miércoles, 12 de diciembre de 2018

PEDRO Y HEIDI

Social y democrático, es decir, socialdemócrata: antesala del socialismo y éste del comunismo. Ideología propugnada por Lorenz Von Stein al objeto de salvaguardar los intereses de la monarquía mediante el ardid del reformismo, escenificado por el tándem PSOE-PP y derivados. El viejo truco, poli-buenopoli-malo. El primero estrangula a la población mediante impuestos y confrontación so pretexto de igualdad, libertad y fraternidad. La conduce al borde del estallido social; momento fetén para la actuación del poli-bueno que con la promesa de las reformas —aun cuando sean en calidad de un nuevo partido escindido—, disuade el conflicto inminente. Calmadas las aguas, vuelta a empezar.

Para mayor claridad:

[«]—Su pesimismo nace del temor de que las fuerzas del mal, los comunistas, por ejemplo, se hagan dueños de lo que usted ama o posee.
[»]—No solo los comunistas. La horda marxista se ha complicado. Hay en ella hasta obispos y bailarines de flamenco. Luchan para cambiar el mundo, luchan para cambiar al hombre. Si la lucha entre comunismo y capitalismo continúa por la vía competitiva, pacífica, ganará el comunismo. La única posibilidad que le queda al capitalismo es la guerra convencional, sin armamento nuclear. Ese pacto es muy difícil de establecer. Por lo tanto, no hay salida. Más tarde o más temprano habrá una guerra. Los supervivientes serán muy felices. Habitarán un mundo poco poblado y dispondrán de un acervo tecnológico de milenios. Automatismo y poca población. Jauja. Bastará controlar la presión demográfica para que la felicidad sea cosa de este mundo.
[»] »¿Qué régimen político predominará en ese futuro paradisíaco?, me preguntará usted. Y yo le responderé. Una socialdemocracia muy liberal. En el caso de que no haya guerra y continuemos por la vía coexistencial, llegaremos a un serio atasco de crecimiento dentro del sistema capitalista y es posible que incluso dentro del sistema socialista. ¿Ha leído usted Comunismo sin crecimiento de Wolfgang Harich? Acaba de editarse en España pero yo lo había leído en alemán. Harich es un comunista alemán que pronostica: «si el ritmo actual de desarrollo mundial prosigue sin alteraciones, la Humanidad desaparecerá en dos o tres generaciones.» Propone un comunismo austero, es decir, un modelo de supervivencia económica frente a la tesis capitalista de crecimiento continuado y a la eurocomunista de desarrollo alternativo controlado, fiscalizado por la clase obrera y dirigido a conseguir su hegemonía como clase. Yo ya soy viejo y no viviré para verlo. [»] *Vazquez Montalbán, Manuel. Los mares del sur. (Pág. 68).

Pues eso, antes Bambi, ahora Pedro y Heidi o Heidi y Pedro, que tanto monta.

J. M. Mora

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