lacio, recibió rehenes, y al volver a Roma dijo al senado que todo el Lacio estaba en su poder».

Nicolás Maquiavelo (1469-1527),
diplomático italiano.

263. «Habéis llevado a tal extremo la revolución democrática que lo revolucionario es ser conservador».

J. M. Mora (1968),
autor español.

264. «Independientemente de toda consideración filosófico-religiosa, nos situamos ante el mismo fenómeno: el utilitarismo (socialismo-democracia) censura el origen de las valoraciones morales, pero, sin embargo, cree en ellas, como el cristiano. (¡Qué ingenuidad, como si la moral fuera posible cuando no existe un Dios que la sancione!). El más allá totalmente indispensable cuando se quiere mantener con sinceridad suficiente la fe en la moral».

Friedrich Nietzsche (1844-1900),
filósofo alemán.

265. «La miseria hace encontrar armas».

Nicolás Maquiavelo (1469-1527),
diplomático italiano.

266. «Conservándose solo a sí misma, la restauración borbónica del 75 se ha valido de la democracia para destruir todas las tradiciones morales y culturales de España».

J. M. Mora (1968),
autor español.

267. «Estos son malos tiempos. Los hijos han dejado de obedecer a sus padres y todo el mundo escribe libros».

Marco Tulio Cicerón (106 a. C.-43 a. C.),
político.

268. «Muchas palabras no indican necesariamente mucha sabiduría».

Tales de Mileto (1469-1527),
diplomático italiano.

269. «Cualquier religión o filosofía que no esté basada en el respeto por la vida no es una auténtica religión o filosofía».

Albert Scheweitzer (1875-1965),
médico franco-alemán.

270. «Como nada es más hermoso que conocer la verdad, nada es más vergonzoso que aprobar la mentira y tomarla por verdad».

Marco Tulio Cicerón (106 a. C.-43 a. C.),
político.

271. «El débil no puede olvidar nunca. El olvido es el atributo del fuerte».

Mahatma Gandhi (1869-1948),
político indio.

272. «El hombre es la medida de todas las cosas».

Protágoras (481 a. C.-411 a. C.),
filósofo.

273. «Si Dios no existiese, sería necesario inventarlo».

Voltaire (1694-1778),
escritor.

274. «Solo hay un Dios, el conocimiento, y un demonio, la ignorancia».

Sócrates (470 a. C.-399 a. C.),
filósofo ateniense.

275. «Repudio todo pensamiento sistemático porque todo sistema conduce necesariamente a la trampa».

Jorge Luís Borges (1899-1986),
escritor argentino.

276. «No podemos resolver problemas usando el mismo tipo de pensamiento que usamos cuando los creamos».

Albert Einstein (1879-1955),
físico alemán.

277. «Pero si el pensamiento corrompe el lenguaje, el lenguaje también puede corromper el pensamiento».

George Orwell (1903-1950),
escritor británico.

278. «Estamos instalados en el pensamiento único, y vamos a la voz única pasando por la caja única».

Pablo Castellano Cardilliaguet (1934),
abogado español.

279. «Pero el pensamiento trajo poder y conocimiento y, ataviada con ellos, la raza del hombre asumió dignidad y autoridad».

Mary Shelley (1797-1851),
dramaturgo.

280. «Si están convencidos de que Dios no existe, qué les importa que pensemos en él».

J. M. Mora (1968),
autor español.

281. «Capítulo XXVI: De cómo por causa de las mujeres se arruina un estado».

Nicolás Maquiavelo (1469-1527),
diplomático italiano.

282. «[…] Y la misma democracia, que gobernaba las sociedades norteamericanas, me pareció avanzar rápidamente hacia el poder en Europa».

Alexis de Tocqueville (1805-1859),
jurista francés.

283. «En cambio, acerca de cosas como qué es la justicia, qué es la piedad, qué es una democracia, o qué es una ley, todo el mundo creía tener su opinión: más Sócrates no descubre sino oscuridad e ignorancia».

Friedrich Nietzsche (1844-1900),
filósofo alemán.

284. «[…] Se ve primero que las mujeres han sido causa de muchas ruinas, ocasionando gran daño a los que gobiernan pueblos, y en éstos muchas divisiones».

Nicolás Maquiavelo (1469-1527),
diplomático italiano.

285. «Democracia, entrega de ilusión de poder a los cobardes. Engaño máximo y cárcel del pueblo. Prisionero de la malicia».

J. M. Mora (1968),
autor español.

286. «La primacía del mandarín nunca significa algo bueno: como tampoco el auge de la democracia, de los pacíficos tribunales de arbitraje en lugar de la guerra, el auge de la igualdad de derechos para las mujeres, de la religión de la compasión y demás síntomas de la vida que se hunde».

Friedrich Nietzsche (1844-1900),
filósofo alemán.

287. [Sobre Nietzsche] «Pues también, para Heidegger, la historia europea —como historia de la metafísica—, llega a su cumplimiento final en nuestra época, que es cuando se materializa por fin en estructuras sociales y políticas que podríamos llamar, utilizando la expresión de Horkheimer y Adorno, de organización total. Entre estas estructuras totalitarias no sólo se encontraba, para Heidegger, el nazismo, sino también el comunismo estalinista y la democracia liberal del imperio americano, son su capitalismo monopolista y su tecnificación del mundo. Todos ellos no son más que caras distintas de un mismo destino de Occidente como tierra donde finalmente se pone el ser, o sea, donde tiene lugar la consumación del olvido del ser y su ocaso».

Diego Sánches Meca (1950),
filósofo español.

288. «El imperio mismo se hacía igualitario; estaba envenenado, corroído por la democracia».

Friedrich Nietzsche (1844-1900),
filósofo alemán.

289. «La democracia anula y establece como un delito la precisa característica que distingue a los humanos de otros animales: el ser, la consciencia. De esta anulación no está exento el príncipe cuando cohabita con o se vale de ella».

J. M. Mora (1968),
autor español.

290. «Sobre David Friedrich Strauss, quiero decir: Un hombre mayor debería saber que la lengua es una herramienta recibida de los antepasados que hay que dejar a los descendientes, por lo que hay que respetarla como algo sagrado, inestimable e inviolable».

Friedrich Nietzsche (1844-1900),
filósofo alemán.

291. «[…] Apelaron a los extranjeros, principio siempre de próxima servidumbre».

Nicolás Maquiavelo (1469-1527),
diplomático italiano.

292. «Ni el demócrata es necesariamente bueno por ser demócrata ni el dictador es necesariamente tirano por ser dictador».

J. M. Mora (1968),
autor español.

293. «[…] Y esto en una época en que el espíritu alemán, que ha poco tiempo aún había poseído la voluntad de dominar a Europa, la fuerza de dirigir a Europa, llegaba, a guisa de conclusión testamentaria, a la abdicación y, bajo el pomposo pretexto de una fundación de imperio, evolucionaba hacia la mediocridad, hacia la democracia y las ideas modernas».

Friedrich Nietzsche (1844-1900),
filósofo alemán.

294. «Las faltas de los pueblos provienen de las de los príncipes».

Nicolás Maquiavelo (1469-1527),
diplomático italiano.

295. «La democracia es el desierto, la muerte, la nada».

J. M. Mora (1968),
autor español.

296. «Lo que es para echar a reís en nuestra democracia: el traje negro…».

Friedrich Nietzsche (1844-1900),
filósofo alemán.

297. «[…] El estado de Atenas, comparado con el de Esparta, vivió brevísimo tiempo».

Nicolás Maquiavelo (1469-1527),
diplomático italiano.

298. «Nunca se miente tanto como antes de las elecciones, durante una guerra y después de una cacería».

Otto Von Bismarck (1815-1896),
estadista alemán.

299. «Salchichas y política, mejor no saber cómo se hacen».

Winston Churchill (1874-1965),
ex Primer ministro del Reino Unido.

300. «Ahora impera la democracia de los conceptos en todas las mentes: gobiernan muchos juntos; un concepto singular que quisiera gobernar significa hoy en día, como queda dicho, idea fija. Esta es nuestra manera de matar a los tiranos: los mandamos al manicomio».

Friedrich Nietzsche (1844-1900),
filósofo alemán.

301. «Nietzsche no mató a Dios, constató que lo habíamos matado y no se alegraba de ello sino que lo encontraba desolador».

Jorge Eduardo Rivera Cruchaga (1927-2017),
filósofo chileno.

302. «La ciencia y la democracia van juntas (por mucho que diga Renan), tan ciertamente como el arte y la buena sociedad».

Friedrich Nietzsche (1844-1900),
filósofo alemán.

303. «Heidegger no remata a Dios, espera que Dios vuelva, es decir, espera con ilusión que la humanidad esté preparada para aceptar a Dios».

Jorge Eduardo Rivera Cruchaga (1927-2017),
filósofo chileno.

304. «El resultado práctico de esta democratización que se está propagando será, por lo pronto, una liga europea de pueblos, en la que cada pueblo singular, deslindado según conveniencias geográficas, ocupe la posición de un cantón, con sus derechos específicos; poco contarán entonces los recuerdos históricos de los pueblos hasta la fecha, pues bajo el dominio ávido de innovación y ansioso de indagaciones del principio democrático, el sentido piadoso de aquéllos es paulatinamente desarraigado desde los cimientos».

Friedrich Nietzsche (1844-1900),
filósofo alemán.

305. «La mitad de los estadounidenses nunca leyó un periódico. La mitad nunca votó para el presidente. Se espera que sea la misma mitad».

Gore Vidal (1925-2012),
escritor estadounidense.

306. «La democracia es el sistema para el cual lo justo y lo injusto, lo racional y lo absurdo, lo humano y lo bestial, se determina no por la naturaleza de las cosas sino por un proceso electoral».

Nicolás Gómez Dávila (1913-1994),
escritor colombiano.

307. «La democracia significa la no creencia en hombres superiores, en clases elegidas: todos somos iguales. En el fondo todos somos un rebaño egoísta y plebeyo».

Friedrich Nietzsche (1844-1900),
filósofo alemán.

308. «No sentir la putrefacción del mundo moderno es indicio de contagio».

Nicolás Gómez Dávila (1913-1994),
escritor colombiano.

309. «Platón quería que gobernasen los filósofos; no pidamos tanto, reduzcamos ad minimum nuestro deseo, pidamos que no nos gobiernen analfabetos».

José Ortega y Gasset (1883-1955),
filósofo español.

310. «Las mismas condiciones que fomentan el desarrollo del animal de rebaño fomentan, por otra parte, el desarrollo del animal dirigente».

Friedrich Nietzsche (1844-1900),
filósofo alemán.

311. «Hay un culto a la ignorancia en los Estados Unidos, y siempre ha existido. La cepa de anti intelectualismo ha sido un hilo conductor que serpentea a través de nuestra vida política y cultural, alimentado por la falsa noción de que la democracia significa que mi ignorancia es tan buena como tu conocimiento».

Isaac Asimov (1920-1992),
escritor ruso.

312. «Lo malo de la democracia es que basta una mayoría para que se considere que todos están de acuerdo y no es así…».

Anónimo.

313. «La democracia se ha convertido en un instrumento de dominio del poder económico y no tiene ninguna capacidad de controlar los abusos de este poder».

José Saramago (1922-2010),
escritor portugués.

314. «¿Por qué no volvemos a los clásicos y aceptamos que la democracia no es viable en territorios extensos con sociedades complejas?».

Josep M. Colomer (1949),
autor español.

315. «La democracia es una utopía burguesa para mantenerte dormido y alienado, viviendo la ilusión de que tu opinión importa».

Anónimo.


316. «Es más fácil engañar a la gente, que convencerlos de que han sido engañados…».

Mark Twain (1835-1910),
escritor estadounidense.

317. «La democracia es un teatro donde el partido que manda hace de malo y la oposición de bueno, hasta que toma el poder y pasan a ser los malos y los malos a ser los buenos. Así no nos damos cuenta que en realidad ambos son unos dictadores enmascarados».

Anónimo.


318. «Con humanidad y democracia nunca han sido liberados los pueblos».

Adolf Hitler (1889-1945),
Führer alemán.

319. «La Carta Democrática la pueden poner en un tubito bien fino y darle mejor uso, señor Almagro. Métasela por donde le quepa, a Venezuela se le respeta».

Nicolás Maduro Moros (1962),
Presidente de la República Bolivariana de Venezuela.

320. «El liderazgo es la capacidad de traducir una visión en realidad».

Warren Bennis (1925-2014),
erudito estadounidense.

321. «La dictadura surge naturalmente de la democracia, y la forma más agravada de la tiranía y la esclavitud de la libertad más extrema».


Platón (427-347 a. C.),

filósofo griego.

322. «La democracia está sobrevalorada»

Anónimo.


323. «M. Renan quisiera, por ejemplo, aunar la science con la noblesse; pero es evidente que la science pertenece a la democracia».

Friedrich Nietzsche (1844-1900),
filósofo alemán.

324. «La tiranía de un príncipe en una oligarquía no es tan peligrosa para el bienestar público como la apatía de un ciudadano en una democracia».

Charles de Montesquieu (1689-1755),
filósofo francés.

325. «La monarquía degenera en tiranía, la aristocracia en oligarquía y la democracia en violencia y anarquía».

Polibio (200 a. C.-118 a. C.),
historiador griego.

326. «La propaganda es a una democracia lo que la coerción a un estado totalitario».

Noam Chomsky (1928),
lingüista estadounidense.

327. «Cabe recordar que nuestro primer contacto con la democracia fue elegir delegado de clase al más tonto por las risas».

Anónimo.


328. «Los que abandonan la tradición de la verdad no escapan hacia algo llamado libertad. Solo escapan hacia otra cosa que llamamos moda».

Gilbert Keith Chesterton (1874-1936),
escritor británico.

329. «[…] os diré que la causa es la generalidad de la gente que me disgusta, el vulgo que odio, la muchedumbre que no me agrada…».

Giordano Bruno (1548-1600),
filósofo italiano.

330. «No te dejes arrastrar al mal por la muchedumbre; en las causas no respondas porque así responden otros, falseando la justicia».

Ley de Moisés,
Ex. 23, 2.

331. «La democracia también cercena la libertad de expresión».


Luís María Anson (1935),

periodista español.

332. «Estamos en medio de lo que pretende ser una reordenación minuciosa del mundo por parte de los Estados más poderosos. Las guerras de Irak y Afganistán no son más que una parte de un esfuerzo supuestamente universal para crear un orden mundial mediante la difusión de la democracia».


Eric J. Hobsbawm (1917-2012),

historiador británico.

333. «Democracia significa revolución organizada, sus consecuencias son: desorden, muerte, robo, abuso de poder, esclavitud y degradación».

J. M. Mora (1968),
autor español.

334. «[La democracia] es un término que depende de lo que llamaré la opinión pública autoritaria. Está prohibido en cierto modo no ser demócrata. Más exactamente: se da por descontado que la humanidad aspira a la democracia, y toda subjetividad de la que pueda suponerse que no es demócrata se considera patológica. En el mejor de los casos, ella merece una paciente reeducación; en el peor apela al derecho de injerencia de los legionarios y paracaidistas demócratas».


Alain Badiou (1937),

filósofo francés.

335. «La difusión mundial de la democracia no es solo una idea quijotesca; es peligros. La retórica en la que se enmarca está cruzada implica que el sistema es aplicable en una versión normalizada (occidental), que puede triunfar en todas partes, que puede remediar los dilemas transnacionales de hoy y que puede engendrar paz en vez de sembrar desorden. No es así».


Eric J. Hobsbawm (1917-2012),

historiador británico.

336. «¿Es cierto que todos y cada uno de los miembros de la humanidad deseamos vivir en democracia? Las evidencias fácticas demuestran lo contrario, no faltan ejemplos históricos en los que se ha optado por adoptar otros sistemas políticos, distintos de la democracia; tal es el caso de la revolución rusa, en que el pueblo ruso se alzó contra la política de los zares, instalando el comunismo como única opción política».


María Mut Bosque (2018),

profesora española.

337. «Así, inscripta en la opinión y en el consenso, la democracia atrae necesariamente la sospecha crítica del filósofo, puesto que, desde Platón, la filosofía está en ruptura con la opinión, obligada a examinar todo aquello que espontáneamente se considera como normal. Si democracia designa supuestamente un estado normal de la organización colectiva o de la voluntad política, entonces el filósofo pretenderá que se examine la norma de esta normalidad. No admitirá ningún funcionamiento del término en el marco de una opinión autoritaria. Para el filósofo, todo lo que es consensual es sospechoso».


Alain Badiou (1937),

filósofo francés.

338. «Si la guerra de Irak hubiera dependido del consentimiento, libremente expresado, de la comunidad mundial, no se habría producido».


Eric J. Hobsbawm (1917-2012),

historiador británico.

339. «En definitiva, la democracia es una opción política y en consecuencia, ésta podría ser objeto de imposición sobre aquellos individuos que no desean este tipo de sistema».

María Mut Bosque (2018),
profesora española.

340. «[…] las minorías no tiene sitio cuando la mayoría tiene donde apoyarse […]».

Nicolás Maquiavelo (1469-1527),
diplomático italiano.

341. «La democracia es popular por algo. En 1647, los niveladores ingleses difundieron la seductora idea de que "todo gobierno lo es con el libre consentimiento del pueblo". Querían decir votos para todos».

Eric J. Hobsbawm (1917-2012),
historiador británico.

342. «Desde una perspectiva histórica, podemos señalar que no es cierto que la democracia haya sido el único sistema político anhelado por la humanidad».


María Mut Bosque (2018),

profesora española.

343. «[Primavera Árabe] La desestabilización a través de las redes sociales se hizo por un lado, pero otra cosa son las operaciones militares. Y el que derribó a Gadafi no fue un Twitter. El que derribó a Gadafi fue un avión francés».


Antonio Bar (2018),

profesor español.

344. «Por supuesto, el sufragio universal no garantiza ningún resultado político determinado, y las elecciones no pueden ni siquiera asegurar su propia supervivencia; piénsese en la República de Weimar».

Eric J. Hobsbawm (1917-2012),
historiador británico.

345. «Hemos concluido que la imposición era posible, y ésta podía ser de dos tipos, convirtiendo la democracia en un concepto paradójico. Las dos tipologías de imposición engloban: la imposición de las decisiones de la mayoría a la minoría y la imposición ab initio».

María Mut Bosque (2018),
profesora española.

346. «No podemos imponer una democracia a quien no la quiere».


Antonio Bar (2018),

profesor español.

347. «Estados Unidos quiere imponer la democracia en contra del pueblo».


Antonio Mendoza (2018),

misionero salesiano.

348. «El hecho histórico es que los más pobres se subordinaron al poder de los patricios, mientras los pequeños propietarios de la tierra lucharon por imponer un poder popular».

Joaquín Miras Albarrán (2018),
filólogo español.

349. «[Arthur Rosenberg: "Democracia y Socialismo"] Como indica su título, el libro trata sobre la relación histórica del movimiento socialista con la democracia e intenta demostrar que desde los tiempos de Marx y Engels el socialismo se había insertado en la tradición de la democracia revolucionaria».

Andreu Espasa (2018),
historiador español.

350. «[Herman Melville: poder y amor entre hombres] La sociedad estadounidense tenía para Whitman la obligación de convertirse en un experimento pionero de sociedad abierta a la homosexualidad y a la auténtica democracia social. O quizás en alcanzar la auténtica democracia a través de, por su puesto, entre muchos otros cambios sociales, la homosexualidad y del amor entre hombres, Herman Melville:

»Porque era sobre todo en América que la homosexualidad debería encontrar su expresión, ya que la homosexualidad estaba implícita en toda la historia de la experiencia estadounidense; como lo expresó el manuscrito, "creo que el significado principal de América se encuentra en un nuevo ideal de amistad varonil, más ardiente, más general". Esto se convirtió, en el texto de 1860, en "una excelente amistad, exaltación, previamente desconocido". El destino profético de América debía realizarse mediante el establecimiento del "nuevo ideal"; dado que la homosexualidad es universal, Estados Unidos volvería a convertirse en un faro para el mundo. Whitman escribía en Democratic Vistas: "Digo que la democracia deduce tan amorosa camaradería, con su gemelo o contraparte más inevitable, sin la cual será incompleta, en vano, e incapaz de perpetuarse. Whitman parece haber creído, como Melville en Typee, que la heterosexualidad era la expresión sexual del capitalismo y de una sociedad basada en la propiedad. La homosexualidad era para él la expresión sexual de la comunidad, y seguiría necesariamente en una verdadera sociedad socialista. (Homosexual 83-84)».

Rodrigo Andrés González (2018),
profesor español.

351. «[Arthur Rosenberg: "Democracia y Socialismo"] Como indica su título, el libro trata sobre la relación histórica del movimiento socialista con la democracia e intenta demostrar que desde los tiempos de Marx y Engels el socialismo se había insertado en la tradición de la democracia revolucionaria».


Andreu Espasa (2018),

historiador español.

352. «El peor sistema político posible y del que es más difícil salir es aquel en el que la igualdad se pone por encima de la libertad, desafortunadamente eses es el modelo que se está imponiendo. Será una democracia de nombre, pero una democracia sin libertad».


Alexis de Tocqueville (1805-1859),

jurista francés.

353. «En el año 1944, los Aliados estaban preparando el desembarco en Normandía y entre los objetivos de los aviadores aliados había un puesto de mando del ejército alemán que intentaban destruir para facilitar el desembarco. Los aviadores americanos no consiguieron destruir este puesto, lo único que lograron fue estropear el tejado de ese puesto alemán. Lo que los aviadores americanos no sabían es que estaban intentando destruir la casa de Alexis de Tocqueville; y lo que tampoco podían saber es que ese tejado y el jardín se habían arreglado y se habían plantado gracias a los derechos de autor de La democracia en América».

Eduardo Nolla (2018),
profesor español.

354. «Henry David Thoreau (1817-1862) ha pasado a la historia de la literatura norteamericana como uno de los pensadores trascendentalistas más preocupados por la igualdad social. Curiosamente, su voluntad democratizadora está asociada al interés por el amor entre hombres, aunque el interés esté lógicamente velado».

Rodrigo Andrés González (2018),
profesor español.

355. «[Arthur Rosenberg] Del mismo modo que el éxito del socialismo era inconcebible sin su medio principal, es decir, sin la conquista del poder por parte del proletariado a través de la revolución democrática. La teoría política de Marx y Engels, pues, no se puede entender sin tener en cuenta su relación con el movimiento democrático de masas».

Andreu Espasa (2018),
historiador español.

356. «El mago hizo un gesto y desapareció el hambre, hizo otro gesto y desapareció la injusticia, hizo otro gesto y se acabó la guerra. El político hizo un gesto y desapareció el mago».

Woody Allen (1935),
guionista estadounidense.

357. «La Tiranía de las Mayorías —lo políticamente correcto—: nadie se atreve a contradecir la opinión pública y así parece que todo el mundo está de acuerdo».

Alexis de Tocqueville (1805-1859),
jurista francés.

358. «Esos aviadores americanos, que habían bombardeado la casa de Tocqueville, llevaban en sus bolsillos un pequeño libro editado en Estados Unidos en el que explicaban mediante citas del autor Alexis de Tocqueville, ¿qué era la democracia?».

Eduardo Nolla (2018),
profesor español.

359. «[Melville y Whitman] Tanto en el caso de uno y otro, la celebración del amor entre hombres es la base para su programa de cambio social, explícito a lo largo de numerosas novelas en el caso de Melville y explícito en Passage to India o en Democratic Vistas y en muchos otros poemas en el caso de Whitman».

Rodrigo Andrés González (2018),
profesor español.

360. «En política lo importante no es tener razón, sino que se la den a uno».


Konrad Adenauer (1876-1967),

ex Canciller de Alemania.

361. «La democracia es una broma griega».


Carlos I de Inglaterra (1600-1649),

Rey de Inglaterra.

362. «Un buen político es aquel que, tras haber sido comprado, sigue siendo comprable».


Winston Churchill (1874-1965),

Es primer ministro del Reino Unido.

363. «He llegado a la conclusión de que la política es una cosa demasiado seria para dejarla en manos de los políticos».


Charles de Gaulle (1890-1970),

ex Presidente de la República Francesa.

364. «Democracia es el nombre que se le da al pueblo siempre que se le necesita».


Marqués de Flers (1872-1927),

dramaturgo francés.

365. «Bajo el capitalismo el hombre explota al hombre, bajo el comunismo es justo al contrario».

John Kenneth Galbraith (1908-2006),
economista canadiense.

366. «Un político hará cualquier cosa por conservar su puesto. Incluso se convertirá en un patriota».

William Randolph Hearst (1863-1951),
periodista estadounidense.

367. «Los políticos son iguales en todas partes. Prometen construir un puente incluso donde no hay río».


Nikita Kruschev (1894-1971),

ex Dirigente de la Unión Soviética.

368. «Todas las madres quieren que sus hijos crezcan y se hagan presidentes, pero no quieren que mientras tanto se conviertan en políticos».

John Fitzgerald Kennedy (1917-1963),
trigésimo quinto Presidente de los Estados Unidos.

369. «Las promesas que hicieron ayer los políticos son los impuestos de hoy».


William L. Mackenzie King (1874-1950),

abogado canadiense.

370. «El Congreso es tan extraño. Un hombre se pone a hablar y no dice nada. Nadie le escucha… y después todo el mundo está en desacuerdo».

Boris Marshalov (1898-1967),
actor ruso.

371. «La visión gubernamental de la economía puede resumirse en unas cortas frases: si se mueve, póngasele un impuesto. Si se sigue moviendo, regúlese, y si no se mueve más, otórguesele un subsidio».

Ronald Reagan (1911-2004),
cuadragésimo Presidente de los Estados Unidos.

372. «La política es el arte de disfrazar de interés general el interés particular».

Edmond Thiaudière (1837-1930),
autor francés.

373. «La política es el arte de buscar problemas, encontrarlos, hacer un diagnóstico falso y aplicar después los remedios equivocados».

Groucho Marx (1890-1977),
actor estadounidense.

374. «En política sucede como en las matemáticas: todo lo que no es totalmente correcto, está mal».

Edward Moore Kennedy (1932-2009),
ex Senador de los Estados Unidos.

375. «La política es el arte de impedir que la gente se meta en lo que sí le importa».

Marco Aurelio Almazán (1922-1991),
escritor mejicano.

376. «Se puede engañar a parte del pueblo parte del tiempo, pero no se puede engañar a todo el pueblo todo el tiempo».


Abraham Lincoln (1809-1865),

decimosexto Presidente de los Estados Unidos.

377. «La vocación del político de carrera es hacer de cada solución un problema».


Woody Allen (1935),

guionista estadounidense.

378. «La política es el arte de servirse de los hombres haciéndoles creer que se le sirve a ellos».


Louis Dumur (1863-1933),

periodista francés.

379. «Vota a aquel que prometa menos. Será el que menos te decepcione».

Bernard M. Baruch (1870-1965),
financiero estadounidense.

380. «La política es quizá la única profesión para la que no se considera necesaria ninguna preparación».


Robert Louis Stevenson (1850-1894),

novelista escocés.

381. «El político debe ser capaz de predecir lo que va a pasar mañana, el mes próximo y el año que viene; y de explicar después por qué fue que no ocurrió lo que el predijo».

Winston Churchill (1874-1965),
ex Primer ministro del Reino Unido.

382. «Yo nunca voto por alguien, siempre voto en contra».

W. C. Fields (1880-1946),
comediante estadounidense.

383. «Un político honesto es uno que cuando le compran permanece comprado».


Simón Cameron (1799-1889),

ex Senador de los Estados Unidos.

384. «Lector, suponga que fuera usted idiota y suponga que fuera un miembro del congreso; pero me estoy repitiendo».

Mark Twain (1835-1910),
escritor estadounidense.

385. «Todos los partidos políticos mueren al final por haberse tragado sus propias mentiras».

J. Arbuthnot (1667-1735),
médico escocés.

386. «Un político es cualquier ciudadano que tenga la suficiente influencia para conseguirle a su anciana madre un trabajo como criada por horas en el Ayuntamiento».

H. L. Mencken (1880-1956),
periodista estadounidense.

387. «Ser humorista es fácil cuando tienes a todo el gobierno trabajando para ti».


Will Rogers (1879-1935),

humorista estadounidense.

388. «Un comité es un grupo de personas que individualmente no pueden hacer nada, pero que juntos deciden que no pueden hacer nada».


Fred Allen (1894-1956),

humorista estadounidense.

389. «La función del socialismo es llevar el sufrimiento a un nivel más alto».

Norman Mailer (1923-2007),
escritor estadounidense.

390. «A fuerza de conceder derechos a todo el mundo, la democracia es el régimen que mata con mayor seguridad la bondad».

Albert Guinnon (1863-1923),
dramaturgo francés.

391. «Cuando era joven había decidido ser pianista en un burdel o político profesional. A decir verdad, no hay mucha diferencia».


Harry S. Truman (1884-1972),

trigésimo tercer Presidente de los Estados Unidos.

392. «Cuanto más siniestros son los designios de un político, más estentórea se hace la nobleza de su lenguaje».


Aldous Huxley (1894-1963),

escritor británico.

393. «Cuando no se elige al más animal de todos, parece que no es realmente democracia».

Albert Guinnon (1863-1923),
dramaturgo francés.

394. «El mundo está harto de estadistas a quienes la democracia ha degradado convirtiéndolos en políticos».

Benjamín Disraeli (1804-1881),
es Primer Ministro del Reino Unido.

395. «El político piensa en la próxima elección; el estadista, en la próxima generación».


Otto Von Bismarck (1815-1898),

estadista alemán.

396. «En la aritmética política, dos y dos no son jamás cuatro».

Francisco Romero Robledo (1838-1906),
político español.

397. «En política, el vencedor es quien tiene la razón».

Alphonse Karr (1808-1890),
crítico francés.

398. «La mejor política es hacer creer a los hombres que son libres».

Napoleón (1769-1821),
militar francés.

399. «La oposición cuida siempre de pedir lo que está segura de no obtener, porque si lo obtuviese dejaría de ser oposición».


Alphonse Karr (1808-1890),

crítico francés.

400. «La política es una casa de putas en la que las pupilas son bastante feas».

Napoleón (1769-1821),
militar francés.

401. «La política saca a flote lo peor del ser humano».

Mario Vargas Llosa (1936),
escritor peruano.

402. «Las coaliciones son siempre muy pujantes para derribar, pero son siempre impotentes para crear».

Emilio Castelar (1832-1899),
político español.

403. «Los científicos se esfuerzan por hacer posible lo imposible. Los políticos, por hacer lo posible imposible».

Bertrand Russell (1872-1970),
filósofo británico.

404. «Los diplomáticos son personas a las que no les gusta decir lo que piensan. A los políticos no les gusta pensar lo que dicen».

Peter Ustinov (1921-2004),
actor británico.

405. «No hay más alianzas que las que trazan los intereses, ni las habrá jamás».

Antonio Cánovas del Castillo (1828-1897),
político español.

406. «Política es el arte de obtener dinero de los ricos y votos de los pobres, con el fin de proteger a los unos de los otros».

Noel Clarasó (1899-1985),
escritor español.

407. «Quien hace política pacta con los poderes diabólicos que acechan a todo poder».

Max Weber (1864-1920),
filósofo alemán.

408. «Si en la república de las plantas existiera el sufragio universal, las ortigas desterrarían a las rosas y a los lirios».

Jean-Lucien Arréat (1841-1922),
filósofo francés.

409. «Si un partido político se atribuye el mérito de la lluvia, no debe extrañarse de que sus adversarios lo hagan culpable de la sequía».

Dwight W. Morrow (1873-1931),
político estadounidense.

410. «Un partido es la locura de muchos en beneficio de unos pocos».

Alexander Poppe (1688-1744),
poeta británico.

411. «Yo no soy político. Además, el resto de mis costumbres son todas honradas».

Artemus Ward (1834-1867),
escritor estadounidense.

412. «La democracia sustituye el nombramiento hecho por una minoría corrompida, por la elección hecha merced a una mayoría incompetente».

George Bernard Shaw (1856-1950),
dramaturgo irlandés.

413. «Las democracias observan más cuidadosamente las manos que las mentes de quienes las gobiernan».

Alphonse de Lamartine (1790-1869),
escritor francés.

414. «La democracia se consolidó en la Grecia Arcaica y para la Época Clásica había fracasado porque las mayorías no eran siempre los mejores para gobernar».

Manuel Ocampo Ponce (2018),
filósofo mejicano.

415. «Lo peor de la política es ver a pobres votando a ricos para que los saquen de la pobreza».

Anónimo.

416. «Los políticos son la manifestación pública, el síntoma de una enfermedad que somos nosotros».

Arturo Pérez Reverte (1951),
escritor español.

417. «Entre un gobierno que lo hace mal y un pueblo que lo consiente, hay una cierta complicidad vergonzosa».

Víctor Hugo (1802-1885),

poeta francés.

418 «Nadie puede adoptar la política como profesión y seguir siendo honrado».

Louis McHenry Howe (1871-1936),
periodista estadounidense.

419. «Bien analizada, la libertad política es una fábula imaginada por los Gobierno para adormecer a sus gobernados».

Napoleón Bonaparte (1769-1821),
militar francés.

420. «Uno de los errores sobre los que se intenta sostener la democracia actual es la teoría del contrato social».

Manuel Ocampo Ponce (2018),

filósofo mejicano.

421. «La mejor virtud de un político es que sabe mentir sin ponerse colorado».

Anónimo.


422. «Los grandes espíritus siempre han encontrado una violenta oposición de parte de mentes mediocres».

Albert Einstein (1879-1955),
físico alemán.

423. «La ley solo existe para los pobres; los ricos y los poderosos la desobedecen cuando quieren, y lo hacen sin recibir castigo porque no hay juez en el mundo que no pueda comprarse con dinero».

Marqués de Sade (1740-1814),
filósofo francés.

424. «Si el pueblo permite un día que los bancos privados controlen su moneda, los bancos y las instituciones que florecerán en torno a los bancos, privarán a la gente de toda posesión, primero por medio de la inflación, enseguida por la recesión, hasta el día que sus hijos se despertarán sin casa y sin techo, sobre la tierra que sus padres conquistaron».

Thomas Jefferson (1743-1826),
tercer Presidente de los Estados Unidos.

425. «Las erráticas democracias socialista y liberal son generadoras de pobreza y subdesarrollo material de muchos y de grandes daños morales».

Manuel Ocampo Ponce (2018),
filósofo mejicano.

426. «La soberbia es una discapacidad que suele afectar a pobres infelices mortales, que se encuentran de golpe con una miserable cuota de poder».

José de San Martín (1778-1850),
militar argentino.

427. «Es hora de aullar, porque si nos dejamos llevar por los poderes que nos gobiernan, y no hacemos nada por contrarrestarlos, se puede decir que nos merecemos lo que tenemos».

José Saramago (1922-2010),
escritor portugués.

428. «En cuanto alguien comprende que obedecer leyes injustas es contrario a su dignidad como hombre, ninguna tiranía puede dominarte».

Mahatma Gandhi (1869-1948),
político indio.

429. «Si no estás prevenido ante los medios de comunicación, te harán amar al opresor y odiar al oprimido».

Malcolm X (1925-1965),
ministro religioso estadounidense.

430. «Para mí, la política no es más que la búsqueda del poder privado por parte de determinados individuos. Pueden disfrazarlo con cualquier ideología, ponerlo en los términos de las estupideces románticas o filosóficas que quieran, pero en esencia es una búsqueda privada del poder».

Jim Morrison (1943-1971),
cantante estadounidense.

431. «Haga como yo, no se meta en política».

Francisco Franco (1892-1975),
estadista español.

432. «En política, nada ocurre por casualidad. Cada vez que un acontecimiento surge se puede estar seguro que fue previsto para llevarse a cabo de esa manera».

Franklin Delano Roosevelt (1882-1945),
trigésimo segundo Presidente de los Estados Unidos.

433. «No hay nada más dogmático, más excluyente, más autoritario y más discriminatorio que las democracias actuales».

Manuel Ocampo Ponce (2018),
filósofo mejicano.

434. «Puede que parezca un idiota y hable como un idiota, pero no deje que eso le engañe. Realmente es un idiota»

Groucho Marx (1890-1977),

actor estadounidense.

435. «Los que menos tienen sufren cada día más en esta babilonia política».

Resistencia Suburbana.


436. «A los políticos y a los pañales hay que cambiarlos seguido… y por las mismas razones».

George Bernard Shaw (1856-1950),
dramaturgo irlandés.

437. «[…] y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres».

Juan 8:32.


438. «Urge superar los trasnochados sistemas liberal y marxista que han dejado a tres cuartas partes de la humanidad en la pobreza».

Manuel Ocampo Ponce (2018),
filósofo mejicano.

439. «No conozco mayor enemigo del hombre que el que es amigo de todo el mundo».


Jean Jacques Rousseau (1712-1778),

escritor suizo.

440. «Todos los cerebros del mundo son impotentes contra cualquier estupidez que esté de moda».

Jean de la Fontaine (1621-1695),
novelista francés.

441. «En materia de partidos políticos, que el perro coma al cerdo o que el cerdo coma al perro me tiene por completo sin cuidado».

Henrik Johan Ibsen (1828-1906),
dramaturgo noruego.

442. «Lo que confiere autoridad a una persona es su adecuación con la verdad».

Manuel Ocampo Ponce (2018),
filósofo mejicano.

443. «Contra la estupidez, hasta los dioses luchan en vano».

Johann Wolfgang Goethe (1749-1832),
poeta alemán.

444. «Si disponemos cañones frente al Congreso y disparamos a discreción, correrán a agarrarse a los sacos del erario y gritarán ¡no sin mi dinero!».

J. M. Mora (1968),
autor español.

445. «Cuando la lucha entre facciones es intensa, el político se interesa, no por todo el pueblo, sino por el sector a que él pertenece. Los demás son, a su juicio, extranjeros, enemigos, incluso piratas».

Thomas Macaulay (1800-1859),
poeta británico.

446. «En otras palabras, defender la democracia implica destruir la independencia de pensamiento».


George Orwell (1903-1950),

escritor británico.

447. «La democracia es la sospechosa de que más de la mitad de la gente tiene razón más de la mitad de las veces».

Elwyn Brooks White (1899-1985),
escritor estadounidense.

448. «Si hay que elegir entre sacrificar la economía o la democracia, hay que sacrificar la democracia».

Carlos Fernández Liria (1959),
escritor español.

449. «El ser humano es individualmente inteligente y colectivamente necio».

Anónimo.


450. «La libertad sin verdad es un intento de justificación del dominio del más fuerte sobre los débiles».

Manuel Ocampo Ponce (2018),

filósofo mejicano.

451. «Atenas representa el paradigma de la democracia actual. Pero no podemos olvidar que la ciudad ateniense, como las democracias modernas, sólo podía funcionar con un 60% de la población esclavizada».

Javier Barraycoa (1963),
filósofo español.

452. «Cuando un político muere, mucha gente acude a su entierro. Pero lo hacen para estar completamente seguros de que se encuentra de verdad bajo tierra».

Georges Clemenceau (1841-1929),
médico francés.

453. «Un hombre con un alma grande debería tener más en cuenta lo que un hombre virtuoso piensa, que lo que piensa mucha gente corriente».

Aristóteles (384 a. C.-322 a. C.),
polímata macedonio.

454. «En política compartir los odios es la base de la amistad».

Alexis de Tocqueville (1805-1859),
jurista francés.

456. «Silogismo: Si la democracia es el gobierno de la mayoría y la mayoría es ignorante y pervertida. ¿Quién nos va a gobernar?».

Manuel Ocampo Ponce (2018),
filósofo mejicano.

457. «Aquellos que tienen el privilegio de saber, tienen la obligación de actuar».

Albert Einstein (1879-1955),
físico alemán.

458. «La política es el paraíso de los charlatanes».

George Bernard Shaw (1856-1950),
dramaturgo irlandés.

459. «La democracia está demostrando ser el gobierno de los más perversos que han podrido al mundo y lo han dejado en la miseria moral y material».

Manuel Ocampo Ponce (2018),
filósofo mejicano.

460. «Al poder, sea cual sea el partido que lo ostente, le interesa que los conflictos se perpetúen, porque si se resolvieran, se tendrían que poner a trabajar en serio».

Eduardo Mendoza (1943),
escritor español.

461. «Para lo que sirven los referéndums y las elecciones es para dividir a la sociedad y tomar decisiones irracionales».

David Van Reybrouck (1971),
historiador cultural belga.

462. «La ignorancia no discierne, busca un tributo y toma un tirano. La miseria no delibera, se vende. Alejar el sufragio de manos de la ignorancia y de la indigencia es asegurar la pureza y acierto de su ejercicio. Algunos dirán que es antidemocrático pero la democracia, tal como ha sido ejercida hasta ahora nos ha llevado a este triste destino».

Juan Bautista Alberdi (1810-1884),
abogado argentino.

463. «Para Estados Unidos todo aquel que se oponga a su genocidio imperialista para los billionarios de siempre es o terrorista o antidemocrático o dictador».

Pablo Hasél (1988),
poeta español.

464. «Con la democracia ocurre algo curioso: todo el mundo la desea, pero no hay nadie que crea en ella».

David Van Reybrouck (1971),
historiador cultural belga.

465. «Los pactos políticos entre facciones adversas son siempre de mala fe, aunque sean convenientes».


John William Cooke (1919-1968),

abogado argentino.

466. «Todo está perdido cuando los malos sirven de ejemplo y los buenos de burla».


Democrates (s. I a. C.),

filósofo griego.

467. «La democracia ha llegado a su límite. Hay fórmula mejores».

David Van Reybrouck (1971),
historiador cultural belga.

468. «Los hijos de los antiguos alumnos de las Universidades de la Lvy League tienen entre dos y tres veces más probabilidades de ser admitidos en Harvard, Yale y Princeton que los que no lo son. Estados Unidos es la única democracia occidental donde sus principales universidades dan esa preferencia. Y esa tendencia ya existe en la escuela».

Edward Luce (2018),
Financial Times.

469. «La confianza en el Gobierno de Estados Unidos ha pasado del 77% en 1958 al 19% en 2015».

The Economist.

470. «El estado de la democracia en Estados Unidos, en pocas palabras, no es muy bueno. La lista de problemas de la democracia estadounidense es larga: las encuestas públicas de opinión muestran que los ciudadanos desconfían más de su gobierno en la actualidad que en cualquier momento desde la guerra de Vietnam y el Watergate».

Steve Jarding (1959),
consultor estadounidense.

471. «Nueve de cada diez nuevos empleados de Goldman Sachs son antiguos becarios sin sueldo. Sólo los ricos tienen el dinero suficiente para que sus hijos pasen el verano en Nueva York trabajando sin cobrar».

Edward Luce (2018),
Financial Times.

472. «Estados Unidos posee una de las tasas más bajas de participación electoral siendo cercana al 50% durante las últimas tres décadas, sólo superada por Suiza y Polonia».

Datos.

473. «Estados Unidos es uno de los países de la OCDE donde la afluencia de votantes es más baja. En las primeras elecciones de Obama, las del Yes we can, las de la ilusión para comunidades y generaciones enteras, votó sólo el 57% de los ciudadanos que podían hacerlo; en las de 2012, bajó hasta el 53,6%, en las de 2016 votó el 55,4%».

Juan Luis Sánchez (2018),
el diario.es, New York.

474. «En Estados Unidos, solo uno de cada dos electores hábiles se preocupa por registrarse para votar y, de todos aquellos que se registran, solo uno de cada dos vota habitualmente. Esto significa que tres de cada cuatro electores hábiles en EE. UU. no participan en sus elecciones democráticas».

Steve Jarding (1959),
consultor estadounidense.

475. «Vota y trabaja, vota y no cuestiones el sistema, vota y obedece, vota y consume, vota y mira la televisión, vota y no te preocupes, vota y no pienses, vota y no cuestiones la autoridad».

Anónimo.

476. «Lo cierto es que Estados Unidos, que pregona los valores del poder individual como fuente de democracia, tiene un problema con el nivel de participación en las elecciones».

Juan Luis Sánchez (2018),
el diario.es, New York.

477. «La democracia no se trata de la votación, sino del recuento de votos».

Tom Stoppard (1937),
dramaturgo británico.

478. «Hablar de democracia y callar al pueblo es una farsa. Hablar de humanismo y negar a los hombres es una mentira».


Ovidio (43 a. C.-17 d. C.),

poeta romano.

479. «En Estados Unidos, en las elecciones presidenciales, la participación no suele llegar ni al 60%; en el resto de elecciones locales y consultas queda a menudo por debajo del 20%».

Juan Luis Sánchez (2018),
el diario.es, New York.

480. «Siempre he sabido que la democracia llevaría a esto».

J. K. Toole (1937-1969),
novelista estadounidense.

481. «Bestias de Inglaterra».


George Orwell (1903-1950),

escritor británico.

482. «La práctica de la democracia es una secuela de la esclavitud por cuanto supone el derecho que unos hombres se arrogan a elegir a otros, aún cuando se trate para el más alto privilegio».

J. M. Mora (1968),
autor español.

483. «Todos los animales son iguales, pero algunos animales son más iguales que otros».

George Orwell (1903-1950),
escritor británico.

484. «Dos veces ha brotado la forma democrática a lo largo de la Historia: la primera en la Antigua Grecia, la segunda en Estados Unidos. En ambos casos se trataba de sociedades esclavistas».

J. M. Mora (1968),
autor español.

485. «Por estas causas fueron en aquel tiempo turbados los estados y gobiernos de las ciudades de Grecia con sediciones y discordias civiles, pues sabido que en un lugar se había hecho alguna demasía o insolencia por unos, otros se disponían a otra mucho peor, o por hacer alguna cosa de nuevo, o por mostrarse más diligentes e ingeniosos que los primeros, o más osados y atrevidos para vengarse, y todos estos males se excusaban nombrándolos con nuevos e impropios nombres, porque a la temeridad y osadía llamaban magnanimidad y esfuerzo, de manera que los temerarios y atrevidos eran tenidos por amigos y por defensores de los amigos; a la tardanza y madurez llamaban temor honesto, y a la templanza, modestia, cobardía y pusilanimidad encubierta; la ira e indignación arrebatada, nombrábanla osadía varonil; la consulta, prudencia y consejo, pereza y flojedad. El que se mostraba más furioso y arrebatado para emprender la cosa, era tenido por más fiel amigo, y el que la contradecía por sospechoso. El que llevaba a ejecución sus tramas y asechanzas, era reputado por sabio y astuto, y mucho más aquel que prevenía las de su amigo, o conseguía que ninguno se apartase de su bando ni tuviese temor a los contrarios. Finalmente, el más dispuesto para hacer daño a otro era muy elogiado, y mucho más el que para hacerlo inducía a otro que no pensaba en tal cosa.

»Esta formación de bandos era mayor entre extraños que entre parientes y deudos, porque aquéllos estaban más dispuestos a cualquier empresa sin excusa alguna, y porque estas juntas y concejos no se hacían por la autoridad de las leyes ni por el bien de la república, sino por codicia y contra todo derecho y razón. La fe y lealtad que se guardaba entre ellos no era por ley divina y religión que tuviesen, sino por mantener este crimen en la república y tener compañeros de sus delitos. Si alguno de bando contrario decía una razón buena, no la querían aceptar como tal, ni como de ánimo noble y generoso, si no les parecía que redundara en su provecho. Más querían vengarse que dejar de ser ultrajados. Si hacían algún concierto con juramento solemne, duraba hasta tanto que una de las partes fuese más poderosa que la otra; pero la primera ocasión la aprovechaba por ser la más segura y porque le parecía gran prudencia vencer al otro por astucia y malicia, y también porque es cosa cierta que antes los malos (cuyo número es infinito) son llamados industriosos que los inocentes y sencillos buenos, y comúnmente los hombres se afrentan de ser tenidos por simples e inocentes, y se glorifican de que les llamen malos y atrevidos.

»Todo esto nace de la codicia de honras, que enciende el fuego de las parcialidades, porque los que eran cabeza de bandos en las ciudades daban color honesto a su partido; los que favorecían al común, que llaman democracia, defendían que todos fuesen iguales en la república, y los del partido de los grandes, que llaman aristocracia, decían que era justo que los más buenos y principales rigiesen y fuesen preferidos a los menores. Cada cual, pues, contendía por favorecer a la república de palabra, mas en la obra todo el fin de su debate y contienda era inventar unos males contra otros, por fuerza o por manera de venganza y castigo, no mirando al bien común ni a la justicia, sino al deleite y placer de ver los unos el mal de los otros, ora fuesen injustamente condenados, ora violentamente oprimidos».

Tucídides (460 a. C.-395 a. C.),

historiador griego.

486. «LA GUERRA ES LA PAZ, LA LIBERTAD ES LA ESCLAVITUD, LA IGNORANCIA ES LA FUERZA».


George Orwell (1903-1950),

escritor británico.

487. «La ciencia genuina, hasta donde alcanza su verdadera doctrina, carece de profundidad. La profundidad es cosa de la sabiduría».

Edmund Husserl (1859-1938),
filósofo checo.

488. «[…] Y en efecto, la democracia ateniense del siglo V a. C., entendida hoy día como modelo de democracia por historiadores y politólogos, mantuvo su esplendor a base de la guerra y la política imperialista sobre las demás ciudades de la Liga de Delos, hasta que Esparta (no menos democrática que Atenas, a juicio de Platón y Aristóteles), viendo que el dominio ateniense del Istmo de Corinto ahogaba las relaciones comerciales del resto, se levantó al frente de la Liga del Peloponeso y derrotó el podería ateniense».


José Manuel Rodríguez Pardo (2018),

profesor español.

489. «Winston dejó caer los brazos de sus costados y volvió a llenar de aire sus pulmones. Su mente se deslizó por el laberíntico mundo del doblepensar. Saber y no saber, hallarse consciente de lo que es realmente verdad mientras se dicen mentiras cuidadosamente elaboradas, sostener simultáneamente dos opiniones sabiendo que son contradictorias y creer sin embargo en ambas; emplear la lógica contra la lógica, repudiar la moralidad mientras se recurre a ella, creer que la democracia es imposible y que el Partido es el guardián de la democracia; olvidar cuanto fuera necesario olvidar y, no obstante, recurrir a ello, volverlo a traer a la memoria en cuanto se necesitara y luego olvidarlo de nuevo; y, sobre todo, aplicar el mismo proceso al procedimiento mismo. Ésta era la más refinada sutileza del sistema: inducir conscientemente a la inconsciencia, y luego hacerse inconsciente para no reconocer que se había realizado un acto de autosugestión. Incluso comprender la palabra doblepensar implicaba el uso de doblepensar.


George Orwell (1903-1950),

escritor británico.

490. «Toda ontología, por rico que sea y bien remachado que esté el sistema de categorías de que disponga, resulta en el fondo ciega y una desviación de su mira más peculiar, si antes no ha aclarado suficientemente el sentido del ser, por no haber concebido el aclararlo como su problema fundamental».


Martin Heidegger (1889-1976),

filósofo alemán.

491. «Tras la independencia y formación de los Estados Unidos, se forma un estado federal con un partido único, el Partido Demócrata-Republicano —democracia como gobierno popular, república como gobierno nacional, aristocrático, en el sentido señalado por Aristóteles y Montesquieu—, cuya homogeneidad permitió la marcha hacia el Oeste según se establecía en el Destino Manifiesto, donde la guerra de todo tipo —ya fuera contra tribus o contra terceros países, como España o Méjico—, se convirtió en una necesidad para fortalecer la democracia estadounidense, aumentando así el territorio, la capa basal».


José Manuel Rodríguez Pardo (2018),

profesor español.

492. «El mundo se divide en tres categorías de gentes: un muy pequeño número que produce acontecimientos, un grupo un poco más grande que asegura la ejecución y mira como acontecen, y por fin una amplia mayoría que no sabe nunca lo que ha ocurrido en realidad».

Nicholas Murray Butler (1862-1947),
político estadounidense.

493. «La democracia es una creencia religiosa, su Dios es El Pueblo, todo lo que se ejecute por vía democrática será aceptado por el Imperio; aún la locura más delirante».


J. M. Mora (1968),

autor español.

494. «Y, después, algún cerebro privilegiado del Partido Interior elegiría este o aquella versión, la redactaría definitivamente a su manera y pondría en movimiento el complejo proceso de confrontaciones necesarias. Luego, la mentira elegida pasaría a los registros permanentes y se convertiría en la verdad».


George Orwell (1903-1950),

escritor británico.

495. «[…] Sin embargo, la Guerra de Secesión subsiguiente, provocada por el casus belli del ataque al Fuerte Sumter no fue tal, pues la Unión se mantuvo firme, y aquellos Estados Unidos iniciados con la independencia de las Trece Colonias menos de un siglo atrás, se convertirían en un Imperio Universal, demostrando que las relaciones entre Guerra y Democracia son tan intensas como puede haber entre cualquier forma de gobierno y el conflicto bélico».


José Manuel Rodríguez Pardo (2018),

profesor español.

496. «Las guerras pueden ser peleadas con las armas, pero son ganadas por los hombres. Es el espíritu del hombre liderado y el espíritu del líder lo que lleva a la victoria».

George Patton (1885.1945),
militar estadounidense.

497. «De cómo democracia y guerra van unidas tanto como cualquier otro régimen. Y si alguien afirma: No, ellos lucharon contra el totalitarismo. Yo le cuestiono ¿quién es el ingenuo?

J. M. Mora (1968),
autor español.

498. «La libertad es poder decir libremente que dos y dos son cuatro. Si se concede esto, todo lo demás vendrá por sus pasos contados».

George Orwell (1903-1950),
escritor británico.

499. «El mayor acto terrorista de la Historia lo hizo Estados Unidos al borrar del mapa dos ciudades en la IIGM. Mató hombres, mujeres y niños; causó males por radiación… A día de hoy, aquellas bombas nucleares han sido las únicas arrojadas sobre civiles».

José Luis Muñoz (1951),
escritor español.

500. «Enola Gay, Hiroshima, 6 de Agosto de 1945, 8:15 a. m., Little Boy, 15 Kilotones. Nagasaki, 9 de Agosto de 1945, 11:02 a. m., Fat Man, 20 kilotones; 140.000 y 137.000 hombres, mujeres y niños aniquilados respectivamente».

Datos.


501. «Las redes sociales le dan derecho de hablar a legiones de idiotas que primero hablaban solo en el bar después de un vaso de vino, sin dañar a la comunidad. Ellos rápidamente eran silenciados, pero ahora tienen el mismo derecho a hablar que un premio Nobel. Es la invasión de los imbéciles».

Umberto Eco (1932-2016),
escritor italiano.

502. «¿Educar en democracia? No, por favor, la democracia es la falta de educación. Eduquemos en la anti-democracia, saber valorar lo bueno, no lo que diga la mayoría».

J. M. Mora (1968),
autor español.

503. «[…] En ellos estaban instalados los cuatro Ministerios entre los cuales se dividía todo el sistema gubernamental. El Ministerio de la Verdad, que dedicaba a las noticias, a los espectáculos, la educación y las bellas artes. El Ministerio de la Paz, para los asuntos de guerra. El Ministerio del Amor, encargado de mantener la ley y el orden. Y el Ministerio de la Abundancia, al que correspondían los asuntos económicos. Sus nombres, en neolengua: Miniver, Minipax, Minimor y Minindantia».


George Orwell (1903-1950),

escritor británico.

504. «La guerra ha sido la forma de expansión del Imperio en las dos ocasiones en las que la democracia ha aparecido en la Historia: tanto en la Antigua Atenas como en Estados Unidos».

J. M. Mora (1968),
autor español.

505. «El crimental —el crimen de la mente— no implica la muerte; el crimental es la muerte misma».

George Orwell (1903-1950),
escritor británico.

jueves, 8 de marzo de 2018

UCRANIENSES

UCRANIENSES

          En el ranking de fuertes pestilencias padecidas a lo largo de los años por quien subscribe se encuentra en el primer puesto el soportado durante el servicio militar obligatorio en la Isla de las Palomas, Tarifa. La magnitud del hedor era tal que al regreso del permiso de fin de semana en la tarde del domingo hacíamos las camas con sábanas blancas que traíamos limpias de nuestras casas. Horas más tarde, en la noche de aquel mismo domingo, cuando nos disponíamos a dormir, las sábanas habían adquirido por el transcurso del tiempo un color amarillo anaranjado intenso que se diseminaba uniformemente por la totalidad de las mismas. Hasta la fecha nada ha desbancado de su puesto en el escalafón a este terrible hedor. Y hasta la fecha nada ha impactado de forma tan intensa e inmisericorde mi sentido del olfato como para merecer ni siquiera un segundo, tercer o inferiores puestos. Hasta la fecha, pero es la hora; por los largos años de pestilencia, de que el siguiente en el orden de sucesión le sea concedido a la Biblioteca Pública de El Escorial, justo frente al Ayuntamiento de El Escorial, el Escorial de Abajo para facilitar la ubicación. La bofetada de fortísima pestilencia que se recibe al abrir la puerta de acceso y que te acompaña durante todo el trayecto hasta la segunda planta que da entrada a la sala de lectura constituye una genuina oda al proceso de hedionda putrefacción en que se haya sumido el Estado español, suerte de voluminosa ponzoña amasada de excrementos humanos fermentados en orina.

De esta biblioteca, de la Espasa Calpé Hispano Americana, del año 29 creo recordar —si no es exacto que alguien vaya y lo compruebe— se extrae y he querido reflejar aquí porque me parece un indicador —para el lector que lo pueda captar tras varias lecturas sosegadas que enderecen el vicio sináptico inducido por la falacia constante que alcanza a impedir interpretar cabalmente lo que se lee— de la trastienda de la marabunta de humo turbio que falsifica la realidad y que mana desde Canadá hasta Moscú pasando por el Atlántico Norte, el siguiente extracto:

«El gran ruso es rubio, de hombros anchos, pesado y melancólico; el ucraniano es más delgado, moreno, activo, alegre y de carácter meridional. Tiene aficiones poéticas y musicales como lo prueban sus proverbios, leyendas y cantos populares. Pero no en toda Ucrania es este tipo de la población homogéneo y exclusivo; en la parte occidental de la Región de las Estepas está bastante mezclado con los grandes rusos, que se han dedicado a colonizar estos territorios. ( ) En Besarabia hay una proporción respetable de rumanos. La elevada cifra de los judíos (unos 2.000.000) es característica en la ucrania Occidental y viene de los tiempos de la unión con Polonia. Forman también los hebreos en las ciudades pequeñas generalmente la mayoría. Viven aún hoy en sus ghetos o aljamas, donde pasan en general una vida triste y oprimida, espiritualmente atrasada, aislada y pobre, que ha quedado sin contacto con la civilización. Sufren, a veces, persecusiones sangruientas (progroms), que no son sino la exacerbación momentánea de la animadversión latente que les rodea.»

Recientemente le consulté a una señora ucraniana que cuál era en su lengua el gentilicio de Ucrania: Ucraiinsis costestó —lo escribo más o menos como me sonó— se lo hice repetir varias veces y después de oirlo reiteradamente concluí —¡ah! Ucranienses, ya—. Recordé las invasiones tártaro mongolas y todo encajaba. Le consulté intencionadamente que si ella era de Besarabia. Noté cómo la expresión de su cara cambió hacia un tono entre desconfianza y sorpresa. Permanecí sereno ante sus cambios gestuales. Ella contestó que era de una zona cercana a Polonia. —¿Lvov?—, le pregunté. —Sí—, contestó. —Ah—. Creo que le sorprendió que pronunciase Lvov y no Lviv. La señora pertenece más bien al modelo de gran ruso transcrito arriba según describe la Espasa Calpé. Finalmente le pedí su opinión sobre los sucesos en Crimea. Ella contestó que Crimea siempre había pertenecido a Rusia, efectivamente conocía que Nikita Jrushchov había regalado Crimea a Kiev pero argumentó que la adhesión de Ukrania a la UE suponía automáticamente la participación en la OTAN y como consecuencia la pérdida de control por parte de Rusia del bastión militar que supone la península en el Mar Negro ante la posibilidad de una invasión desde la orilla sur. Claramente manifestó que constituía una barrera contra la invasión turca.

Pues bien, así quedó la cosa, hasta unos días más tarde. Se da la circunstancia de que la señora vive con otra ucraniana de una generación inferior, también de tipo gran ruso pero a diferencia de la primera no aprecio en ella influencia mongoloide que se manifiesta principalmente en el tono braquicéfalo. La segunda apenas habla español pero en un momento de la conversación que teníamos al respecto del tema crimeo le recordé a la mayor que ella se había mostrado partidaria de que Crimea fuese entregada a Moscú. Para mi sorpresa lo negó tajantemente, de inmediato, con energía y vehemencia. La segunda callaba. —Pero cómo—, exclamé, —si usted el otro día me dijo que era partidaria de que Crimea fuese rusa—. —No, no, no...—, aseguraba ella con un tono contrariado, enfadado, ofuscado. —Pero cómo que no—, insistí, —si usted incluso argumentó su posición: dijo que si Ucrania entraba en la UE... que la OTAN... que el Mar Negro... que los turcos...—. Por otro lado, la segunda ucraniana aseveró en una sola frase: Es que Crimea es Ucrania.

En estas circunstancias recordé un polígono de frecuencias diseñado por la Fundación BBVA en el que se refleja el incremento de la natalidad en España durante los últimos 120 años. El resultado es una línea prácticamente recta que asciende con una inclinación de 45o sin altibajos destacables, hasta la última parte de la década de los ochenta en cuyas coordenadas encontramos la primera inflexión notable. Se produce un descenso repentino de la natalidad pasando casi a una situación plana y manteniéndose así durante décadas hasta hace algunos años en los que se observa de nuevo un salto en la frecuencia esta vez para recuperar el ángulo de 45o. Luego, diversos estudios han demostrado que este aumento es debido a la natalidad que se da entre los inmigrantes y que no obedece a un incremento de la natalidad entre los propios españoles. También recordé que hemos pasado de comprar 200 litros de gasolina por 5.000 ptas. en 1978 a comprar 20 litros por 30 € en la actualidad. 200 litros supone llenar tres veces un tanque de 60 litros y aún te sobran otros 20, hoy sólo compras los 20 litros y te das un par de vueltecitas de cercanía. Claro que te dan un catálogo en la gasolinera para que canjees tus puntos por regalos y eso está bien porque el libreto tiene más calidad literaria y más contenido que el montón de hojas impresas que vende ZP bajo el definitivo título de El Dilema.

viernes, 23 de febrero de 2018

DISCURSO ANTIDEMOCRÁTICO

DISCURSO ANTIDEMOCRÁTICO 

Muchos se preguntarán, cómo es posible que en pleno siglo XXI alguien se atreva a cuestionar la Democracia, dado que el consenso mayoritario en Occidente la encumbra como la mejor, o en todo caso, la menos mala de las formas posibles de gobierno.

La respuesta es bien sencilla: el marco de la doctrina democrática se sustenta sobre el hediondo mar de la mentira, pero dos son sus objetivos connaturales; el sometimiento a la esclavitud y la perpetuación de unos genes sobre otros, todo ello sobre la base de una autorización legal emanada de un sistema preestablecido a conveniencia en lugar, tiempo, modo y forma.

Veamos:

Muchas veces se pone como ejemplo la democracia estadounidense como la más perfecta de las conocidas, sin embargo, si atendemos a ciertas fechas y datos históricos encontramos que: tras la Independencia de los EE.UU. en 1776 (hace 240 años) y la elaboración de su Constitución en 1787 (hace 229 años), es necesario esperar 78 años, dieciséis Presidentes –hasta Abraham Lincoln—y una guerra civil de cuatro años de por medio (1861-1865) para alcanzar la abolición de la esclavitud y el comienzo de las leyes segregacionistas (hace 151 años). Cien años más tarde en 1965 se aprueba la Ley de derecho de voto con lo que se da fin a las leyes de segregación (hace 51 años). A este hecho le sigue el asesinato del líder antisegregacionista Martin Luther King (hace 47 años). Para terminar señalando que entre 1909 y 1979, 60.000 personas fueron esterilizadas forzosamente en los EE.UU., 20.000 de ellas en California, donde existió la Ley de Eugenesia hasta 1979 (hace 37 años).

Así, podemos encontrar que cuando se sostiene el argumento de que la democracia surge con ese nombre hace 2.500 años en la Grecia Clásica –en casi todas las ciudades griegas había generalmente dos partidos en pugna—, y se expone que se daba en sociedades esclavistas –apenas el 10% de la población tenía derecho de voto—, se nos rebate que no se pueden comparar la democracia de Pericles y las democracias actuales. Pues bien, como hemos visto, no es necesario ir tan atrás para cerciorarse de que efectivamente lo que está en el origen permanece, de una o de otra forma, más o menos oculto, disfrazado; como en una burbuja…

Ante estos hechos, podemos avanzar que la Democracia conculca el Derecho de Ser del Hombre por el derecho de una mayoría democrática a elegir quién puede ser o no ser.

Pero continuemos,

Asimismo, cuando hablamos de que queda conculcado el Derecho de Ser del Hombre nos referimos por supuesto también al derecho del elector; es por esto, que quiero recordar la fábula de la tortuga y el escorpión de Esopo: …la tortuga lleva al escorpión sobre su caparazón para atravesar el río. En mitad del camino el escorpión pica a la tortuga, exclamando ella –por qué lo has hecho, ahora moriremos los dos—, a lo que el insecto responde –está en mi naturaleza—. Dando el sentido a la moraleja de esta fábula de que en ocasiones se está dispuesto a perjudicar a otros aún cuando nuestro propio sustento se pierda en la acción. Y por eso citar también en este mismo hilo al autor de Leviatán cuando dice: El motivo por el cual los hombres deciden limitar su propia naturaleza humana y someter restricciones sobre sí mismos, se debe a que tienen como objetivo abandonar ese sentimiento de miedo. En el sentido de estar dispuesto a perjudicarse uno mismo, limitando nuestra propia libertad, con tal de que otros mejor capacitados no puedan ejercer la suya –es decir, miedo a que otros puedan ejercer su libertad—. Y complementariamente a esta cita de Thomas Hobbes, al propio Benjamín Franklin cuando dice: Quienes renunciarían a una libertad esencial para obtener un poco de seguridad momentánea no merecen ni libertad ni seguridad y perderán ambas. En el sentido de estar dispuesto a renunciar a la libertad esencial de Ser, a favor de la libertad de elegir quién puede ser o no ser.

Incardinado en este asunto, también Thomas Hobbes, define su concepto de libertad; y dice: Libertad significa, propiamente, ausencia de oposición: por oposición quiero decir impedimentos externos del movimiento… Un hombre libre es aquel que, en aquellas cosas que puede hacer en virtud de su propia fuerza e ingenio, no se ve impedido en la realización de lo que tiene voluntad de llevar a cabo. Y qué mayor impedimento contra la libertad de Ser del hombre que el sometimiento a la voluntad de una mayoría aritmética en un régimen democrático. Como señala Benjamín Franklin: La democracia son dos lobos y un cordero votando para decidir qué se va a comer. La libertad es la oveja, armada, impugnando la votación.

Por esto, podemos afirmar que: Dado que mediante la democracia se establece que quien desee –por ejemplo—ser Presidente del Gobierno, lo será: si los demás quieren, quedando nuestro libre albedrío al albur de decisiones ajenas; pretender relacionar el concepto de democracia con el de libertad es en realidad de verdad y en esencia íntima y profunda e indisociable de su naturaleza congénita intrínsecamente incoherente.

Ya, en un análisis somero, es posible visualizar que el núcleo central de la idea de democracia es el derecho de voto. Este supuesto derecho se nos presenta como una libertad, porque da derecho a elegir, pero lo que no se dice es que lleva implícito el derecho a excluir. Esto lo vemos con claridad en la actualidad de nuestra situación política en la que, no desde pocos medios ni en pocas ocasiones, se nos dice –voten ustedes el mal menor—, es decir, hagan ustedes uso de su derecho de voto, no para elegir, sino para excluir a aquellos que consideren peores dado que todas las opciones son francamente mejorables.

Adicionalmente, el derecho de voto es inservible fuera de un sistema preestablecido, es decir, si omitimos toda la técnica de la democracia (urnas, papeletas, colegios electorales, parlamento…) nada podemos hacer con nuestro derecho de voto, con lo que queda bastante claro que no se trata de un derecho natural; por eso y porque implica la exclusión autorizada, no tiene nada que ver con la libertad. Afirmo que lo más alejado de la idea de Libertad es la democracia, en la que unos se creen con derecho a excluir de la sociedad a otros con total impunidad sobre una base aritmética.
Por su parte, la Izquierda siempre ha defendido la teoría de que el marxismo ha producido genocidios y miseria allí donde se ha practicado porque no se ha aplicado bien. Hace lo mismo con la democracia –el problema es que no se ha aplicado bien, democracia real ya, piden—. La realidad es que marxismo y democracia pretenden un igualitarismo material y un igualitarismo metafísico del poder respectivamente –división metafísica del poder en papeletas electorales, un hombre un voto—, por lo que podemos afirmar que se trata de ideologías de izquierda. Ambas siempre han generado miseria, esclavitud y genocidio –véase el asombroso caso de la disminución de la natalidad en España durante estos últimos cuarenta y un años, en los que se han introducido siete millones de inmigrantes para tapar este agujero poblacional— allí donde se han aplicado y cuanto más ideal se presenten en sus formas; más miseria, esclavitud y genocidio generarán. Porque son ideologías de carácter desviado que sólo pretenden la consecución del poder en beneficio del gobernante.

Sobre el concepto de Democracia Real defendido recientemente, clarificar que se trata de la idea marxista de democracia en la que sus principales ideólogos defienden que la democracia sólo es posible en una sociedad sin diferencia de clases, es decir, en una sociedad comunista. Socialismo y democracia, es por tanto una unidad en el pensamiento marxista. Friedrich Engels.

Por otro lado, Gustavo Bueno afirma: El presunto igualitarismo y universalidad que toda cultura normativa cree poseer, puede conllevar a que bajo su nombre se justifiquen acciones políticas que bajo otro contexto no lo estarían.

También, el destacado postestructuralista, Jean-Francois Lyotard, en el contexto de la postmodernidad señala acerca de los metarrelatos que todo intento de realizar políticamente un sistema ideológico lleva en su interior el germen del totalitarismo, es decir, que la determinación de la pluralidad a partir de un solo punto de vista que se impone por todos los medios posibles encierra un carácter totalitario.
O,…la democracia es una farsa de la que se ha servido la masonería, para hacer creer a una mayoría confundida y desorientada que se está haciendo su voluntad y que ésta es forzosamente buena. Lo real es que los principios de la democracia liberal son falsos e inaplicables en sí mismos. Carlos Abascal.

Y,…la democracia es el camino que han escogido las fuerzas internacionales de la subversión para alcanzar el poder omnímodo con la instauración del comunismo, que es precisamente la contra-iglesia. Carlos Abascal.

En conclusión, la Democracia es un instrumento de coacción que enfrenta la Libertad de Ser del Hombre con el derecho de voto, es decir, con el derecho de exclusión; es un medio utilizado por el poder hegemónico mediante el que se pretende laminar cualquier intento de liberación encabezado por un líder, so pretexto de que esa libertad individual se contrapone a una supuesta libertad colectiva de una mayoría democrática a elegir quién es líder o no; quién puede ser o no ser.


J. M. Mora

martes, 16 de enero de 2018

FUNDAMENTALISMO, TOTALITARISMO Y GENOCIDIO DEMOCRÁTICO EN ESPAÑA: EL ABORTO

FUNDAMENTALISMO, TOTALITARISMO Y GENOCIDIO DEMOCRÁTICO EN ESPAÑA: EL ABORTO:
                     
         2.202.522 ABORTOS VOLUNTARIOS EN ESPAÑA ENTRE 1986 Y 2016, 
         SOLO EN EL 6% HABÍA RIESGO PARA LA MADRE


Fundamento Jurídico:

Legislación Sobre El Aborto Inducido En España

  • 1822, Código Penal Español De 1822 En Sus Artículos 639 Y 640, Penalizaba El Aborto Para Los Profesionales Que Lo Facilitaran Y Para Las Mujeres Embarazadas Que Abortaran.
  • 1936, Cataluña Se Legaliza El Aborto Durante Las Primeras 12 Semanas De Embarazo, Mediante Decreto Firmado Por Josep Tarradellas, Publicado En 1937.
  • 1937, Zona Republicana, Siendo Ministra De Sanidad Federica Montseny, En El Gobierno Presidido Por El Socialista Francisco Largo Caballero Se Despenalizó La Práctica Del Aborto Inducido En 1937, Duró Poco.
  • 1985, Ley De Supuestos: Ley Orgánica 9/1985 (Despenalizó El Aborto En Varios Supuestos.
  • 2010, Ley De Plazos: Título Ii De La Ley Orgánica 2/2010 De Salud Sexual Y Reproductiva Y De La Interrupción Voluntaria Del Embarazo (Despenaliza La Práctica Durante Las Primeras 14 Semanas Del Embarazo)


A CONTINUACIÓN, LAS ESPELUZNANTES CIFRAS DEL GENOCIDIO

Interrupciones Voluntarias Del Embarazo En España:

  • 1986 ---------- 411
  • 1987 ---------- 16.206
  • 1988 ---------- 26.069
  • 1989 ---------- 30.552
  • 1990 ---------- 37.231
  • 1991 ---------- 41.910
  • 1992 ---------- 44.962
  • 1993 ---------- 45.503
  • 1994 ---------- 47.832
  • 1995 ---------- 49.367
  • 1996 ---------- 51.002
  • 1997 ---------- 49.578
  • 1998 ---------- 53.847
  • 1999 ---------- 58.399
  • 2000 ---------- 63.756
  • 2001 ---------- 69.857
  • 2002 ---------- 77.125
  • 2003 ---------- 79.788
  • 2004 ---------- 84.985
  • 2005 ---------- 91.664
  • 2006 ---------- 101.592
  • 2007 ---------- 112.138
  • 2008 ---------- 115.812
  • 2009 ---------- 111.482
  • 2010 ---------- 113.031
  • 2011 ---------- 118.359
  • 2012 ---------- 112.390
  • 2013 ---------- 108.690
  • 2014 ---------- 94.796
  • 2015 ---------- 94.188
  • 2016 ---------- 100.000

TOTAL ------------------------------ 2.202.522 ---------- ABORTOS Voluntarios

Casi 100.000 Abortos En España Durante 2016: Sólo En Un 6% De Los Casos Había Algún Riesgo Para La Mujer


J.M. Mora



miércoles, 10 de enero de 2018

AXIOMAS DE LA IDEOLOGÍA DEMOCRÁTICA

AXIOMAS DE LA IDEOLOGÍA DEMOCRÁTICA

1. Que la Democracia es El Gobierno Del Pueblo:

Es decir, que El Pueblo se gobierna a sí mismo. Apelando a las bajas pasiones, el axioma ilógico trata la subversión sediciosa de la masa. Si el pueblo se puede auto-gobernar ¿por qué ha de gobernarte nadie? En la analogía marxista es; ¿por qué nadie ha de tener más que tú? Ambas cuestiones siguen un interés, que dimana de la subsecuente sublevación y de la anarquía. Es en sí la perpetración del caos necesario, recabando instintos primarios, para que los sediciosos; perfectamente organizados, se alcen en una nueva estructura jerárquica; dejando patente que la premisa ideológica: El Gobierno Del Pueblo, es falsa.

2. Que la Democracia es La Libertad:

Se relacionan, deliberadamente, los conceptos de Democracia y Libertad. Pero, la Democracia es una imposición aritmética, que identifica a la Mayoría con la Libertad. En Democracia, todo se reduce a una dualidad: el hombre libre frente al hombre que escoge al hombre. ¿Cómo se puede afirmar entonces que la democracia es la libertad, cuando se trata precisamente de todo lo contrario? Si identificásemos un objeto con determinada ideología, y otro objeto con la contraria, podríamos ser representados de esta forma. Sin embargo, el objeto, o su contrario, carecen de capacidades humanas. Por tanto, cuando optamos por una ideología, votamos a su representante, es decir, a un ser humano, y no es distinto elegir a un ser humano para ser esclavo que hacerlo para gobernar, porque la acción denigrante es que unos hombres se crean con derecho a elegir a otros hombres, por más que éstos últimos se presenten voluntariamente al proceso; y que aquellos que desean ser algo determinado no puedan serlo por sí mismos, sino por la elección de los demás.

3. Que debe prevalecer el criterio de La Mayoría

En nada influye la razón o el juicio a la hora de tomar una decisión, sino que ésta será la preferida de la mayoría. Sin entrar a valorar de qué mayoría se trata, a lo único que se da importancia es a que sean muchos. Según este criterio, pongamos por caso que sufrimos en la Tierra una invasión de otro planeta, con ánimo devastador de la humanidad. Siendo muy superiores en número, les otorgamos amablemente el derecho de Sufragio, y nos ajustamos al criterio de la mayoría. Aún cuando entremos en un proceso de extinción, como consecuencia de las medidas económicas del gobierno invasor, seguiremos defendiendo la democracia porque en definitiva los extraterrestres forman parte del pueblo. Se comprenderá que es completamente absurdo basar las decisiones en el criterio de la mayoría; máxime en la actualidad española en la que se constata una inversión de la tasa de natalidad, de modo que mueren más de los que nacen, fenómeno que no es puntual sino que ha seguido esta dirección desde hace cuatro décadas.

4. El derecho de Sufragio Universal

El derecho de sufragio contiene dos derechos; activo y pasivo, es decir; a elegir y a ser elegido. Sin embargo, una vez más, si atendemos al concepto de elegir, ya sea de forma activa o pasiva, en lo que no se repara es en la significación que tiene el acto de elegir; mediante el cual, indisociablemente, se incluye y se excluye de modo simultáneo. Y ¿por qué razón hay que conceder a ningún ser humano el derecho de excluir a otro ser humano a través de su representante? La exclusión no debe ser un derecho autorizado, porque cuando ésta se realiza en base a una superioridad aritmética supone el colmo; de la desigualdad, de la ausencia de libertad, de la injusticia y de la falta de humanidad, según la cual el hombre tiene derecho a defender su integridad física y mental, y su libertad de ser lo que desee, emancipándose de la voluntad de la mayoría.

5. Que la Democracia no es una Ideología:

Precisamente, eludir que la Democracia sea una ideología, es un principio básico del totalitarismo; por cuanto de este modo se evita que sus axiomas puedan ser discutidos o puestos en duda. Si la democracia no es una ideología, no se trata de la imposición de la voluntad de nadie, sino de un constructo que existe por generación espontánea. Se llega incluso a comparar a la democracia con una hortaliza, a la que hay que regar a diario para que no se marchite, como si se tratase de un fruto de la naturaleza y no de una concatenación de ideas del hombre, es decir, de una metafísica creada por el hombre, que no tiene forma ni en la materia viva ni en la inerte sino en la conciencia humana. Y como tal, se trata de una ideología, y como ideología que es debe, necesariamente, ser confrontada por otra ideología diferente, con diferentes postulados y principios que puedan liberar al ser humano del totalitarismo democrático.

6. Renuncia al Derecho de Ser a favor del Derecho de Sufragio: 

Benjamín Franklin, que es considerado padre fundador de los EEUU, a pesar de no ser firmante de la Declaración de Independencia, tiene dos frases claras:  La democracia son dos lobos y un cordero votando para decidir qué se va a comer; y la libertad es el cordero, bien armado, impugnando la votación. Mientras que en la otra frase señala: Aquellos que renunciarían a una libertad esencial, para comprar un poco de seguridad momentánea, no merecen; ni libertad, ni seguridad, y acabarán perdiendo ambas. ¿Y qué mayor libertad esencial que la de Ser? El ser, lo que cada cual desee ser, emancipado de la voluntad de los demás, dentro de la moralidad; y por tanto no limitado en su libre albedrío, por la decisión mayoritaria de quienes se arrogan el derecho de elegir.

7. Que la Democracia es el establecimiento de unas normas para el diálogo con cualquier planteamiento ideológico:

Efectivamente, se trata entre otras cosas del establecimiento de unas normas para el diálogo, claro que siempre dejando aparte cualquier exposición que se oponga a los axiomas democráticos. En este sentido resulta muy ilustrativa la frase de un destacado comentarista político, habitual de programas de televisión, en la que dice literalmente, en una de sus intervenciones en directo: …todas las ideas en democracia son defendibles, aunque no sean razonables, y es la democracia, la que impide que aquellas ideas que atentan contra la propia democracia, no progresen… Es decir, que según este fundamentalista de la ideología democrática, si un ser humano se halla sistemática y objetivamente; excluido, vejado, ultrajado o vilipendiado merced a decisiones mayoritarias, está imposibilitado para defenderse, puesto que por más argumentos que exponga, acusando al régimen democrático de su desdicha, su voz quedará ahogada por la voluntad de la masa. Y a esto se le llama: el establecimiento de unas normas de diálogo. Pero se trata de un diálogo estéril, puesto que se incluye dentro de un marco axiomático que restringe la libertad esencial del ser humano a defender su propia integridad, obligándolo a someterse a la decisión de la mayoría, aún cuando ésta vaya en contra de su propia existencia.

8. Que la Democracia es la Igualdad

La naturaleza hace a los hombres diferentes. Es la naturaleza la que determina las habilidades de defensa, que permiten la supervivencia de los hombres, de modo que si hay seres humanos que poseen habilidades que superan a las de otros, estos otros poseen la ventaja de ser más numerosos; quedando compensado, de este modo, el devenir de la existencia de todos. Sin embargo, la imposición axiomática profesada en la ideología democrática; que hace prevalecer la cualidad cuantitativa sobre la cualitativa, es en esencia el establecimiento de la desigualdad de derecho; por cuanto que aquellos que son menos deberán someterse a la voluntad de los mayoritarios, produciéndose la indefensión de los que no son culpables ni de ser menos, ni de ser más habilidosos, dado que estas características han sido ya establecidas por la propia naturaleza. Todos nacemos con unas circunstancias dadas, y el hecho de nacer es en sí mismo la igualdad. La desigualdad, la establece el hombre cuando otorga ventajas, adicionales y artificiales, a quienes han nacido con la característica involuntaria de ser más numerosos.

9. Que los problemas de la Democracia, se solucionan con más democracia:

Se trata del colmo del fundamentalismo, en el que no solo se establecen unos axiomas; sino que a pesar de que no admiten discusión sobre los mismos, se pretende que los problemas de este sistema; injusto, irracional, totalitario y genocida se van a solucionar con más de lo mismo, es decir, implementando aún más sus postulados, y por tanto las consecuencias perniciosas de los mismos.

10. Que la Democracia ha evolucionado:


Desde Pericles, suponen que la democracia ha evolucionado mucho, sin embargo, lo que está en el origen: permanece. En el origen de la democracia; está la desigualdad, está la esclavitud, está la discriminación y tantos otros perjuicios. En cuanto a esta teórica evolución, baste decir que en los EEUU los esclavos no fueron liberados de su condición hasta finales del siglo XX, dado que a pesar de que la supresión de la esclavitud se produjo en la segunda mitad del siglo XIX, ésta fue sustituida por el comienzo de las leyes de segregación. Adicionalmente se arrogan, los ideólogos del fundamentalismo democrático, la exclusiva de la evolución, negando esta capacidad a todo aquel que no comulgue con sus postulados, y a quienes consideran cavernícolas.

J.M. Mora

miércoles, 13 de diciembre de 2017

INFECCIÓN Y PESTILENCIA DE LA IDEOLOGÍA DEMOCRÁTICA

INFECCIÓN Y PESTILENCIA DE LA IDEOLOGÍA DEMOCRÁTICA

Pretenden convencernos de que la Democracia no es una Ideología. De esta manera evitan que los axiomas en que se sustentan, y que nos imponen, puedan ser discutidos; y simultáneamente se autoproclaman dialogantes; verdaderamente orwelliano. ¿De qué diálogo hablamos si se parte de unas ideas centrales que afectan precisamente a la libertad y que no pueden ser discutidas? No dan lugar a diálogo posible salvo el limitado por sus imposiciones, de esta manera siempre prevalece su voluntad dado que las exposiciones están viciadas en todos momento.

Uno de los varios e irracionales axiomas que conforman el argumento democrático es el de relacionar a ésta con la Libertad; nada más alejado de la realidad y de la verdad. Se dice que es la libertad porque supone la voluntad de muchos frente a la de uno. Es decir, que muchos se impongan a uno se considera la libertad, pero que uno se emancipe de la voluntad de muchos es intolerable.

Encontramos claramente en esta primera observación las dos características que plantea Gustavo Bueno para la determinación sobre; ¿Ideología o filosofía? Por un lado se establece una idea —la democracia es la libertad—, esta idea se revela como indiscutible, como una verdad absoluta y permanente. Por otro lado se manifiesta en contraposición al individuo; —la superior legitimidad de la mayoría—. Son los dos signos que según el análisis del insigne filósofo nos permiten puntualizar que la Democracia es una Ideología.

Adicionalmente, desde otra perspectiva es muy necesario destacar la íntima relación entre Democracia y Comunismo, Ideologías que comparten un mecanismo de acción sobre las masas al objeto de transformarlas en instrumentos para alcanzar el poder por confrontación de la mayoría frente a los que son menos y, sin duda, contra quien es uno: Si en el comunismo se persigue el poder mediante la revolución, para la consecución de sus objetivos, se recaban las más bajas pasiones —de aquí que les interesa una sociedad pervertida y envilecida— planteando: ¿Por qué los demás tienen que tener más bienes materiales que tú? En la Democracia la retórica mediante la que se subleva a la masa es ¿Por qué alguien ha de gobernarte? En el primer caso se argumenta que tienes derecho a tener lo mismo que los demás sin diferenciar entre un borracho pendenciero y un trabajador laborioso; y en el segundo, que tienes derecho a gobernar tú al conjunto por más borracho que seas, siempre que tu criterio vaya con el de la mayoría, es decir, someterás en compañía de los que son más a todo el que se encuentre en inferioridad numérica.

En 1984, George Orwell escribe sobre su concepto de Newspeak; —La Guerra es la Paz, La Verdad es la Mentira, La Libertad es la Esclavitud—. En este sentido se hace necesario clarificar que: Lo que gobierna, gobierna y lo que es gobernado, es gobernado. La naturaleza antitética de estos conceptos es la que justifica su existencia. Si ambos son lo mismo, pueden ser substituidos por masa anárquica. La Democracia es por tanto, la Anarquía.

En Metafísica, Aristóteles enuncia su Principio de No Contradicción —Es imposible que, al mismo tiempo y bajo una misma relación, se dé y no se dé en un mismo sujeto, un mismo atributo—. Por este principio elemental no puede ser que el Pueblo sea al mismo tiempo gobernado y gobernante. La Democracia es por tanto un absurdo metafísico.


J. M. Mora

ARRIBA LA DICTADURA NOBLE DE DERECHA Y MUERTE A LA DEMOCRACIA.***** Si La Patria es el último refugio de los cobardes, la Democracia es el primero.***** Mi Esencia es Procatólica, Antidemócrata, Antimarxista, Antianarquista, Antimasónica y en definitiva Antirojo. Considero que la máxima expresión de la Libertad de una Nación se encuentra bajo Una Dictadura Noble de Derecha, en el entendido de que La Derecha es un Modo y no una forma de Gobierno que significa que el gobernante lo hace en beneficio de los Nacionales y no en el propio, siendo el gobierno que se hace en beneficio del propio gobernante el que corresponde al modo de izquierda. J. M. Mora

ARRIBA LA DICTADURA NOBLE DE DERECHA Y MUERTE A LA DEMOCRACIA

Si La Patria es el último refugio de los cobardes, la Democracia es el primero.

Mi Esencia es Procatólica, Antidemócrata, Antimarxista, Antianarquista, Antimasónica y en definitiva Antirojo. Considero que la máxima expresión de la Libertad de una Nación se encuentra bajo Una Dictadura Noble de Derecha, en el entendido de que La Derecha es un Modo y no una forma de Gobierno que significa que el gobernante lo hace en beneficio de los Nacionales y no en el propio, siendo el gobierno que se hace en beneficio del propio gobernante el que corresponde al modo de izquierda.

J. M. Mora

sábado, 2 de diciembre de 2017

«EL ENEMIGO MÁS PELIGROSO DE LA RAZÓN Y DE LA LIBERTAD DE NUESTRA SOCIEDAD ES EL SUFRAGIO UNIVERSAL». H. J. Ibsen

«EL ENEMIGO MÁS PELIGROSO DE LA RAZÓN Y DE LA LIBERTAD DE NUESTRA SOCIEDAD ES EL SUFRAGIO UNIVERSAL». H. J. Ibsen

Orden cronológico de la implementación del Sufragio Universal en Europa:
Entre 1906 y 1928 el orden por países fue el siguiente: Finlandia, Noruega, Dinamarca, Islandia, Rusia, Austria, República Checa, Eslovaquia, Estonia, Hungría, Alemania, Luxemburgo, Países Bajos, Polonia, Suecia, Irlanda, Lituania, Rumanía, Reino Unido… Se pone de manifiesto que son aquellos países históricamente más racistas y xenófobos del mundo aquellos que son los que en riguroso orden van dotando a sus ciudadanos del Derecho de Sufragio Universal.

H.J. Ibsen: Un Enemigo del Pueblo; https://youtu.be/GLb-E5dtghk

—...El enemigo más peligroso de la razón y de la libertad de nuestra sociedad es el sufragio universal. El mál está en esa mayoría liberal estúpida del sufragio, en esa masa amorfa, he dicho—.

—…¿Acaso no es la mayoría de esa sociedad la que me roba mis derechos y pretende arrebatarme la libertad de decir la verdad?—.

—…La mayoría nunca tiene razón, esa es una de las mentiras establecidas por la sociedad, todo ciudadano libre debe protestar contra ella. ¿Quién es la mayoría de sufragio? ¿Los estúpidos o los inteligentes? Espero que ustedes me darán la razón de que los estúpidos están en todas partes formando una mayoría aplastante y creo que esa no es razón suficiente, digo, que creo que esa no es razón suficiente para que los estúpidos manden sobre los demás. Pienso dedicar todas mis fuerzas, toda mi inteligencia, a combatir esa mentira de que la voz del pueblo es la voz de la razón. ¿Qué valor tienen las verdades proclamadas por las masas? Son viejas y caducas. Y esas verdades viejas y caducas son las que imponen la mayoría de la sociedad como buenas—.

—…Las verdades que acepta la mayoría no son otras que las que defendían los pensadores de vanguardia en tiempos de nuestros tatarabuelos. No las compartimos, ya no nos sirven. La única verdad evidente es que un cuerpo social no puede desarrollarse saludablemente si sólo se alimenta de verdades disecadas—.

—…La Voz del Pueblo (periódico) se burla cuando dice que la masa es la esencia del pueblo eso no es más que una adulación, un truco periodístico, ¿no se dan ustedes cuenta? La masa es la materia bruta que hay que transformar en pueblo. H.J. Ibsen

Cabe destacar que en las Elecciones al Reichstag de 5 de marzo de 1933 en la que estaban en juego 647 escaños, con una demografía electoral de 44.685.764 habitantes inscritos y una participación de 39.655.029, el 88,74%; mientras que la población total del país era de 66 millones de habitantes. Los resultados fueron los siguientes: 43,91% de los votos, 17.277.180, fueron al partido de Adolf Hitler, NSDAP (Partido Nacional Socialista Obrero Alemán). Fue el NSDAP el partido más votado con diferencia muy notable respecto del segundo que sólo obtuvo un 18,25% de los votos a la cabeza de Otto Wels, SPD (Partido Socialdemócrata de Alemania), seguido con un 12,32% de los votos por Ernst Thalmann, KPD (Partido Comunista de Alemania). A continuación con el 11.25% de los votos Ludwig Kaas, Zentrum (Partido de Centro) y terminando con el 7,97% de los votos Alfred Hugenberg, DNVP (Partido Nacional del Pueblo Alemán).


J.M. Mora

FRAUDE ELECTORAL 1936 (El Pucherazo de 1936)

FRAUDE ELECTORAL 1936 (El Pucherazo de 1936)

Presidente de la República: Alcalá Zamora (reconoce el fraude en sus memorias)
Presidente del Gobierno: Manuel Azaña (reconoce el fraude en sus memorias)
Líder Socialista: Indalecio Prieto (reconoce el fraude en sus memorias)

Papeletas robadas, censos manipulados, actas falsificadas éstos fueron los hechos sobre unas elecciones sobre los que la Izquierda justifica un gobierno al que consideran legítimo sin serlo dado que nunca se publicaron los resultados electorales, ni tampoco se investigaron por parte del ilegítimo y golpista gobierno de Izquierda a pesar de la denuncia de la Derecha. Pero en la actualidad esos documentos han salido a la luz y se conoce sin ninguna duda que los resultados fueron manipulados a favor del Frente Popular (Coalición de Izquierda; anarquistas, separatistas catalanes, comunistas, socialistas…). Convirtieron en victoria electoral lo que en realidad había sido una derrota. En tiempos de Maura, Pablo Iglesias, el fundador del PSOE y del sindicado UGT había dicho: —Nosotros estaremos con la legalidad cuando la legalidad nos favorezca y fuera de ella cuando no consigamos nuestros objetivos—. La Izquierda se atribuyó un mínimo de 50 escaños ilegales, por lo tanto fue una derrota de la Izquierda y una victoria de la Derecha. 

Crédit Lyonnais, es el nombre del banco francés fundado en 1863 por Lione da Henri Germain que fue nacionalizado en 1945, en el que Niceto Alcalá Zamora escondió bajo llave en una caja fuerte las Actas reales del proceso electoral general del 36. Coincidiendo con el saqueo de la cuarta reserva de oro del mundo, la española, que además de plata y papel moneda contaba con 711 toneladas del metal precioso, el conocido como Oro de Moscú, que no es una película de cachondeo de Alfredo Landa sino un hecho histórico que supone el mayor robo de la Historia; otros bancos también fueron saqueados, entre ellos Crédit Lyonnais de donde fueron posteriormente sustraídas las mencionadas actas. Hay que mencionar que durante el proceso electoral hubo 48 asesinatos al objeto de crear una situación de terror que permitiese el fraude que llega al extremo de presentarse en los colegios electorales después de la votación y sustituir las urnas reales por otras preparadas. Hasta el año 1978 no se publicó oficialmente el resultado de las actas que corresponden al proceso, sin embargo, las actas publicadas en el 78 eran las actas falsificadas y no las verdaderas. No es hasta 2008 cuando se conoce públicamente la verdad, merced a unas investigaciones sobre 12.000 documentos robados llevada a cabo por la Guardia Civil. Es entonces cuando estos documentos vuelven a España, intentando los herederos de Niceto Alcalá Zamora que se los diesen, y quedando almacenados en la Dirección General del Libro y Archivos del Ministerio de Cultura. En aquel momento de plena eclosión de la Ley de Memoria Histórica el Gobierno de José Luís Rodríguez Zapatero se niega a hacerlos públicos hasta que casi diez años después se ha conseguido que salgan a la luz, desmontando así el argumento esgrimido como fundamento de la Ley de Memoria Histórica. Por lo tanto no se ha podido demostrar documentalmente el fraude electoral cometido en 1936 hasta 2017 pero hoy, es un hecho documentado.


J.M. Mora

viernes, 1 de diciembre de 2017

LA DEMOCRACIA COMO FÓRMULA LEGAL PARA LA PRÁCTICA DEL GENOCIDIO

LA DEMOCRACIA COMO FÓRMULA LEGAL PARA LA PRÁCTICA DEL GENOCIDIO (Viernes 1 de Diciembre de 2017)

Si La Patria es el último refugio de los cobardes, La Democracia es el primero.

Vamos a hablar de la Corona y de todos los Presidentes desde la Transición española y planteamos que son responsables de un delito de Genocidio que debe ser castigado con una pena de entre 8 y 15 años de cárcel.

El genocidio se incorporó al código penal de España en 1971 (cuatro años antes de la muerte de Franco). La Ley orgánica del poder judicial de 1985 (Ley Orgánica 6/1985) otorga a los tribunales españoles la jurisdicción sobre los actos cometidos fuera de España, donde la conducta violaría la ley española si se cometiera en España o incumpliese las obligaciones derivadas de los tratados internacionales. La ley otorga a los tribunales españoles jurisdicción sobre otros delitos que los tratados internacionales exigen que España procese, incluidos el genocidio y el terrorismo, y en los que los tratados exigen que España procese tales delitos.

Pues bien;

La Asociación de Familiares de Víctimas del Genocidio de Paracuellos del Jarama presentó en 1998, al amparo del proceso emprendido en España contra el ex dictador chileno Augusto Pinochet, una querella ante la Audiencia Nacional contra Santiago Carrillo, el PCE, el PSOE, la Comunidad de Madrid y el Estado español por delitos de genocidio, torturas y terrorismo. La querella se refería a unos hechos conocidos como las Matanzas de Paracuellos, una serie de asesinatos masivos organizados durante la Batalla de Madrid, en el transcurso de la Guerra Civil Española y que llevaron a la muerte a miles de presos considerados opuestos al bando republicano.

Sin embargo, el juez Baltasar Garzón rechazó de plano la querella alegando diversas razones subjetivas.

Empero, el infrascrito no se refiere a las matanzas de Paracuellos del Jarama sino a la implementación de medidas políticas, principalmente en el marco económico, que tienden a la desaparición y sustitución de la población española ininterrumpidamente desde la muerte del Caudillo. Alcanzan las cifras de baja natalidad parámetros de siete millones de descenso análogos al exterminio durante la etapa nazi. Es decir, cuando como consecuencia de la implementación de unas medidas políticas se obtiene como resultado que se tiende a impedir el género de vida de la población y su reproducción, y constatado mediante décadas que esto es así y con la previsión de seguir siéndolo, no se da marcha atrás en la puesta en práctica de estas medidas se puede deducir que existe una intención o ánimo, es decir, un propósito determinado; en este caso el Genocidio de una población.

Fundamento Legal:

Artículo 607 del Código Penal español Código Penal, Libro II Título XXIV Delitos contra la Comunidad Internacional CAPÍTULO II, Delitos de genocidio -

Artículo 607.

1. Los que, con propósito de destruir total o parcialmente a un grupo nacional, étnico, racial o religioso, perpetraren alguno de los actos siguientes, serán castigados:

1) Con la pena de prisión de quince a veinte años, si mataran a alguno de sus miembros. Si concurrieran en el hecho dos o más circunstancias agravantes, se impondrá la pena superior en grado.

2) Con la prisión de quince a veinte años, si agredieran sexualmente a alguno de sus miembros o produjeran alguna de las lesiones previstas en el artículo 149.

3) Con la prisión de ocho a quince años, si sometieran al grupo o a cualquiera de sus individuos a condiciones de existencia que pongan en peligro su vida o perturben gravemente su salud, o cuando les produjeran algunas de las lesiones previstas en el artículo 150.

4) Con la misma pena, si llevaran cualquier medida que tienda a impedir su género de vida o reproducción, o bien trasladaran por la fuerza individuos de un grupo a otro.

5) Con la de prisión de cuatro a ocho años, si produjeran cualquier otra lesión distinta de las señaladas en los números 2. y 3. de este apartado.

2. La difusión por cualquier medio de ideas o doctrinas que nieguen o justifiquen los delitos tipificados en el apartado anterior de este artículo, o pretendan la rehabilitación de regímenes o instituciones que amparen prácticas generadoras de los mismos, se castigará con la pena de prisión de uno a dos años.

--- Artículo 149. El que causare a otro, por cualquier medio o procedimiento, la pérdida o la inutilidad de un órgano o miembro principal, o de un sentido, la impotencia, la esterilidad, una grave deformidad, una grave enfermedad somática o psíquica, será castigado con la pena de prisión de seis a doce años.

Artículo 150. El que causare a otro la pérdida o la inutilidad de un órgano o miembro no principal, o la deformidad, será castigado con la pena de prisión de tres a seis años. ----------------------------------

Jurisdicción El genocidio se incorporó al código penal de España en 1971. La Ley orgánica del poder judicial de 1985 (Ley Orgánica del Poder Judicial, Ley Orgánica 6/1985) otorga a los tribunales españoles la jurisdicción sobre los actos cometidos fuera de España donde la conducta violaría la ley española si se cometiera en España o incumple las obligaciones derivadas de los tratados internacionales.

La ley otorga a los tribunales españoles jurisdicción sobre otros delitos que los tratados internacionales exigen que España procese, incluidos el genocidio y el terrorismo, y en los que los tratados exigen que España procese tales delitos. (Ver "Los procedimientos penales contra los represores chilenos y argentinos en España: un breve resumen, 11 de noviembre de 1998, http://www.derechos.net/marga/papers/spain.html o los enjuiciamientos penales españoles usan el derecho internacional de los derechos humanos para luchar" Impunidad en Chile y Argentina Prof. Richard J. Wilson, http://www.derechos. org/koaga/iii/5/wilson.html)

ONU:

Ver;

3º PERÍODO DE SESIONES (1948-1949). NÚMEROS DE LAS RESOLUCIONES QUE ATAÑEN AL DELITO DE GENOCIDIO: A/RES/260(III)A-C, A/RES/260(III)C, A/RES/260(III)B, A/RES/260(III)A. LA COMISIÓN FUE LA C.6 Y EL TEMA EL NÚMERO 32. LA FECHA FUE EL 09 DE DICIEMBRE DE 1948. ACTA DE LA SESIÓN/FECHA/COMUNICADO DE PRENSA (EN INGLÉS)/VOTACIÓN: A/PV.179 DE 09 DE DICIEMBRE DE 1948. EL PROYECTO DE RESOLUCIÓN FUE EL A/760 Y CORR. 1-2. Y LOS TÍTULOS: PREVENCIÓN Y SANCIÓN DEL DELITO DE GENOCIDIO; APLICACIÓN DE LA CONVENCIÓN PARA LA PREVENCIÓN Y LA SANCIÓN DEL DELITO DE GENOCIDIO A LOS TERRITORIOS NO AUTÓNOMOS; ESTUDIO POR LA COMISIÓN DE DERECHO INTERNACIONAL DE LA CUESTIÓN DE UNA JURISDICCIÓN PENAL INTERNACIONAL; APROBACIÓN DE LA CONVENCIÓN PARA LA PREVENCIÓN Y LA SANCIÓN DEL DELITO DE GENOCIDIO Y TEXTO DE LA MISMA.

J. M. Mora

¿La Democracia es un sistema deseable en teoría e ineficiente en la práctica; o también posee deficiente e indeseable teoría?

Desenmascarar la Democracia resulta difícil en un marco en el que los medios de comunicación la proclaman a los cuatro vientos como el summum de la humanidad. Empero su retórica se sustenta sobre ideas presentadas de forma que pueden considerarse deleznables y sobre las cuales intentaremos ofrecer luz. Comencemos por establecer si se trata de una ideología.

Veamos:

1. El DLE define el término ideología y en su primera acepción dice; Conjunto de ideas fundamentales que caracteriza el pensamiento de una persona, colectividad o época, de un movimiento cultural, religioso o político, etc.

Efectivamente, dentro de lo que Gustavo Bueno llamaría nebulosa ideológica, encontramos que son varias las ideas centrales que sostienen el argumento democrático; el Derecho de Voto, el derecho de Elegir, la Libertad, la Igualdad, la Mayoría… Suponen axiomas dentro de la ideología democrática.

Establece Gustavo Bueno una diferencia sustancial entre los conceptos de Ideología y Filosofía y dice; que mientras que en la filosofía se presentan unas proposiciones, declaraciones o premisas sobre las que se construye un argumento de corte abstracto, es decir, relativo a las ideas o metafísico, los cuales van a servir para poner en práctica una dialéctica de modo que a través de ella podamos llegar a un entendimiento con nuestro interlocutor, el cual a su vez presentará sus propios criterios. En la ideología éstas proposiciones no son discutibles sino que se presentan como axiomas, es decir, se comienza una argumentación sobre unas ideas preestablecidas que no admiten discusión.
En este sentido, señala Gustavo Bueno que a diferencia de la filosofía que persigue una comprensión de tipo universal, en la ideología el cuerpo de ideas sobre la que se construye el argumento se presenta por oposición a un pensamiento que es distinto, no aceptándose la discusión que atañe a los axiomas que se dan por seguros en la ideología democrática en este caso. Éstas dos cuestiones pueden ser muy útiles a la hora de identificar la condición de ideología que presenta el argumento democrático en el que varias de sus ideas centrales se dan como indiscutibles como por ejemplo: la voluntad debe ser la de la mayoría, el derecho de voto representa la libertad, no se ve nada obscuro en el hecho de elegir personas sea para lo que fuere, etc.

¿Es posible comprar un cuarto de kilo de derecho de voto, de libertad, de igualdad, de mayoría? No. Se trata de cuestiones intangibles, inmateriales o metafísicas, es decir, de ideas; mencionaré esta cita de Voltaire por si puede ofrecer claridad en torno a qué es metafísica: «Cuando de aquel que habla y aquel a quién habla, ninguno de los dos entiende lo que significa, entonces podemos decir que eso es metafísica». Voltaire.

En orden a proseguir con nuestra observación que pretende clarificar si la democracia es una ideología, el destacado postestructuralista Jean-Francois Lyotard en el contexto de la postmodernidad señala acerca de los metarrelatos que; «…todo intento de realizar políticamente un sistema ideológico lleva en su interior el germen del totalitarismo…» y puntualiza: …,es decir, que la determinación de la pluralidad a partir de un solo punto de vista que se impone por todos los medios posibles encierra un carácter totalitario».

Veamos también éste resumen sobre la obra de Gustavo Bueno, La democracia como ideología: «El artículo se adentra en la cuestión de la democracia entendida como sistema de ideologías que envuelven el funcionamiento de los sistemas políticos democráticos realmente existentes. Su misma definición como «gobierno de todos» comienza siendo ideológica por cuanto da por probada la superior legitimidad de una mayoría para representar a la totalidad. Pero además de ser débiles los argumentos en que se apoya tal supuesto, la propia determinación de las mayorías descansa en criterios aritméticos arbitrarios. Tras presentar una clasificación de las ideologías democráticas, advierte de la peligrosa tendencia de la idea de democracia a convertirse en una metafísica de cuño hegeliano que, al modo de la Autoconciencia, pretenda erguirse en destino humano y culminación de la historia».

Por su parte Benjamin Frankin lo expresa de forma muy clara: La democracia son dos lobos y un cordero votando para decidir qué se va a cenar; mientras que la libertad es el cordero, bien armado, impugnando la votación.

En efecto, con respecto a la que en lo sucesivo me referiré como ideología democrática, encontramos como argumento central la superioridad y protección determinada por ley de aquellos que están en mayoría aún cuando se trate de una pura cuestión aritmética y no real.

Ahora bien, si la naturaleza dota de más elevadas virtudes de cualquier índole a un individuo que a otro porque nos hace diferentes, no es vano pensar que quienes destacan por éstas son menos, es decir, están en minoría. Bueno será por tanto que aquellos que sean mejores sean también menos y los otros más. Esto no constituye ningún problema puesto que el hecho de ser más numerosos ya representa per sé una ventaja respecto a los minoritarios. Entonces, ¿por qué ha de establecerse una ventaja artificial añadida a aquellos que ya poseen la de la superioridad numérica determinando que se hará lo que diga la mayoría? Craso error de precepto que muestra lo engañoso de esta ideología llamada democracia.

Llegados a este punto, podemos iniciar el estudio de las principales ideas sobre las que se sustenta esta ideología como son: El Derecho de Voto, La voluntad de la Mayoría, La Libertad, La Igualdad.
En un análisis somero sobre el Derecho de Voto, encontramos ya en una primera observación el orden cronológico según el cual los diferentes países de Europa van otorgando este proclamado derecho a sus ciudadanos, siendo que coincide el uso de esta ideología como forma de gobierno en riguroso orden, con los países que desde tiempos remotos han demostrado ser más xenófobos y racistas, y así tenemos que son: entre 1906 y 1928; Finlandia, Noruega, Dinamarca, Islandia, Rusia, Austria, República Checa, Eslovaquia, Estonia, Hungría, Alemania, Luxemburgo, Países Bajos, Polonia, Suecia, Irlanda, Lituania, Rumanía, Reino Unido…


Mediante el Voto el ser humano se arroga el derecho de excluir a otros seres humanos. Sí, digo excluir porque si atendemos al significado del vocablo elegir encontramos que elegir significa escoger. Escoger que procede del latín y se compone de dos conceptos ex y colligere, es decir, dejar fuera y tomar, por lo tanto da igual decir derecho de voto, que derecho de exclusión puesto que ambas acciones se ejercen de modo simultáneo siendo indisociables. Sugiero, que está bien que una persona pueda elegir aquel coche que le gusta o qué vestido ponerse pero elegir personas resulta una cosificación del ser humano que aunque sea voluntariamente se somete a ser elegido, aun cuando lo haga para ser escogido como gobernante. Lo que debe llamar la atención es que el hecho de que poder elegir seres humanos como sistema de gobierno supone per sé la violación de la humanidad misma, que se denigra al someterse a esta vejación impropia, cuando la aspiración más elevada y noble del hombre y la que garantiza su convivencia armoniosa es la confianza y no la aritmética…


DEMOCRACIA ES GENOCIDIO

Ciertamente, con la llamada democracia española, la población del país disminuye notablemente. Las cifras son verdaderamente impresionantes: Entre 1940 y 1975, es decir en un periodo de 35 años, se produjo un incremento de la población española de unos 10 millones de habitantes; siendo la cifra de inmigrantes casi inexistente o despreciable. La población pasó de 26.014.278 habitantes en 1940 a 36.012.682 en 1975.

Sin embargo, en un período de 39 años, entre 1975 y 2014, el incremento de la población ha sido el mismo, unos 10 millones de habitantes, con la particularidad de que de ellos 5 millones son inmigrantes, sin mencionar a los nacionalizados españoles, a la segunda generación de inmigrantes que nacen con la condición de españoles y a los seis millones de parados.

Por si los datos anteriores fuesen poco clarificadores el INE en su nota de prensa de 19 de noviembre de 2012, realiza una proyección de la población en 2012 y da a conocer las siguientes conclusiones:

—Las tendencias demográficas actuales llevarían a España a perder una décima parte de su población en 40 años.
—Desde 2018 habría más defunciones que nacimientos.
—El 37% de la población sería mayor de 64 años en 2052.

La población de España se cifraría en 41,6 millones, un 10% menos que en la actualidad. Sería una segunda reducción de un 10% de la población añadida a la padecida durante los últimos 39 años.

Mientras que la población mundial se incrementa hasta alcanzar en la actualidad los 7.455.568.571 habitantes. La población española disminuye a razón de un 10% cada 40 años, siendo el 10% de reducción que corresponde a los 39 años pasados sustituido por población extranjera. Conociendo estos impresionantes datos, estamos en disposición de pasar a considerar una breve reseña histórica sobre el concepto de genocidio acuñado por Raphael Lemkin.

La RAE define el término genocidio. Según la Real Academica, en su primera acepción significa: Exterminio o eliminación sistemática de un grupo social por motivo de raza, de etnia, de religión, de política o de nacionalidad.

Tras huir de la persecución nacional-socialista y encontrar asilo en los EEUU, fue el jurista judeo-polaco Raphael Lemkin quien en 1939 acuñó por primera vez el término.

A partir del sustantivo griego genos (raza, pueblo) y del sufijo latino cide (de cadere, matar) Lemkin compuso la palabra genocidio.

Lemkin definió así el genocidio en su libro El poder del Eje en la Europa ocupada publicado en 1944: La puesta en práctica de acciones coordinadas que tienden a la destrucción de los elementos decisivos de la vida de los grupos nacionales, con la finalidad de su aniquilamiento. Cuando una nación es destruida, no es la carga de un barco lo que es destruido, sino una parte sustancial de la humanidad, con una herencia espiritual que toda la humanidad comparte.

El término fue reconocido mediante la resolución 96 de 1946 de la ONU sin embargo, la presión de la Unión Soviética hizo que de la definición de genocidio se cayera la referencia a grupos políticos y de otra clase que aparecía en la resolución 96 de la ONU, salvaguardando así la política exterior estalinista durante la guerra y la posguerra. El artículo II de la convención consideró genocidio por tanto a todo acto cometido con la intención de destruir, totalmente o en parte, a un grupo nacional, étnico, racial o religioso pero no político o de otro tipo, como se decía en la resolución de 1946.

Pero, ¿por qué mientras la población mundial aumenta la de España disminuye; un 10% en los últimos 39 años y con la previsión de volver a retroceder otro 10% en los próximos 40 años? hablamos en total de una cifra de 10 millones de habitantes. Por dos veces consecutivas un 10% de la población y es por eso que quiero referirme aquí a un dato que se recoge en La verdadera historia soviética; y es que: en un principio cuando el comunismo llegó al poder y da igual dónde, ya sea; Rusia, Polonia, Cuba, Nicaragua, China…, en un principio aniquilaron a un 10% de la población, es un dato concreto. no era sólo para matar a sus enemigos, no eran enemigos, se trataba de reorganizar la estructura de la sociedad, ingeniería social, los principales intelectuales, los mejores trabajadores, los mejores ingenieros, les matarían a todos y después intentarían reestructurar la nueva sociedad.

Cabe preguntarse: ¿se trata, la democracia española, de un genocidio legalizado? En nuestros días todos ensalzan la democracia, suelen decir que es la mejor forma de gobierno. ¿pero qué pasaría si en realidad todo fuese un engaño? ¿y si fuese directamente falso que la democracia sea el mejor de los sistemas de gobierno conocidos? Más aún, ¿y si lo cierto fuese que la democracia realmente es el peor de los modelos de gobierno diseñados por el hombre? ¿Y si en realidad la democracia sólo consiste en un verdadero genocidio, legalizado y consensuado por una mayoría que al final resulta ser minoritaria respecto al conjunto de la población?

Existe un fenómeno coincidente entre la democracia en España y el comunismo. Pero, ¿cómo puede ser, si en España existe la libertad para crear un partido político mediante el cual participar en la vida pública? ¿Será que la democracia está lejos de ser tan buena como la pintan? Se produce en ambos casos: democracia y comunismo, una argumentación teórica de corte científico que nos presenta ambas ideas como virtuosas sin reparar en que la puesta en práctica de las mismas conduce a desastres genocidas como el que planteamos que son consecuencia, en el caso de la democracia, del germen destructor que la acompaña desde su nacimiento: el consenso.

Cabe destacar que en las Elecciones al Reichstag de 5 de marzo de 1933 en la que estaban en juego 647 escaños, con una demografía electoral de 44.685.764 habitantes inscritos y una participación de 39.655.029, el 88,74%; mientras que la población total del país era de 66 millones de habitantes. Los resultados fueron los siguientes: 43,91% de los votos, 17.277.180, fueron al partido de Adolf Hitler, NSDAP (Partido Nacional Socialista Obrero Alemán). Fue el NSDAP el partido más votado con diferencia muy notable respecto del segundo que sólo obtuvo un 18,25% de los votos a la cabeza de Otto Wels, SPD (Partido Socialdemócrata de Alemania), seguido con un 12,32% de los votos por Ernst Thalmann, KPD (Partido Comunista de Alemania). A continuación con el 11.25% de los votos Ludwig Kaas, Zentrum (Partido de Centro) y terminando con Alfred Hugenberg, DNVP (Partido Nacional del Pueblo Alemán).

Se nos presenta en este marco al consenso como la esencia de las bondades de la democracia, sin embargo, más bien debe ser considerado como el virus corruptor que va destruyendo paulatinamente a este modelo de gobierno desde su implantación. En democracia, la pregunta clave sobre el consenso es: ¿todas y cada una de las personas con derecho de sufragio pasivo están votando en conciencia lo que es mejor para el conjunto de la población, o están votando lo mejor para sus intereses particulares con independencia de la suerte que pueda seguir el conjunto de ciudadanos bajo esta forma de gobierno? La respuesta natural a este planteamiento es que efectivamente si todos los hombres fuesen ángeles del cielo, la democracia sería el mejor de los sistemas de gobierno, el infortunio es que el hombre habita la Tierra.

En España existe el consenso, entre otros muchos, de hacer creer a los ciudadanos que el PP es un partido de la derecha, se identifica al PP con este segmento del arco político e incluso con el franquismo, sin embargo, resulta tan sencillo refutar este consenso engañoso como remitirnos al artículo segundo de los estatutos de este partido en el que se lee: el partido popular se define como una formación política de centro reformista... la realidad es que se trata de un engaño llevado a cabo por la coalición bipartidista PP-PSOE durante los últimos 39 años. De este modo nos encontramos con un arco parlamentario en el que la derecha se encuentra ausente, merced a esta suplantación, y en el que los partidos de izquierda campan a sus anchas, con el surgimiento de nuevos partidos, cada vez más de izquierda radical.

Sin embargo presentan a UPyD como un partido nuevo. Mientras que el argumento de base esgrimido por la izquierda; política, mediática, de trinchera y sociológica, para presentar al PP como partido de la derecha es la participación de Manuel Fraga como ministro durante el régimen anterior, UPyD se nos plantea como un partido nuevo a pesar de ser impulsada su creación y liderazgo por la diputada socialista en activo Rosa Díez. es decir, se utiliza una doble vara de medir que tiende siempre al interés de la izquierda predominante en este régimen. Es muy evidente que el presente se trata de un régimen de izquierda, un régimen socialdemócrata compartido por estos dos grupos bajo la sombra de la Corona, en el que se impide a toda costa la posibilidad del surgimiento de una alternativa planteada por la derecha que no interesa ni a la monarquía, ni a la izquierda ni al centro. el instrumento mediante el que se lleva a cabo la consecución de este objetivo se llama consenso.

Más irrisorio si cabe es el caso de Podemos. Un líder político llamado Pablo Iglesias, profesor de ciencias políticas de la Universidad Complutense de Madrid en la que realiza las labores de Rector el señor José Carrillo, hijo del político Santiago Carrillo, conocido en toda España por el sobrenombre de El Asesino de Paracuellos. En diálogo mantenido entre Sánchez Dragó y Pablo Iglesias, el primero pregunta a Iglesias sobre la aseveración nomen est omen —el nombre es destino—, a lo que contesta que sí que efectivamente los nombres marcan. Debe señalarse aquí para quien lo pueda desconocer que Pablo Iglesias fue el obrero tipógrafo fundador en 1879 del Partido Socialista Obrero Español y de la Unión General de Trabajadores, siendo además considerado como el padre del socialismo en España.

De este modo, ¿realmente se trata de una coincidencia casual o causal? Hablamos de drásticas reducciones de población en el territorio español que quedan a la altura de regímenes comunistas o socialistas que en el pasado produjeron exterminios en diferentes países como los antes mencionados. ¿Realmente debemos temer que la historia vuelva a repetirse o ciertamente la historia se está repitiendo con diferentes circunstancias y métodos?

J.M. Mora